viernes, 31 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 18

EL ILLAMPU - SORATA











Caminante, si vas por la meseta, alza la vista y sentirás que el alma se te va tras de los ojos”

Mis recuerdos de La Paz estarían incompletos si no hablara algo del majestuoso Illampu, centinela del Titikaka y guardián del pueblo de Sorata. En el altiplano, caminando hacia el lago sagrado, se lo puede ver en toda su belleza al monte que guarda al pueblo de Sorata que es un pequeño valle en pleno Altiplano; por algo le llaman la “Perla Andina”. Varias leyendas se tejen sobre el pueblo y sobre el gran nevado, pero dejemos que sea Fernando Diez de Medina quién nos cuente algo sobre ellos:

“Illampu no es una leyenda, es un coro de leyendas….Habrá cumbres más bellas, de mejor armonía lineal; no la hay de mayor sublimidad. Nombróse en el origen “Sahar-Hatha”: porta-semilla, porque llevo el principio de vida a los primeros hombres que poblaron el valle abierto a sus pies. Se le dijo después “Sorata”: padre de los montes inflamados, allá cuando los genios de la tierra lucharon con los genios del mar. Era el volcán mayor. Se le recuerda como “Ancumani”: el viejo encanecido por los años, pues la leyenda refiere que es el nevado más antiguo. El mito solar andino le apellida “Inti-Llamphu”: el lecho donde el sol reposa, porque cuando los dioses telúricos fueron destronados y el Inti – deidad celeste – vino a reinar el Ande, eligió por morada la montaña estupenda que señorea el Lago y la Meseta.

“Illampu: el centelleante, padre de la luz….Para el habitante lacustre, el sol brota del muro tempestuoso del Illampu; y en la comarca Sorateña luce el mito andino con ancha majestad y poderío. Porque Illampu quiere decir también “morada de los dioses”. Y aquí reside el Gran Señor de las Nieves, en su fortaleza ciclópea, levantada por la fuerza y la leyenda. Caminante: si vas por la meseta, apártate de los demás, aproxímate solo al monte insigne. Trémulo de admiración no podrás hablar, no podrás gritar, no podrás ni siquiera pensar. Solo frente al tremendo portento, recién comprenderás como fué el tiempo de la adoración a la naturaleza. Porque Illampu tiene rasgos y raptos de titán. Se asienta con ímpetu en la cordillera: la posee, la conmueve, la levanta en un coro de hielos y de rocas….”

“Si lo ves de distancia, te llama con su silencio blanco; es una invitación al sueño con los ojos abiertos. Si pasas a su vera, donde comienza la quebrada que lleva hacia Sorata, te abruma. Si lo miras desde la profunda cavidad del pueblo, del vergel sorateño, te encanta y te anonada; y si lo contemplas desde la quietud azul del Titikaka o cerca de la carretera de Achacachi, cuando luce en todo el esplendor de su belleza incomprensible, entonces te parece que la prominencia tempestuosa vibra en una sinfonía de las formas……Caminante: no te inquietes, no ruedes presuroso por los altiplanos; déjate estar. Detén tus horas en la quieta majestad de la esfinge del Illampu: un soplo de misterio y poesía rozará tus sienes. Una calma augusta bajará a tu espíritu. Porque Illampu es venero de amor, semilla de confianza. Es el descansadero de los cuerpos rendidos, de las almas fatigadas; “samiri” ancestral. Y el indio sabe que todo el que se acerca a sus sagradas formas, se baña en aura de poder y de ventura. Renace……..”.

martes, 28 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 17

DIAS DE FUTBOL 2
A partir de mis doce años comencé a asistir regularmente al estadium a ver los campeonatos oficiales, gracias a que un tío mío don Jaime Flores, fanático hincha del Strongest me llevaba todos los fines de semana. En ese tiempo solo habían campeonatos regionales y a fin de año se jugaba la copa Simón Bolivar con los campeones de cada Asociación. Eran lindos tiempos esos del futbol paceño: habían ocho equipos en la Asociación y se jugaban jornadas dobles los días domingos. Los Sábados estaban destinados a la “Primera B” que también tenía muy buenos equipos y un lindo campeonato. Mi asistencia era para los domingos donde jugaba el Strongest, y cuando jugaba este, descansaba el Bolívar, salvo en los famosos “clásicos” donde ambos se enfrentaban. Yo tenía simpatía por el club Bolívar, especialmente despues que inicio la “Operación Retorno” cuando descendió a la Serie B. Mi ídolo de niñez, el maestro Ugarte, había ya “colgado los cachos” y quizas por eso mi interés por ver al Bolívar no era tan grande. Mi tío quiso hacerme a toda costa “hincha” del Strongest, pero yo me resistía, no sentía ninguna afinidad por ese equipo, a pesar que eran tiempos de gloria para los “atigrados”. En cambio comenzó a gustarme un equipo que casi no tenía hinchada, pero que jugaban muy bien al futbol, el equipo de Municipal.

Los “hamapichiris” (como los llamaban entonces) eran dependientes de la Alcaldía Municipal de La Paz, tenían casacas color guindo con pantalones blancos y medias plomas, y era en esos momentos uno de los equipos mejor conformados de la división. Contaba con figuras tales como Cainzo, Camacho, los hermanos Torrez, Aguilera, Zenteno y otros más que aparte de jugar bien al futbol, se hacían respetar en la cancha, merced al liderazgo que imponía el gran capitán Wilfredo Camacho. Recuerdo esos lindos partidos cuando enfrentaban al Always Ready que también tenía una gran conformación, o al 31 de Octubre, o al Chaco Petrolero. Mi asistencia a los partidos acrecentó de gran manera mi fanatismo por el futbol, de tal manera, que ya no solo seguía los partidos de la “Primera A”, sino que también seguía el campeonato de la “B” que también tenía grandes y recordados equipos, entre los cuales recuerdo a Ferroviario, Unión Maestranza de Viacha, Litoral, Universitario, Primero de Mayo (representativo de los choferes), Lanza (el equipo carnicero), Atlético La Paz y otros más. Todos los programas deportivos radiales de la época transmitían tanto los partidos de la “B”, como los de la “A”, así que se mantenía un gran ínterés para ambos campeonatos.

Mi asistencia al estadium todos los fines de semana, es muy recordada porque aparte de ver los partidos, se consumía un buen helado de canela, mandarinas con maní, un platito de “ranga-ranga”, los ya famosos e inolvidables sandwiches de “chola”, las riquísimas “pucapacas”, o un buen platito de “chicharrón”. Todo acompañado por una botella de “Salvietti” o de “Sinalco” y para los mayores su buena cerveza que se vendía sin restricción. En fin habían una infinidad de “manjares” que hacían que los domingos de futbol, fueran algo más que una diversión.

domingo, 26 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 16

AYMARA

Cuando camino por el Altiplano o por los senderos del lago, siento en el alma una sensación de alivio y bienestar, siento como si todos mis problemas se solucionarán y encuentro la paz que necesito. Seguramente los integrantes de Wara habrán sentido lo mismo cuando se fueron a los pueblos del Altiplano en busca de rescatar la esencia misma del folklore y se reencontraron con sus ancestros . Fruto de esta búsqueda surgió en el año 1975 su primer disco de folklore, al cual nombraron Maya – Hichaningua Hikjatata (por fin ha de ser encontrado). De este disco rescato una bellísima canción que quizás nunca tuvo la difusión suficiente, pero que para mi es una de las más lindas composiciones de este grupo. La letra lo dice todo cuando en la voz de Dante Uzquiano, y la formidable interpretación de Wara nos dice: Aymara.

AYMARA (Grupo Wara)

Por la senda camino regando las flores,
la senda que avanzo llegando hacia tí.
Levanto la vista y al cielo lo encuentro,
cuajado de nubes y luz transparentede gama prismal.

Y mis ojos brillan despidiendo mil centellas
y de ellos brotan gotas transparentes...agradeciendo.
Mis brazos se alzan y mis pies que van corriendo,
mis labios gritan gracias, gracias....Dios mío gracias....

Mis cabellos flotan por las nubes,
y mis ojos irradian luz, alegría y vida.
Mis manos desprenden cuando las extiendo,
miles de flores....miles de aromas....Aymara......

De los cielos extiendo hacia el campo mi alma,
colmada de ensueños para cantarte a ti.
Soy el espíritu aymara que llena la aurora
y cubre el ocaso, en cada momento
que estiro mis noches para conducirte...

Cuando abro los ojos
y diviso una luz que hace vibrar,
y creo todo y creo nada.
Siento que mi ser completo se disuelve, se hace aliento
y se convierte en cálida música.

A mi alrededor se mezclan coros celestiales
y me van cantando, yo voy gritando
y de lo más hondo de mi alma exclamo....
Dios, Dios, Dios....gracias.....Aymara.....aymara.....

sábado, 25 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 15

TIWANAKU
A 70 kilómetros de la ciudad de La Paz, encontramos un tesoro arqueológico sin precedentes: las ruinas de Tiwanaku. Se dice que hace miles de años las aguas del lago Titikaka llegaban hasta aquí, hoy el lago se encuentra a veinte kilómetros de distancia y sin embargo se siente su presencia. No se puede concebir uno sin el otro, como Chukiagu no sería Chukiagu si no tuviera estas maravillas.

De Tiwanaku nos dice Fernando Diez de Medina en su libro “Nayjama”: “Tiwanaku es la metrópoli prehistórica más antigua del continente. Pasan de setenta sus nombres legendarios. Dicen que fué “Chucara” la fortaleza mayor. Dicen que se nombró “Taypikala” la piedra de en medio. Dicen que existió de siempre llamándose “Wiñay-Marka”, ciudad eterna. Para unos “pueblo del sol”, para otros “país de los hijos del puma”. La versión de “piedras paradas” es tan admisible como la leyenda de “los sacerdotes que se volvieron piedras”. Y al cabo moliendo nombres y aventando hipótesis, absorviendo en síntesis trascendente las significaciones todas, “Tiwanaku”, o sea, “esto es de Dios”.

“Quienes la construyeron? Si la ciudad megalítica se esconde tras la niebla de los nombres, la raza que la edifico se hunde en los confines del mito. Afirma la leyenda que fué levantada en una sola noche, más como sus constructores pecaron, “Wirakocha” , en castigo hizo que remanecieran trocados en monolitos. Ni aymaras ni quechuas conocen su orígen; tampoco los “Urus” que son los más viejos. Se atribuye su edificación a Mayas, Nahuas, Mongoles, Polinesios, los autoctonistas dan la paternidad al aymara, al uru, al kolla; y hay quienes alegan que solamente los “antis” – los atlantes – pudieron erigirla. De esta orgía de nombres y de razas, nada se probó: todo queda en el reino de la conjetura: Tiwanaku es solo un centro aislado que sobrevivió casi a ras del suelo…pero existen muchos otros yacimientos arqueológicos sepultados bajo tierra y diseminados en el inmenso altiplano…lo mayor y lo mejor, duerme todavía….”.

jueves, 23 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 14

EL ALTO - CIUDAD SATELITE









Llegamos con mi familia a Ciudad Satélite, a fines del año 1970, habíamos conseguido una vivienda en el Plan 561 en la calle 1B, casi a la entrada del barrio. Debo confesar que a mi no me gustó para nada ese cambio, es que en la ciudad, en el último lugar que habitamos que fué en el pasaje Armentia, dejaba todo: mis amigos, mis conocidos, mis primeros amores, mi Colegio…..en fin para mi aquello era como un gran castigo. Todo lo que veía era nuevo para mi: el paisaje agreste, las calles empedradas, las viviendas todas iguales, muy pocos vehículos, poquísima gente en las calles, todos desconocidos…..no definitivamente….aquello no me gustaba. A eso se sumó que mis padres me indicaron que debía escoger entre sacrificarme para seguir en mi colegio (el American School ) o escoger uno de los que nos recomendaron de El Alto. Los vecinos nos habían nombrado a tres colegios como posibilidades: el San José de Alto Lima, el Mejillones de Ciudad Satélite o el Boquerón de Villa Dolores. No fué fácil hacer la elección, lo primero que hicimos fué descartar al colegio de la ciudad dada la poquísima cantidad de transporte público que había. Después me fuí a conocer el San José en Alto Lima, me gustó un poco pero también fué descartado por que estaba un poco lejos. Quedaban dos opciones: el Mejillones y el Boquerón y debía elegir entre aquellos. Una tarde al salir de paseo con mi padre, nos animamos a llegar hasta las instalaciones del Boquerón allá en Villa Dolores, que en realidad estaba como a seis cuadras de donde yo vivía. Nos recibió un señor de lentes muy amable y al conocer el motivo de la visita, nos acompañó a conocer las instalaciones del colegio. Era amplio tenia tres patios con sus respectivas canchas, las aulas eran cómodas y hasta tenía un anfiteatro para horas cívicas. Me gustó pero aún sentía el dolor de dejar mi anterior colegio. “Aquí estarás bien” me dijo el señor de lentes y al preguntarme el curso que me tocaba, se le iluminó el rostro y con orgullo dijo: “Tengo a una de mis hijas y a mis mejores alumnos en ese curso, harás bien en quedarte aquí”. Me convenció…..más que por sus palabras, porque en ese momento llegaron un grupo de chicas con una pelota de basket y luego de saludar se pusieron a jugar en una de los tableros de la cancha. Allí supe que quién nos atendía tan cortésmente era don René Rivero Loayza Director del Colegio. Comprometimos mi inscripción y yo me quedé un poco más tranquilo, tenía el colegio cerca de casa y tuve la corazonada de que aquello iba a resultar bien. No me equivoque, el tiempo me dió la razón…en aquél colegio encontré a los mejores compañeros y en Ciudad Satélite a mis mejores amigos, con muchos de los cuales conservamos la comunicación actualmente.

En El Alto tuve que volver a aprender a vivir en todo sentido, desde el cambio de clima a uno mucho más frío, hasta a conocer a la gente que lo habitaba, que era más humilde que la citadina, pero a la vez más sincera y más cariñosa. Llegué cuando Ciudad Satélite tenía cinco años de existencia y estaba empezando a formarse, debo decir orgullosamente que yo participé en aquella consolidación.

En total viví en Satélite quince años que fueron los más intensos y plenos de mi vida…..pero esa es otra historia.

martes, 21 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 13

TIEMPO DE RADIO


Desde muy pequeño tuve una gran afición por la radio; desde que tengo uso de razón recuerdo que me gustaba escuchar ese aparato por donde salían voces de gente o música. Me sentaba y pasaba largos ratos escuchando no importaba que….aquello me embelesaba. Vale comentar que en aquellos tiempos la radio era el instrumento de diversión principal de la gente (todavía no había TV) y yo estoy seguro que conviví con la época de oro de la radio en La Paz. Habían por aquél entonces contadas emisoras pero de calidad, entre ellas recuerdo radio Illimani, radio Nueva América, radio Méndez, radio El cóndor, radio Amauta, y radio Altiplano entre las principales.

Las que mayor audiencia y popularidad tenían por entonces (años 1963 a 1968) eran:

- La Nueva América famosa por sus novelas entre las que recuerdo a “Capablanca”, “Yanco el gitano” “Infierno Verde”, “San Martín de Porres”, “Corona de Lágrimas” y otras que realmente nos hacían vivir la trama y esperábamos con ansias el nuevo capítulo. Las novelas eran para todo público y “agarraba” por igual a hombres y mujeres, a pequeños, jóvenes y ancianos, tenían tremenda popularidad. Más tarde llegaron por ejemplo toda la saga de Kaliman, especialmente la primera “La araña negra” que atrapó a toda la audiencia paceña.

- La radio Illimani por sus “shows” cómicos en vivo donde se destacaban la “Familia Perez” con Roberto Cuevas y Tino Lozada; “Comisaría de Turno” con el gran cómico Carlos Pumarino quién lastimosamente falleció prematuramente, y sin duda “Ali Babá”, el programa más querido por todos con Hugo Eduardo Pol y David Santalla haciendo las delicias de toda la gente. Estos programas se difundían a las siete de la noche de Lunes a Viernes y tenían audiencia total en La Paz. Otro programa que popularizó a la “Illimani” fué “El club de la amistad” que se difundía los domingos de siete a doce de la mañana y que complacía pedidos musicales hechos por carta. Con ese programa yo me aprendía las letras de todas las canciones que sonaban y era uno de mis preferidos.

- La radio Méndez destacaba los días sábados por su popular “Show de Los Sabados” que se difundía de siete a doce de la noche y en el que se presentaban los artistas más famosos de la farándula paceña de entonces. Estaba además conducido por el gran maestro de ceremonias Micky Jiménez que tenía un carisma único para las presentaciones, secundado por Gonzalo Otero y Tota Arce, era un programa realmente imperdible. Aparte de presentar artistas famosos promocionaba a los que iban llegando y así aparecieron en el show los despues famosísimos “Jairas”, “Los Caminantes” y más tarde los “Payas” y “Chaskas”. Recuerdo también que allí se presento por primera vez Zulma Yugar como ñusta de Bolivia en 1966 para viajar a un famoso festival sudamericano en la Argentina. La promoción que dio radio Méndez y Micky Jiménez al floreciente folklore boliviano realmente fué importante.

- Radio Amauta se destacaba por sus tardes del “Té Danzante y la hora de las ofertas”, muy escuchado por la gente mayor, y una vez finalizado este, “Elenita y Oscarcito” hacían las delicias de los niños con sus presentaciones de famosos cuentos infantiles llevadas al radio-teatro.

Así cada radio tenía un programa o varios programas “estrella” con los que conquistaba la sintonía de la gente y existía una competencia muy leal entre ellas. Los programas deportivos también destacaban y las radios se peleaban por tener entre sus programas a “La Cabalgata Deportiva” o “La verdad desde la cancha” y más tarde “Radiodeportes”. Y estas transmisiones no solo se dedicaban al futbol como ahora, sino que transmitían basket, automovilismo, volley, boxeo, y tenis. Los oyentes éramos felices porque teníamos una variedad para elegir y con programas de gran calidad. Los locutores sin ser profesionales tenían que ser gente muy culta y preparada, además que no improvisaban, todo estaba en base a libretos previamente elaborados.

Que lindos días de la época de oro de la radio, quedan en mi memoria todos esos programas con los que fuí creciendo y aprendiendo….

lunes, 20 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 12

COLLITA
En este bicentenario de la revolución de Julio, no podía faltar el homenaje a la valerosa y hermosa mujer paceña. Ninguna más trabajadora, ninguna más sacrificada, ninguna más heroica y sin duda ninguna más boliviana que nuestra bella mujer paceña.

Fernando Román tuvo el acierto de componer esta bella canción para ella y que fué magistralmente interpretada por uno de nuestros grupos señeros, nada menos que por Wara. Aquí tenemos “Collita”.

COLLITA
Interprete: Wara
Ritmo: Taquirari
Autor: Fernando Román

Lindas montañas te vieron nacer
el Illimani tu cuna meció
y la kantuta su alma te dio
collita tenias que ser….

Linda silueta de bella mujer
ojos muy negros de hondo mirar
y labios rojos que incitan amar
collita tenias que ser ….

Tu llegaste a mi vida que fué
solo sombras sin tu querer
ay collita de mi ilusión
yo sin ti ya no puedo vivir

Entre todas las reina eres tú
ay collita de mi amor
paceñita linda mujer
que llegaste a mi corazón

No puedo seguir, viviendo así,
pensando solo en tu amor
tu me hacer reír, tu me haces llorar
cuando no estas junto a mi

Lindas montañas te vieron nacer
el illimani tu cuna meció
y la kantuta su alma te dio
collita tenias que ser.....

domingo, 19 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 11

DIAS DE FUTBOL 1




Tenía siete años cuando ocurrió el gran acontecimiento del campeonato Sudamericano de 1963, recuerdo que la efervescencia popular era tremenda, nunca después ví a la gente en su totalidad (hombres, mujeres y niños) tan entregados y pendientes de lo que hacía su querido equipo boliviano en ese campeonato. Lamentablemente por mi corta edad, solo pude seguir ese campeonato mediante las transmisiones radiales, en este caso la espectacular transmisión de “La Verdad desde La Cancha” que conducía el popularísimo “Cucho Vargas” con un equipo de gente realmente sensacional: Lorenzo Carri, los hermanos Echeverria, Mendel Urbach y otros. Era realmente conmovedor ver como la gente seguía las transmisiones radiales del campeonato, especialmente recuerdo los partidos contra Argentina y Brasil, los cuales escuchamos todos los del conventillo de la Chuquisaca donde vivíamos con mi familia entonces. Eramos cerca de 20 personas, reunidas alrededor de un aparato de radio escuchando atentamente los relatos de “Cucho” y el certero comentario de “Lorenzo”. No nos movíamos ni para los comentarios del entretiempo, los mayores acompañados de sus botellas de cerveza y los menores consumiendo una “Salvietti” que donó alguno de los vecinos. Recuerdo que en el partido con Argentina, y estando el partido empatado uno a uno en los últimos minutos, se produce un penal favorable a Bolivia. Todos nos pusimos de pie como si fuésemos los que íbamos a patear el penal y en un silencio absoluto; solo se escuchaba el relato de Cucho Vargas y no volaba ni una mosca. “Está Max Ramírez frente a la pelota, en el arco Argentino el “gato Andrada”; Se adelanta Ramírez remaaaaataaa y desvía Andrada al corner….tapó Andrada….tapó Andrada y Bolivia pierde la mejor oportunidad”. Todos nos quedamos como congelados….no hubo reacción alguna ni de protesta , ni de rabia…¡nada! todos habíamos quedado pálidos y sin reacción. En la radio decían que los argentinos se alegraban y abrazaban a su arquero por la sensacional tapada. De pronto entre el barullo de la radio y el silencio absoluto nuestro, surge en la gloriosa voz del relator: “Cabecea Camacho y goooooolllll….gooooool boliviano” Hubo reacciones diversas: algunos saltaron, otros no sabían que pasaba…..yo no entendía nada y otros pensaban en un gol argentino. Mientras la radio era un torbellino, se seguía gritando el gol y el comentarista trataba de explicar lo que había pasado: “Mientras los argentinos se abrazaban, Fortunato Castillo reaccionó y se fué a patear rápidamente el tiro de esquina y con una defensa desarmada se elevó el gran capitán Wilfredo Camacho y con un frentazo mandó el balón adentro….Bolivia dos, Argentina uno”. Allí si vino la gran celebración, todos estallamos en un solo grito….Gooooool….. y nos abrazamos y nos besamos, los chicos más efusivos se revolcaron en el suelo, hubo lágrimas en otros….en fin…..A los pocos momentos terminó el partido con la victoria de nuestro equipo y ese fué el motivo de la posterior celebración…..loa mayores se pusieron una “cuotita” para comprar más cervezas….los chicos todavía escuchábamos con atención los pormenores de como fué el gol. Después los chicos saltamos como con un resorte al llamado de “a jugar” y nos fuimos a la calle a patear la “thejeta” trando de emular a nuestros héroes. Los mayores armaron la fiesta y a l son de unas cuecas y huayños libaron sus cervezas.

El siguiente partido y final del campeonato se llevó a cabo en Cochabamba y como en el anterior, desde temprano seguimos la transmisión radial. Esta vez habían más nervios que en el anterior partido, se jugaba el campeonato, el que ganara se coronaría campeón y al frente estaba nada menos que la potencia mundial: Brasil. Todos apretábamos por Bolivia y éramos un mar de nervios. recuerdo a una de mis tías agarrar su pañuelo y hacerle un sinfín de nudos diciendo “que se amarren así las piernas de los negros y no puedan meter goles”. Otra vez la misma coreografía del anterior partido: todos reunidos en el patio y a la espera de la gloria o del infierno. Y fué la gloria…..Bolivia ganó el partido y se coronó campeón del Sudamericano…..otra vez los abrazos, el llanto, las revolcadas, los gritos. Bolivia campeón, nadie podía creerlo y se abrazaban una y otra vez, y volvíamos a rememorar los goles, era la locura absoluta. Supongo que así también debió suceder en todos y cada uno de los hogares, porque el clima que se respiraba durante los últimos días era futbol. No se hablaba de otra cosa y nosotros los pequeños habíamos archivado nuestros juguetes para jugar solamente al futbol con nuestra “thejeta”. Emulábamos a nuestros héroes y yo soñaba que era como el “maestro Ugarte”. Esta vez los mayores se fueron a celebrar a las calles y los pequeños nos quedamos convirtiendo mil goles a Argentinos y Brasileros allí en la calle con arcos formados por piedras….

Así fué mi primer acercamiento a este deporte que luego se convertiría en una pasión…..

viernes, 17 de julio de 2009

N.O.V.



El 16 de Julio de 1974, hace 35 años, un grupo de jóvenes vanguardistas de Ciudad Satélite terminan de consolidar la formación de un nuevo grupo juvenil. Sin embargo este, no sería uno más dentro del amplio espectro de grupos conformados en ese tiempo, sino que con el tiempo llegaría a ser “el principal grupo” referente de Ciudad Satélite y El Alto y uno de los más significativos que se hayan formado jamás en el país.
Acabában de recibir el nombre oficial en una fiesta: Volmar (Volver al Mar) era el nombre que puso el padrino, pero luego lo complementaron con otros dos nombres, genial creación del capitán “Lusder”, la denominación final sería entonces: Nave Ontica Volmar . Nave, porque el grupo de muchachos partía en un viaje sin retorno detrás de una utopía; Ontica, por “ontos” que significa seres y Volmar por el nombre recibido por el padrino.

La Nave, con sus capitanes y compartimientos se ponía en marcha aquél día de Julio para no detenerse más….

jueves, 16 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 10

16 de JULIO ¡VIVA LA PAZ!
200 AÑOS DE UN FUEGO QUE NO SE APAGA


Viva La Paz....y nadie más....gritan los borrachitos que se van recogiendo de madrugada, luego de asistir al soberbio desfile de teas, primero, y a la tradicional verbena del 15 de Julio después.

Es el festejo que se hace todos los años en esta fecha, en homenaje a la revolución del 16 de Julio de 1809. Pero este año es especial, no es una celebración más....es el año del bicentenario de la revolución y por tanto los festejos son mayores. La Alcaldía de La Paz se prodigó en hacer una gran celebracióny todo le salió muy bien. Desde la entrega de obras para la ciudad, hasta los festejos conmemorativos, todo se planteó para que sea un recuerdo inolvidable...y así lo esá siendo. En las calles el comentario general es sobre el bicentenario y todo lo que este festejo conlleva. A segundo plano pasaron los problemas de la epidemia de influenza, los temas políticos y toda demás noticia. Vanos fueron los esfuerzos de los medios de comunicación por buscarle fallas a los festejos, o a tratar de deslucirlos queriendo politizarlos. "Que Murillo fué un traidor, que se vendió a los españoles, que este no fué el primer grito libertario de América....en fin..." digan lo que quieran.....nosotros los paceños sabemos y conocemos quién dice y tiene la verdad y quienes son los que ahora manejan casi todos los medios de información del país.

Dejennós celebrar felices este magno acontecimiento....EL PRIMER GRITO LIBERTARIO DE AMERICA....a la cabeza de don Pedro Domingo Murillo se dió en LA PAZ con el levantamiento de todo el pueblo hace 200 años y punto.... Hoy celebramos el bicentenario y nos sentimos muy felices y orgullosos de aquello. Una vez más quedó demostrado que La Paz es la síntesis de la nacionalidad boliviana, acogiendo en su seno SIN DISTINCIONES a gente de los nueve departamentos que conforman nuestro país. Que nuestra tricolor se levante fuerte y poderosa....hace 200 años todo un pueblo fué capaz de decir BASTA....

miércoles, 15 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 9



EL KOLLA


De los habitantes de las ciudades que conozco, ninguno tan enigmático y distinto a los demás como el kolla. Es sin duda la esencia del ser boliviano, mantiene durante toda su vida sus costumbres y ama sus raíces profundamente. He aquí lo que nos cuenta Diez de Medina sobre el “estilo kolla”:

“El poblador de la hoya es incomprensible, parece no tener otra ley que su capricho. Muda bruscamente de ánimo, opera por la sorpresa. Gusta o disgusta definitivamente, ignora la media tinta. Aquí las leyes de convivencia, la amistad misma, se sujetan a constante alteración. Nada es estable. Se diría que manejar hombres en la hoya es como pretender esculpir montes, porque cada cuál se empina sobre su deseo con soberbia indiferencia de cima aislada; mas esas cimas se aproximan en firme solidaridad a la hora decisiva. Pueblo-cóndor, de vuelos y sopores increíbles. No proceden por reglas ni por hábitos, mas por medio de bruscas intuiciones. Nunca se puede saber que piensa el paceño, porque la reserva es el blasón del hombre andino…. El kolla es delicado, el kolla es rudo, el kolla es abierto y desconfiado a un tiempo mismo. Emprende las más difíciles tareas o se niega a realizar las más sencillas. Y un rasgo de lealtad signa sus actos, cuando se entrega, se entrega por entero; cuando recela su desvío es absoluto. Tiene la franqueza agresiva de sus montes o el desdén silencioso de sus insólitos vacíos. … Alma de mil pliegues y repliegues, accidentada como su contorno físico, el kolla es incomprensible al primer contacto. Callado, emprendedor, solitario, propenso a la hurañía por hábito de bastarse a si mismo y no por hosquedad congénita. A veces reconcentrado en sus ideas, esquiva el saludo, se pasa de largo rumbo a impenetrables fines: no quiere hablar con nadie. Pero esa soledad de montaña, que acumula fuerza y levantados ideales en silencio, suele estallar con plutónica energía; entonces el andino comunica aliento creador, es hondamente solidario con el drama humano, capitanea. Cargado de electricidad como la hoya, el paceño sabe cuando y como movilizará sus bríos retenidos; porque es fuego, el antiguo fuego cordillerano, el que circula por sus venas. En constante lucha con la naturaleza; organizando y modificando su morada; escalando cerros, sorteando quebradas, atajando tierras que se deslizan; enjaulando el río que socava la quebrada, el kolla quiere ser y hacer muchas cosas simultáneas; de aquí su aparente volubilidad, su mudanza de ánimo y de objeto, que en el fondo es ansia de huída y rebeldía frente al escenario trastornante. Por influjo del aire enrarecido, saturado de emanaciones eléctricas, tiene el andino nervios muy aguzados, siempre alerta, reactivos, aunque suele simular indiferencia. Sus humores prontos y mudables, delatan una mansedumbre aparente y una fiereza esencial.

Al desorden telúrico, corresponde la tempestad organizada del poblador. ¿Como explicar esos grandes movimientos humanos de Julio, el mes de los kollas, que sacude y da sentido a la historia nacional? Es el zarpazo de la tierra que el montañés lleva escondido y que una vez en marcha nada puede contener. Porque kolla es un anhelo de justicia, un viento de libertad, un ritmo de progreso; la energía latente que solo exige estímulos concretos para manifestarse. Por esto un buen conductor hará cosas muy grandes, con este pueblo fuerte y animoso que solo pide ser impulsado a grandes fines…. Estilo kolla es la fidelidad a la tierra, el culto religioso al ancestro, la pasión por el rincón donde se nace y se perece, aunque unas alas imperiosas piden vuelo rápido y certero a nuevos horizontes. Estilo kolla es la metálica dureza del que persiste en su tarea. Kolla, el hijo de la montaña, quiere decir también: el primero. Y aunque sus orígenes son tan remotos que nadie les divisa comienzo, kollao – tierra alta – quiere también significar antigüedad, sabiduría. Por eso se dice que el carácter nacional está templado en la fiereza kolla”:

martes, 14 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 8


EL TANGO ILLIMANI
Este tango se arraigó de tal manera en el alma del “chukuta” que ya son varias generaciones que lo escuchan, lo disfrutan y lo entonan sin siquiera darse cuenta de que es un tango o “música de viejos” como dice hoy la juventud. Sin embargo el tango Illimani ha sabido sustraerse de edades, posición social o gusto musical y todo buen paceño lo conoce, lo canta y lo disfruta. Lo escribió en letra y música Néstor Portocarrero a su retorno de la guerra del Chaco, cuando la juventud que retornaba del conflicto armado volvía con ideas y fuerza renovada para mejorar nuestro país. Aprendí a cantarla cuando tenía ocho años por que me gustó la parte del lago Titicaca, así que me la aprendí de memoria.
Aquí la letra de este bello tango:

ILLIMANI (TANGO BOLIVIANO)
Letra de Néstor Portocarrero
Música de Néstor Portocarrero

"Tierra mía, mi canción como un lamento
va en las noches desde ignota lejanía
y en sus versos el recuerdo hecho armonía
sollozando por el monte lleva el viento.

En tu cielo de un azul inmaculado
son tus flores de un perfume sin igual,
desde el lago Titicaca te han cantado
mil sirenas con sus voces de cristal.

Sopocachi...de mis sueños juveniles
quince abriles, quién volviera hoy a tener.
Miraflores, mi refugio dominguero
sólo espero a tu regazo volver.

Y cantar mi serenata
bajo tu luna de plata cerca del amanecer
y entre amigos con cerveza, disipar esta tristeza
y una nueva vida hacer."




lunes, 13 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 7

ZONA NORTE - PASAJE ARMENTIA




Con la hermosa foto de la casa de Murillo en la calle Jaen de la zona Norte de La Paz, paso a narrarles algo de mis vivencias durante tres años por esos lugares.

La zona Norte de La Paz, fué la tercera etapa en el peregrinar de vivienda de mi familia. Esta vez nos tocó arribar a la casa de mis abuelos maternos, en una casa bastante bonita ubicada en el Pasaje Armentia a pocos metros de la avenida del mismo nombre y a una cuadra del tradicional parque Riosihno. Nos tocó habitar una pieza grande con cocina, patio y jardín incluidos , bastante independiente, pero algo chico para mi familia que para ese entonces contaba ya con cinco componentes: mis padres, mis dos hermanas y yo. Allí vivímos durante tres años, desde 1968 a 1970 .

Esta zona se caracterizaba en aquellos años por ser cuna de artistas conocidos de nuestro medio como ser: las Hermanas Arteaga, las Hermanas Espinoza, Luis Gutierrez, Pepe Murillo, Carlos Palenque, Victor Hugo Leaño,Tito Peñarrieta y otros. También habitaban por allí figuras conocidas del teatro criollo como Agar Delós, la “chola Hortica”, Tito Landa, Tino Lozada y varios otros que se me escapan a la memoria. La cercanía de la radio Nueva América comandada por don Raúl Salmón, que en ese tiempo marcaba el rumbo de la radio-difusión también era un factor influyente para hacer de la zona norte, un sitio de reunión de artistas y bohemios. Recuerdo especialmente en la fecha de aniversario de la zona, las verbenas , shows y concursos que se llevaban a cabo en el parque Riosinho y que contaban con la presencia de casi todos los artistas del medio. Otro factor importante era la cercanía del teatro Municipal donde se llevaban a cabo todo tipo de actividades artísticas, desde teatro criollo hasta presentaciones de artistas internacionales de renombre e inclusive zarzuelas, operetas y comedias musicales. Todo ese “movimiento” artístico indudablemente tiene influencia en los pobladores de la zona y en mi persona, remarcaron mis gustos por la música , las artes y la radio.

Mi colegio en esos años, el American School, se había trasladado también a un nuevo y más grande local en la calle Junín y me quedaba a pocas cuadras de la casa por lo que el traslado era a pie, lo que conllevaba un mayor acercamiento hacia los amigos y compañeros de colegio vecinos de barrio. Por aquellos años la zona Norte tenía como frontera final “El Calvario”, más allá se extendía la vía férrea hacia los Yungas y lo demás estaba descampado. Con los amigos de colegio organizamos diversas excursiones hacia esos sitios y llegamos hasta las cuevas del “Sambo Salvito” y a los cerros llamados “Los Cinco Dedos” en caminatas notables plenas de aventura y emociones.

Todas estas situaciones hicieron que aquellos tres años en el Pasaje Armentia, fueran para mi inolvidables y aprendí a querer mucho, demasiado quizas, a esa zona que forjó mi carácter en el paso de la adolescencia hacia la juventud.

sábado, 11 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 6



Lago Sagrado milenario, fuente de leyendas e historias que con tu magnetismo me enamoraste para siempre, tu también eres parte de La Paz, eres parte increíble de mi La Paz hermosa, igual que esas montañas nevadas que parecen adornarte al fondo, para que tu belleza sea incomparable.

“Titikaka es el lago del orígen y del fin de las cosas. Es la fuente, la “pakarina” ancestral que hace surgir el mundo con sus luminares y sus seres. En el Día del Ojo – el primer día – en el omnisciente “Nayra-Uru”, cuando todo estaba envuelto en agua y bruma, surgió el astro de la Roca Sagrada y voló al cielo para alumbrar al mundo”.
“La Isla Mayor da nombre al lago: es el Peñón del Puma, donde el antiguo rindió culto totémico al felino. Mas “Titikaka” morada del puma, es también peñón del mundo. Y los nombres de la isla forman un archipiélago sin término. Y se llamó “Inti-Kala-Canna”, peldaño por donde sube el sol. Y “Titi-Tata”, padre del estaño vivificante. Y “Thiti-Pata”, el lloro universal. Luego “Itikaka", peña sacra de los pueblos telúricos. Más tarde “Titikala”, cuando el culto de la tierra se cambió por los ritos del tótem. Y fué después “Intikarka”, el adoratorio del Astro de los Días. Y eran tres las deidades lacustres: es Sol, el Trueno y el Relámpago y las tres tuvieron altares primitivos….. Dioses, rayos y naciones surgen de la Isla Mayor. Como el mítico “Manco Kapac” que aparece en el centro del lago para fundar dinastía y cultura de tipo agrario-militar. Y el propio “Wiracocha” numen creador y ordenador, para manifestarse a los seres, brota de la tempestad lacustre; y terminada su obra terrena se hunde lentamente en el zafiro de sus aguas. “Titikaka” lago y peñón, es en verdad el ámbito y el centro de la mitología andina….irradia verdad, esparce maravillas”.

Y surge la hermosa leyenda narrada magistralmente por Diez de Medina en “Nayjama”, la cuál dice:
“En el principio era el Mar….. Pero un día los titanes removieron el abismo; y fué la acción. Las legiones terrestres se precipitan contra los ejércitos acuáticos. La roca airada se revuelve como espada flamígera contra la gran culebra líquida que, dividida en mil pedazos, recompone sin tardanza sus elásticos anillos. Aquí los montes encabezan audaces ofensivas; allá las olas repelen y acometen sin descanso. Si un cerro quiere erguir cabeza, las trombas de agua lo cercenan, volviéndolo al abismo. Si avanza un muro líquido, lo abate la tempestad telúrica. Saltan los continentes en islas y los mares en espuma….La espada terrestre hiere rapidísima; la culebra marina recompone sin tardanza. ¡Combate de las tierras y las aguas!…. Al bramido de las masas rocosas responde el vértigo de los remolinos acuáticos. Caen las olas como decapitadas torres, se insumen las montañas cual arenas. Entonces fué que los aires y los fuegos decidieron terciar en la contienda: ígneos escuadrones, huestes huracanadas, revueltas muchedumbres subterráneas….Y cuando piedra, fuego, lava, cima, viento y cuarzo fueron una sola masa incontenible lanzada hacia lo alto, acrecentóles la tajante furia del torbellino circular que desplazándose, desplaza. ¡Misterio de soles y de átomos! Una vez más se cumplió la ley cósmica: viene el nacer de un perecer, y el alternar de las formas del contrastar de las esencias. Del trágico pavor del mar surgió el dramático esplendor de la tierra. Bramando se alejaron las cordilleras del agua, rugientes se afirmaban las telúricas trombas. Rota la líquida llanura emergieron rudos montes, suaves playas, bosques y desiertos sin límite. Vencido quedo el mar por la irrupción terrena. Cuando el Genio de la Tierra revistaba sus legiones vencedoras, ordenaba simultáneamente el orbe andino. Asentó las tierras bajas, abrió cauce a los ríos, moldeó los valles en la aspereza de la sierra. Con casquetes de plata, cerró las bocas ígneas de su poderosa artillería. (El “Chachacomani”, el “Isluga”, el “Huallatiri”, el “Sajama” y el “Tacora”, los volcanes de la Cordillera Madre, recuerdan todavía la lucha formidable). Y su hazaña más alta se vierte así. Cruzaba el carro huracanado frente a las montañas más intrépidas, aquellas que crecían hacia el astro desde el rapto profundo del abismo, cuando el Vencedor, tocado por la pesadumbre de su gloria profirió estas palabras: - ¡Detente, oh Cordillera! Y el Ande Fué. Y la nieve, el basalto y la traquita petrificaron la gesta cosmogónica. Derrotado, el demiurgo líquido habló a su vez: - Ganaste parte de mis reinos, mas algo debe recordar la lucha. ¿Puedo dejar mi rastro en lo perdido? Y respondió el Vencedor: – Sea tu rastro en medio a mi grandeza –. Y el “Titikaka”, el Lago Sagrado de Los Andes, es la celeste lágrima que derramó el genio del mar cuando las cordilleras subieron del abismo”.
“Titikaka” es fuente de energía, hálito de superación. Es “samiri”: levanta al decaído y al postrado. Y todo aquel que se hunde en el hechizo de sus aguas, se baña también en el misterio de las antiguas teogonías. Y sale puro, fuerte y animoso, como si hubiera asistido al nacimiento del mundo desde las islas venturosas que acaricia el mar sagrado.

jueves, 9 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 5

EN LA CALLE MURILLO

Así se veía la Iglesia de San Francisco el año 1965 cuando mi familia se trasladó a vivir a una vivienda de la calle Murillo: entre Sagárnaga y Santa Cruz, casi detrás de la Iglesia.
La casa era propiedad de la tía de mi madre, quién venía a ser mi tía-abuela o algo así. Allá teníamos más comodidad y más privacidad que en el conventillo de la Chuquisaca y durante los dos años y algo más que duró nuestra permanencia allí la pasamos bastante bien.
Teníamos un patio amplio donde podía jugar pero no había con quién (paradojas de la vida). Creo que fue allí donde comencé a acostumbrarme a organizar y realizar mis juegos yo solo y descubrí que era bastante divertido no depender de otras personas para jugar con lo que yo quería y de la manera que a mi me parecía. También esa época sirvió para entablar una amistad mas fuerte con mis amigos de curso del colegio donde yo estudiaba (American School).

Vivir en una zona tan céntrica y populosa me sirvió para aprender a conocer a la clase media particularmente que en esas épocas estaba en franco crecimiento. Estando a pocas cuadras de las calles Tumusla, Illampu, del Mercado Negro, de la Garita de Lima me enseñó a conocer todo el movimiento campesino que ocurría en aquellas populosas zonas y el franco crecimiento que comenzaba en la clase popular, que de ser pobres comerciantes y artesanos, se convertirían luego en grandes comerciantes e industriales que pasarían a ser la nueva clase media de la sociedad. Esto ocurriría años más tarde. Por la puerta de atrás teníamos salida directa a la famosa calle Linares o la “calle de las brujas” donde se vendían todo tipo de productos para “challas” y brujerías.

También se templó mi religiosidad con la cercanía del templo de San Francisco, en la Tercera Orden Franciscana conocí algunos amigos y era infaltable a la misa de los domingos, donde mi hermana Sylvia paso a conformar el coro juvenil de la Iglesia. Recuerdo bien que fuimos en peregrinación al santuario de Copacabana con la feligresía de San Francisco, lo cuál fue una experiencia inolvidable para mi y para mi fe.
Seguimos manteniendo aquellos años la costumbre de “la matinal” de los Domingos pero ahora teníamos más cines para elegir, estaban aparte de nuestros conocidos Universo y México, el Princesa, el París, el Scala, el La Paz, el Bolivar y todos nos quedaban relativamente cerca. Empezaron a ponerse mucho más de moda las comedias musicales, recuerdo bien películas de Joselito, Marisol, Pili y Mili, y otros que venían de la Madre Patria o de México preferentemente. También empiezan a ponerse de moda las “pelis” de Palito Ortega y Leo Dan junto con su música que se escucha en todas las radios.

martes, 7 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 4

LA HOYADA PACEÑA

“Quién te conoce no olvida jamás…..”

La Paz nunca deja de sorprender: las veces que tuve que abandonar la ciudad por algún tiempo, al retornar, siempre me ocurrió que la veía como si fuese la primera vez. Con esa hoyada profunda llena de edificios modernos y las laderas con sus casitas de barro y calamina que parecen suspendidas en el aire alrededor de la gran olla. La vista nocturna es particularmente espectacular. La última vez que retorné me sorprendió ver desde el avión como había crecido la ciudad de El Alto. Y cuando vi la ciudad y al fondo su hermoso Illimani, se me encogió el corazón y me pregunté porque tuve que abandonarla? Pero aquí está nuevamente este hijo tuyo que se siente parte íntima de esta ciudad que lo vio nacer y crecer. La Paz ¿cuanto te quiero….!

“Imaginad una ciudad rarísima, frontera de los hielos y los trópicos. Arriba un coro de montañas; abajo la hoya vertiginosa. A poco andar el manto de agua del Titikaka. A cortas leguas los paños verdes de los Yungas. El arquitecto geológico trabajo con tal astucia que no se alcanza el embrollado plan de la fábrica telúrica; es el reino del contrasentido, el orden mágico del desorden. La perfecta horizontalidad de la meseta se contrapone al orden vertical de la Cordillera; y entre el muro montuoso y la mesa altiplánica hay una tal riqueza de accidentes , que la mirada se pierde en la variedad del panorama. El paisaje es tan singular, tan extraño, ofrece tales acicates de atracción y sugestión, que se diría el sueño de un escultor modelando el estallido de un cometa, o el místico terror de un visionario hundido en la tormenta de los mundos. Desde la planicie, la ciudad ofrece la fina delicia visual de un cuento de hadas: castillos de nieve, gozosas arboledas, casas y calles como madrigueras microscópicas reptando por el monte. El aire enrarecido, delgadísimo, hurta la perspectiva, lo define y aproxima todo, al punto que la colosal juguetería parece al alcance de las manos…..El anfiteatro paceño evoca las grandes síntesis humanas. En la hoya el espacio abierto está como sujeto entre la cavidad y las montañas; se siente al Genio del Aire respirar entre altíismas rocas: jadea. Más si el espacio está como amurallado entre casquetes y envuelve en el vértigo de su propia revolución aérea a las cosas, el hombre es al mismo tiempo prisionero y señor del espacio. Nadie tuvo cárcel más extraña, nadie dominio más espléndido. El paceño es hijo del monte y de los aires: permanece inmóvil con fiereza roquera, con soberbia indiferencia; o estalla bruscamente y se dispara hacia la acción como el viento libre de las punas que corre sin obstáculos. Desde el monte escarpado se mira un cielo más vasto, una tierra más honda, una cordillera más enhiesta. Solo así suspendido entre cielo y tierra, siente uno el pavor y la embriaguez de la oquedad paceña: el vacío en una corona de montañas. Lo grave del vacío, alterna con lo agudo del contorno. Es la armonía de los contrarios, el difícil equilibrio de un subir y un caer que son únicamente formas del enigma. Por eso el paceño es la criatura hermética de una colosal desarmonía….

…Hoya paceña: profunda y tierna como el canto del hoyero que la exalta”. (Extraido de Nayjama de Fernando Diez de Medina”.

domingo, 5 de julio de 2009

Por el Bicentenario....Bolivar otra vez campeón




Que grande Bolivar….como homenaje al bicentenario del grito libertario de la ciudad de La Paz, le regala a su ciudad un nuevo título. CAMPEON del Apertura 2009. Que mejor homenaje para nuestra querida ciudad? En La Paz el 50% más uno de la hinchada es bolivarista y ahora festeja este título. La Paz se viste de celeste en este Julio del bicentenario, su equipo más grande, el que más lauros le dio, vuelve a su vieja y querida costumbre de ser campeón. La hazaña se consumó en Trinidad, cuando parecía que el título se le escapaba de las manos, el negrito de la suerte Charles Da Silva se reencontró con la red y marco el 2-1 final con el que concluyó el encuentro. Ahora salgamos al Prado Paceño a gritar a todo pulmón…..OTRA VEZ….OTRA VEZ CAMPEON……



Mis recuerdos de La Paz 3

MIS PRIMEROS AÑOS



Con esta formidable vista panorámica de La Paz de los años 40 paso a contarles lo que fueron mis primeros diez años en esta bella ciudad.


Nací a mediados de la década del 50 cuando mis padres vivían en la casa de mis abuelos paternos, allá en la calle Chuquisaca # 25 entre las calles Pando y Pucarani. La casa quedaba para más datos a dos casas del famoso cine Mignon y a escasas tres cuadras de la Cervecería Boliviana Nacional. Era un lugar bastante céntrico ya que estaba a cuatro cuadras de la plaza Alonso de Mendoza y cinco de la Pérez Velasco, siendo por tanto un barrio bastante popular.
Era una antigua casona tipo “conventillo” de dos plantas y que tenía por acceso un zaguán a la manera de los conventillos de la época, como lugar de descanso para los campesinos que traían sus cosechas para los patrones en determinadas épocas del año. Cuando los campesinos llegaban con sus productos, casi siempre se quedaban a pernoctar dos o tres días y en las noches se juntaban haciendo un círculo y acullicando su coca se ponían a conversar en ese su idioma tan dulce y tan desconocido para mi. A fuerza de escucharlos y tratar de comprender aprendí algunas palabras en aymara y cada vez quería aprender más.


La casa tenía un patio principal y a la derecha las gradas que conducían a la segunda planta. En esa casa llegamos a habitar hasta seis familias (unas 25 personas) y como dato curioso puedo indicar que tenía un solo baño. Recuerdo que la familia más numerosa de aquél conventillo eran los Zapata que eran nueve miembros: los esposos y siete hijos, cinco de los cuales eran varones y tres de ellos más o menos de mi misma edad con los cuales compartía las horas de juego, que dadas las condiciones de habitabilidad, eran bastantes. Los juegos de la choca, el trompo y las bolitas era nuestros preferidos, pero también remontábamos voladores y emulábamos a los “cow boys” (coboys que decíamos nosotros) que estaban muy de moda por esos días. Motivo de esto eran las famosas “matinales” de los domingos, en las cuales se proyectaban películas exclusivamente para niños entre las que se destacaban esas de “coboycitos”. Como teníamos varios cines circundantes (El Mignon ya nombrado, el Universo, el México) nuestra elección para los domingos era difícil pero siempre satisfactoria. Para esas épocas también se empezó a imponer el cine Mexicano y particularmente las películas de “Santo” un enmascarado luchador que hacía las delicias de los niños y hacía volar nuestras fantasías. Los sábados y domingos eran días de fiesta para los chicos del conventillo, ya que siempre llegaban visitas de alguna de las familias y se armaban pequeñas fiestas o reuniones en el patio, mientras los más pequeños nos juntábamos a jugar ya sea en el zaguán o en la calle que no ofrecía ningún peligro. Habían oportunidades en las que nos reuníamos hasta 15 chicos para jugar el “pasara-pasara mi barquito”, “arroz con leche”, y otras rondas infantiles. A las chicas les gustaban estos juegos, en cambio los varones queríamos jugar el “chorro-morro” o un buen partido de futbol. Era el único día en que podíamos jugar hasta pasadas las ocho de la noche.

Los domingos en la mañana la obligada cita con el cine matinal, previa evaluación de las películas que ofertaban los distintos cines cercanos a la casa. Casi siempre coincidíamos los varones en una buena “peli de cachascan” o de “coboycitos” y las mujeres en películas musicales o románticas. En el cine México aprendí a conocer a Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía, Luis Aguilar, Antonio Aguilar, Flor Sivestre, Lucha Villa, Jorge Negrete y tantos otros ídolos del país mexicano, comencé a conocer el nuevo movimiento musical que se estaba formando con películas de Enrique Guzmán, Cesar Costa y Angélica Maria, Los Teen Tops y muchos más.
Lo mejor de todo era la fiesta de Alasitas que se llevaba a cabo en la Avenida Montes por aquellos años, entonces nos quedaba como quién dice a la mano y escapábamos con los demás muchachos toda vez que podíamos. Allí aprendí a jugar las famosas “canchitas” y a apostar en las “figuras con dados” y hasta me animaba algunas veces al “tiro al blanco”.


Lindos tiempos aquellos que me tocó vivir en el conventillo de la Chuquisaca, el cuál tuvimos que abandonar luego de la muerte de mis abuelos.

viernes, 3 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 2

EL NEVADO ILLIMANI (En el Bicentenario del grito Libertario de La Paz)

Sin lugar a dudas nuestro coloso guardián de la ciudad de La Paz: el nevado Illimani, es fuente de inspiración para poetas, pintores, escritores y músicos. Tantas cosas hermosas se hablaron de él, tantas leyendas se tejieron en su nombre. Basta ver a la enorme montaña con sus blancos e imponentes nevados para asombrarse y tener respeto y miedo por la tremenda mole.
Illimani: El Resplandeciente – dice una leyenda kolla. Illimani: El de las Aguas Múltiples – refiere otra. Illimani: El más grande de los Cóndores explica una tercera.


Aquí lo vemos en toda su majestuosidad en una imagen nocturna tomada en el plenilunio demostrando todo su portento.

Así nos lo describe Fernando Diez de Medina en su libro “Nayjama”:

“Cada día, cuando la colorada aurora enciende el aire diáfano, un dios misterioso y lejano se alza en su trono de nieves. Allí nacen los corceles del Sol. Allí brincan las yeguas sombrías de la Luna. Y los alborotados vientos que corren y se esparcen por la hoya, detienen su carrera huracanada al pie de la olímpica escultura. Si caminamos todo el día, un titán nos acompaña frente a frente. Si soñamos por la noche, un paredón fantasmal estremece nuestro sueño. Una vuelta en su rededor equivale a llenar la órbita de un mundo. Si bajamos, El se aminora; si subimos, El se acrecienta; si estamos quietos, El nos invade con alteza y pesadumbre de cumbre. Monte Nevado: el longuividente, porque lo mira y señorea todo”.
Para continuar con el relato de esta bella leyenda:
“Refieren los místicos relatos de la antigüedad que en el Primer Amanecer, cuando las cosas se movían para tomar posición en el cosmos, un Cóndor colosal vino a posarse sobre el dorso de la Cordillera Real para dirigir la organización del mundo andino. Como el proceso de integración de los elementos marchaba lentamente, el Cóndor alzaba vuelo en el crepúsculo, cuando las estrellas toman silenciosa guardia, y se alejaba hasta perderse en el hondo cielo. Volvía en los amaneceres, desaparecía a la caída de las sombras. Así por espacio de muchos “Pachakuti”, los ciclos de mil años, que anuncian la destrucción de un mundo y el surgimiento de otro nuevo. Porque el orbe andino está naciendo, está pereciendo, está renaciendo sin descanso. Regresa y se transmuda inexorablemente. Pero un día de días, cuando “Wiracocha”, el dios sutil, juzgó terminada su tarea ciclópea, cuando cada masa, cada línea, cada objeto ajustaron en la inmensa arquitectura, quiso que el mensajero alado atestiguara su grandeza. Y en la Ultima Noche de la Hechura, el momento en que las cosas se fijaban para siempre en su inmutable geometría, dispuso que el Cóndor Resplandeciente se incorporase a la belleza del paisaje. Y el ave fabulosa abatió sus alas titánicas sobre el triple poderío del basalto, del granito y de las rocas eruptivas. Y la nieve cayó de lo alto con su dosel de armiño. Y esas tres cimas que subyugan la mirada india con el doble hechizo de su altanería y mansedumbre, son en verdad la cabeza del cóndor en acecho, y las alas inmensas en actitud de remontarse. Parece un promontorio superpuesto sobre un zócalo de montes: lo que se empina en lo empinado. Porque no es el macizo que surge lentamente, abriéndose paso a través de una intrincada geogenia, sino la maravilla celeste que se precipita de lo alto, como un penacho heráldico en la atormentada Cordillera. Así lo dispuso “Wirakocha”. Y el más grande de los cerros, es también el Más Grande de los Cóndores. Nadie le gana en estatura ni hermosura. Es el caudillo del Ande. “Mallku Kaphaj” – cóndor poderoso –. Un nevado hermosísimo es el guarda de las horas que se fueron y el amo de las horas que vendrán. Montaña de montañas. Sacra grandeza inmóvil. Quién la vió una vez, la lleva en su corazón. Quién la vió muchas, es ya criatura de su arcano. Porque “Illimani” – cosa eterna – es para siempre!”.

miércoles, 1 de julio de 2009

Mis Recuerdos de La Paz 1

En este mes de Julio en que se recuerda el bicentenario del grito libertario del pueblo de La Paz, dedicaré todo el mes a hacer un recuento de mis mejores recuerdos de esta sin igual ciudad que me vio nacer.


“….y pueblo de paz fundaron para perpetua memoria”

La ciudad de La Paz, ubicada aproximadamente a 3,800.- metros sobre el nivel del mar, es sin duda la más bella y espectacular de Bolivia. Ubicada en una especie de hoyada que cobija la ciudad y vigilada por el majestuoso Illimani que pareciera estar siempre pendiente y vigilante de los sucesos ciudadanos.
Esta ciudad es la más cosmopolita del país y es el único lugar donde se cobijan a todo tipo de ciudadanos tanto de otras ciudades de Bolivia como de otros países, sin que la gente les esté haciendo la molesta pregunta que hacen en otras regiones: “Y tú de donde eres?” En La Paz pasan desapercibidos indios, criollos y mestizos, blancos y negros, rubios y amarillos; nadie se preocupa del origen o de la procedencia de la persona, lo importante es que está allí, habitando en esa ciudad en ese momento y lo demás no interesa, para todos es un “paceño” más. Una prueba de ello es que hay y han habido alcaldes, concejales, prefectos, corregidores y otro tipo de autoridades, procedentes de los otros departamentos del país, sin que nadie haga problema por ello. En cambio la regla inversa no se cumple en algunos departamentos como Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando y Chuquisaca, donde ven al paceño con recelo y rabia cuando su único pecado es ser orgulloso de su raza y trabajador como el solo.
Pero La Paz no es solamente la hoyada y el Illimani: es también El Alto, Los Yungas, El lago Titicaca, Sorata, Copacabana, Apolo, Puerto Acosta, Charazani y tantos sitios hermosos que conforman su geografía.

Nací en esta ciudad durante la década del 50 y aquí viví innumerables aventuras, historias y anécdotas que trataré de compartirlas durante todo este mes. Espero que mi memoria no me traicione y pueda reflejar lo mejor que viví en esta “OH Linda La Paz”. Estuve ausente durante diez años de su seno, pero aquello solo sirvió para acrecentar el inmenso cariño por esta tierra que me parió, me amamanto y nutrió. Trataré de pagar tanta generosidad contando lo mejor de ella.