martes, 31 de julio de 2012

Hasta pronto querido Wolf



Querido y fiel amigo….catorce años nos acompañaste en la familia y te hiciste tan parte nuestra, que ahora duele decir adiós, por eso prefiero decir hasta pronto… Sé que en algún lugar nos reencontraremos y volveremos a ser los inseparables compañeros que fuimos en los últimos años. Te fuiste a retozar allá a las nubes, seguramente ahora estás en compañía de Shakira nuestra Husky hembrita que falleció antes que tú. No sabes la falta que nos hace tu compañía, te extrañamos mucho y lloramos tu ausencia.










Encontré un hermoso poema de Pablo Neruda y lo pongo ahora como un homenaje a quién supo ser el amigo y compañero fiel de nuestra familia. Siempre te recordaremos como al mejor….porque así lo fuiste…. Hasta pronto viejo lobo….



Mi perro ha muerto (Pablo Neruda)

Mi perro ha muerto.
Yo sé que se juntará conmigo alguna vez.
Ahora él ya se fue con su pelaje,
su mala educación, su nariz fría.

Y yo, materialista que no cree
en el celeste cielo prometido
para ningún humano,
para este perro o para todo perro
creo en el cielo, sí, creo en un cielo
donde yo no entraré, pero él me espera
ondulando su cola de abanico
para que yo al llegar tenga amistades.

Ay, no diré la tristeza en la tierra
de no tenerlo más por compañero
que para mí jamás fue un servidor.
Tuvo hacia mí la amistad de un erizo
que conservaba su soberanía,
la amistad de una estrella independiente
sin más intimidad que la precisa,
sin exageraciones:
no se trepaba sobre mi vestuario
llenándome de pelos o de sarna,
no se frotaba contra mi rodilla
como otros perros obsesos sexuales.

No, mi perro me miraba dándome la atención necesaria
la atención necesaria
para hacer comprender a un vanidoso
que siendo perro él,
con esos ojos, más puros que los míos,
perdía el tiempo, pero me miraba
con la mirada que me reservó
toda su dulce, su peluda vida,
su silenciosa vida,
cerca de mí, sin molestarme nunca,
y sin pedirme nada.

No hay adiós a mi perro que se ha muerto.


JEAC.







domingo, 29 de julio de 2012

El negro

Una bonita historia tomada de la vida real y que refleja los prejuicios aún existentes en nuestra sociedad sobre los colores de la piel.

“Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja.
De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta.
Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta.
Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: "Pero qué chiflados están los europeos".

Rosa Montero-Escritora Española.

JEAC.

miércoles, 25 de julio de 2012

El celular de Hansel y Gretel (Parte III)


Final)
La bruja del clásico Blancanieves no consultaría todas las noches al espejo sobre 'quién es la mujer más bella del mundo', porque el coste por llamada del oráculo sería de 1,90 la conexión y 0,60 el minuto; se contentaría con preguntarlo una o dos veces al mes. Y al final se cansaría.

También nosotros nos cansaríamos, nos aburriríamos, con estas historias de solución automática. Todas las intrigas, los secretos y los destiempos de la literatura (los grandes obstáculos que siempre generaron las grandes tramas) fracasarían en la era de la telefonía móvil y del wifi.

Todo ese maravilloso cine romántico en el que, al final, el muchacho corre como loco por la ciudad, a contra reloj, porque su amada está a punto de tomar un avión, se soluciona hoy con un SMS de cuatro líneas.

Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicación que nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares. No hay que dejar bolitas de pan en el bosque para recordar el camino de regreso a casa. La telefonía inalámbrica -vino a decirme anoche la Nina, sin querer- nos va a entorpecer las historias que contemos de ahora en adelante. Las hará más tristes, menos sosegadas, mucho más predecibles.

Y me pregunto, ¿no estará acaso ocurriendo lo mismo con la vida real, no estaremos privándonos de aventuras novelescas por culpa de la conexión permanente? ¿Alguno de nosotros, alguna vez, correrá desesperado al aeropuerto para decirle a la mujer que ama que no suba a ese avión, que la vida es aquí y ahora?

No. Le enviaremos un mensaje de texto lastimoso, un mensaje breve desde el sofá. Cuatro líneas con mayúsculas. Quizá le haremos una llamada perdida, y cruzaremos los dedos para que ella, la mujer amada, no tenga su telefonito en modo vibrador.

¿Para qué hacer el esfuerzo de vivir al borde de la aventura, si algo siempre nos va a interrumpir la incertidumbre? Una llamada a tiempo, un mensaje binario, una alarma. Nuestro cielo ya está infectado de señales y secretos: cuidado que el duque está yendo allí para matarte, ojo que la manzana está envenenada, no vuelvo esta noche a casa porque he bebido, si le das un beso a la muchacha se despierta y te ama. Papá, ven a buscarnos que unos pájaros se han comido las migas de pan.

Nuestras tramas están perdiendo el brillo -las escritas, las vividas, incluso las imaginadas- porque nos hemos convertido en héroes perezosos.

Hernán Casciari.

JEAC.

domingo, 22 de julio de 2012

El celular de Hansel y Gretel (Parte II)

(Continuación)

La Niña, sin darse cuenta, me abrió anoche la puerta a una teoría espeluznante: la telefonía inalámbrica va a hacer añicos las viejas historias que narremos, las convertirá en anécdotas tecnológicas de calidad menor.
Con un teléfono en las manos, por ejemplo, Penélope ya no espera con incertidumbre a que el guerrero Ulises regrese del combate. Con un móvil en la canasta, Caperucita alerta a la abuela a tiempo y la llegada del leñador no es necesaria. Con telefonito, el Coronel sí tiene quién le escriba algún mensaje, aunque fuese spam. Y Tom Sawyer no se pierde en el Mississippi, gracias al servicio de localización de personas de Telefónica. Y el chanchito de la casa de madera le avisa a su hermano que el lobo está yendo para allí. Y Gepetto recibe una alerta de la escuela, avisando que Pinocho no llegó por la mañana.

Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicación. Han podido existir gracias a la ausencia de telefonía móvil.

Ninguna historia de amor, por ejemplo, habría sido trágica o complicada, si los amantes esquivos hubieran tenido un teléfono en el bolsillo de la camisa.

La historia romántica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare) basa toda su tensión dramática final en una incomunicación fortuita: la amante finge un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdón por el spoiler). Si Julieta hubiese tenido teléfono móvil, le habría escrito un mensajito de texto a Romeo en el capítulo seis:

M' HGO LA MUERTA,
PERO NO TOY MUERTA.
NO T PRCUPES NI
HGAS IDIOTCS. BSO. X=D+

todo el grandísimo problemón dramático de los capítulos siguientes se habría evaporado. Las últimas cuarenta páginas de la obra no tendrían gollete, no se hubieran escrito nunca, si en la Verona del siglo catorce hubiera existido la promoción 'Banda ancha móvil' de Movistar.

Muchas obras importantes, además, habrían tenido que cambiar su nombre por otros más adecuados. La tecnología, por ejemplo, habría desterrado por completo la soledad en Aracataca y entonces la novela de García Márquez se llamaría 'Cien años sin conexión': narraría las aventuras de una familia en donde todos tienen el mismo nick (buendia23, a.buendia, aureliano_goodmornig) pero a nadie le funciona el Messenger.

La famosa novela de James M. Cain -'El cartero llama dos veces'- escrita en 1934 y llevada más tarde al cine, se llamaría 'El gmail me duplica los correos entrantes' y versaría sobre un marido cornudo que descubre (leyendo el historial de chat de su esposa) el romance de la joven adúltera con un forastero de malvivir.

Samuel Beckett habría tenido que cambiar el nombre de su famosa tragicomedia en dos actos por un título más acorde a los avances técnicos. Por ejemplo, 'Godot tiene el teléfono apagado o está fuera del área de cobertura', la historia de dos hombres que esperan, en un páramo, la llegada de un tercero que no aparece nunca o que se quedó sin saldo.

En la obra 'El jotapegé de Dorian Grey', Oscar Wilde contaría la historia de un joven que se mantiene siempre lozano y sin arrugas, en virtud a un pacto con Adobe Photoshop, mientras que en la carpeta Images de su teléfono una foto de su rostro se pixela sin remedio, paulatinamente, hasta perder definición. (Continuará…)

Hernán Casciari.

JEAC.

jueves, 19 de julio de 2012

El celular de Hansel y Gretel (Parte 1)

Encontré este bonito artículo y decidí publicarlo pero debido a su extensión, me pareció prudente hacerlo en tres entregas; aquí va la primera:

Anoche le contaba a mi hijita Nina un cuento infantil muy famoso, el de Hansel y Gretel de los hermanos Grimm.
En el momento más tenebroso de la aventura, los niños descubren que unos pájaros se han comido las estratégicas bolitas de pan, un sistema muy simple que los hermanitos habían ideado para regresar a casa. Hansel y Gretel se descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer. Mi hija me dice, justo en ese punto de clímax narrativo: 'No importa. Que lo llamen al papá por el celular'.
Yo entonces pensé, por primera vez, que mi hija no tiene una noción de la vida ajena a la telefonía inalámbrica. Y al mismo tiempo descubrí qué espantosa resultaría la literatura -toda ella, en general- si el teléfono móvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro años.
Cuántos clásicos habrían perdido su nudo dramático, cuántas tramas hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qué fácil se habrían solucionado los intríngulis más célebres de las grandes historias de ficción.
Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica, en cualquiera que se le ocurra. Desde la Odisea hasta Pinocho, pasando por El viejo y el mar, Macbeth, El hombre de la esquina rosada o La familia de Pascual Duarte. No importa si el argumento es elevado o popular, no importa la época ni la geografía. Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica que conozca al dedillo, con introducción, con nudo y con desenlace.
¿Ya está?
Muy bien. Ahora ponga un celular en el bolsillo del protagonista. No un viejo aparato negro empotrado en una pared, sino un teléfono como los que existen hoy: con cobertura, con conexión a correo electrónico y chat, con saldo para enviar mensajes de texto y con la posibilidad de realizar llamadas internacionales cuatribanda.
¿Qué pasa con la historia elegida? ¿Funciona la trama como una seda, ahora que los personajes pueden llamarse desde cualquier sitio, ahora que tienen la opción de chatear, generar videoconferencias y enviarse mensajes de texto? ¿Verdad que no funciona un carajo? (Continuará).
Hernán Casciari.

JEAC.

lunes, 16 de julio de 2012

La noche del 16 de Julio

La noche en que la libertad se manifestó (Eduardo García Cárdenas)

La noche del 16 de Julio de 1809, mientras se llevaba a cabo la procesión de la virgen del Carmen, se produjo el desborde popular que culminó con una agitada sesión del Cabildo que ordenó la prisión del intendente Tadeo Dávila y pidiendo la renuncia del obispo Remigio de la Santa y Ortega, ambos acusados de ser favorables a Carlota Joaquina.
Esa misma noche el pueblo tomó el cuartel de la milicia local y se apoderó de las armas de fuego. La multitud tomó las decisiones del Cabildo, confiando el mando militar a Pedro Domingo Murillo, como subjefe designó a Pedro de Indaburo. También decidió convertirse en "Cabildo Gobernador", instancia máxima de la revuelta.
A los pocos días se habían organizado dos compañías de caballería de 50 hombres cada una, compuestas por españoles, criollos y soldados negros. Su divisa era "por la religión, la patria y el rey, morir o vencer". Esta fuerza militar inicial, creció rápidamente y se estima que llegó a 10 compañías de infantería y caballería hasta formar un respetable ejército de 1,400 hombres. Uno de sus comandantes era el gallego Antonio Castro.
Los insurrectos quemaron la lista de deudores a las cajas reales y extrajeron de estas, dinero para repartirlo entre el pueblo. De la cercana población de Huarina se movilizaron 400 aymaras para impedir la fuga del obispo La Santa.
Por último el Cabildo, con las firmas de Francisco Yanguas, José Ramón de Loayza y José Domingo Bustamante, dispuso la elaboración de un plan de gobierno, que fue aprobado en la sesión del 24 de Julio.
Cabe destacar que la junta paceña, conocida históricamente como Junta Tuitiva, entre sus cualidades revolucionarias, en ningún momento menciona el nombre de Fernando VII, el Rey cautivo. Sus expresiones se dirigen a "defender y sostener los derechos de la América contra las injustas pretensiones de la princesa del Brasil y de las seducciones que las potencias extranjeras pueden conmover los ánimos de sus habitantes".
La primera resolución del plan de gobierno es dejar de enviar dinero a Buenos Aires, importante manifestación de rebeldía al poder virreinal. Seis meses antes de la revolución, en Septiembre de 1808, el virrey Liniers, impuso una contribución de 1.042.000 pesos que debían ser satisfechos por 22 de las ciudades de su jurisdicción; las cuotas más altas correspondían a Potosí y La Paz, que tendrían que aportar con cien mil pesos cada una. Los revolucionarios tomaron recaudos para que se cumpla la resolución de no mandar el dinero.
El "Reglamento de Tropas" de la Junta Tuitiva dispuso "interceptar todos los conductos por donde se hacen estas erogaciones" y montaron guardia para evitar cualquier erogación clandestina. A la semana Indaburo se enteró que en Achocalla, el subdelegado Ramos tenía 25.000 pesos para llevar a Buenos Aires en su recua, fue tomado preso y el dinero decomisado.
A la hora de los juicios, esta prohibición de llevar dinero a la capital virreinal, fue una de las principales acusaciones para condenarlos a la horca, la sentencia dice: "ayudaban a agravar los males que padece Europa con el falo inviolable de que no saliera dinero para Buenos Aires". 

JEAC.

viernes, 13 de julio de 2012

Cansancio

Un hermosísimo poema de la inmortal poetisa Argentina Alfonsina Storni que nos habla de lo que todos tenemos alguna vez…el cansancio… Huelgan los comentarios.

Cansancio (Alfonsina Storni – La inquietud del rosal)

Todos, todos tenemos una hora cobarde,
una hora de hastío cuando muere la tarde.

Cuando se va el amigo que nos trae calor,
el amigo de oro, el mago gestador.

Cuando se juntan todas las impresiones malas
y el alma es un tejido de finísimas alas.

Cuando puede decirse: lo que fue no será;
lo que no hice hoy no lo haré nunca ya.

Es entonces, cobarde, que me acosa el deseo
de no ser y ni pienso, ni trabajo, ni creo.

Es una nulidad completa de mí misma
que me asusta y me hiere, me subyuga y abisma.

Es entonces que yo quisiera ser así
como una cosa nimia, futil, baladí.

Un chiche que se lleva guardado en el bolsillo.
una prenda cualquiera, un reloj, un anillo...

Ser una cosa muerta que la llevan cargada
y que no sabe nada y que no piensa nada.

Todos, todos tenemos una hora cobarde,
una hora de hastío cuando muere la tarde.

JEAC.

martes, 10 de julio de 2012

Dime qué tiras al agua?

Encontré un hermoso poema en uno de los discos de Alberto Cortéz, grabado allá por los años 80 en su album “Como el ave solitaria”. El poema es recitado a dúo con Juana Ginzo y entre ambos nos hacen revivir sentimientos, recuerdos, pensamientos y vivencias íntimamente personales. Vale la pena leerlo con detenimiento y dejar andar los recuerdos…

DIME QUE TIRAS, AL AGUA? (José Fernando Dicenta/Alberto Cortez)
El: Dime... que tiras al agua?
Dime... que tiras al agua?
Ella: Un publico desconsuelo
y una secreta esperanza,
Lagrimas que no son mías
recuerdos y madrugadas
Remordimientos antiguos, palabras...
muchas palabras que por dichas
No conviene recordarlas...
Y tu... que tiras al agua?
El: Trabajos mal terminados,
canciones inacabadas,
nombres de malos amigos,
dudas, y dos o tres cartas
malamente concebidas
y escritas en hora mala.
Dime... que tiras al agua?
Ella: Silencios... muchos silencios,
desgracias... muchas desgracias,
desabridas actitudes, iras injustificadas,
tiempo inútil y perdido,
deudas que nunca se pagan,
tristezas no comprendidas, hambres, miserias
humanas, vergüenzas inconfesables,
limosnas no confesadas, consejos
paternalistas, éxodos de casa en casa
y una desconsoladora sensación
dentro del alma y tu... que tiras al agua?
El: Desatinos, desacuerdos,
mentiras innecesarias,
traiciones no cometidas,
promesas no consumadas, falsos credos,
diferencias, hipócritas alabanzas,
prejuicios imperdonables,
conclusiones temerarias,
resentimientos obscuros,
frases desafortunadas...
Mi vida... mi vida entera...
Ella: Mira como se la lleva el agua...

JEAC.

viernes, 6 de julio de 2012

Con el paso del tiempo

Solo con el paso del tiempo se llegan a comprender muchas cosas...
Pero con el paso del tiempo también puedes llegar a convertirte en un incomprendido.

Solo con el paso del tiempo uno aprende por fin a amar con todo su ser...
Pero con el paso del tiempo te puedes quedar sin esa persona tan especial a quién demostrárselo.

Solo el paso del tiempo permite apreciar todos tus logros...
Pero también es el paso del tiempo el que te hace ver en qué fuiste derrotado.

Solo con el paso del tiempo se va aprendiendo a saber lo que es el amor...
Pero es el paso del tiempo el que hace que las cosas dejen de funcionar y se te olvide.

El paso del tiempo te dirá a quién amaste de todo corazón...
Aunque ese amor sea irrecuperable o se haya diluido...por el paso del tiempo.

Solo el paso del tiempo va quitando las ataduras...
Pero es también el paso del tiempo el que te traerá otras amarguras.

El paso del tiempo te hará ver quién se preocupó por tí sin esperar nada a cambio...
Pero te demostrará también a las personas que no prestaste la ayuda que necesitaban.

Es con el paso del tiempo cuando uno llega a estabilizarse económicamente...
Aunque no lo podamos disfrutar porque ya no nos quede tiempo para gastarlo.

El paso del tiempo hará ver qué te importó de verdad...
Pero también que fue lo que perdiste que ya no volverás a recuperar.

Es el paso del tiempo el que te regala cosas bonitas que recordar...
Pero también habrá cosas horribles que solo el paso del tiempo te hará olvidar.

Solo con el paso del tiempo cumplirás por completo con muchos de tus retos...
Pero habrá otros que ya no tendrás tiempo para comenzar.

Solo el paso del tiempo te hace sentir lo maravilloso que es disponer de salud...
Pero también es el paso del tiempo el que a veces te hace privarte de ella.

A veces con el paso del tiempo uno desea darse por vencido...
Pero no hay que rendirse porque nunca se sabe del tiempo del que aún se dispone.
Eso solo se sabe...con el paso del tiempo...

Autor Desconocido.
JEAC.

martes, 3 de julio de 2012

Bossa nova y la garota de Ipanema

Hace 50 años y cuando el bossa nova se asentaba definitivamente en el gusto popular, Vinicius Da Moraes y Antonio Carlos Jobim ponían al conocimiento del público la canción de la “garota de Ipanema” que poco después se convertiría en una verdadera leyenda de la música popular. Existen muchas y diferentes versiones sobre el nacimiento de esta composición musical, pero cualquiera de ellas que fuera la cierta, no le quita ni un poco de lo extraordinario de esta canción.
Quién no escuchó alguna vez la melodía y quién no la canto aunque fuese un poquito y en voz bajita? y quién después de escucharla no quedó como embelesado por tan tierna letra y melodía? Mi primer recuerdo de este tema es más o menos del año 1965 cuando escuché en la querida radio Amauta una versión de Sergio Murillo que aún guardo como reliquia en mi colección musical.

LA CHICA DE IPANEMA (Antonio Carlos Jobim-Vinicius de Moraes)
Mira que chica mas linda, mas llena de gracia
es esa muchacha, que viene y que pasa
con su balanceo, camino del mar
Ella de cuerpo dorado, del Sol de Ipanema
y su balanceo, es todo un poema
y nunca me mira siquiera al pasar.
Ay, yo me siento tan solo. Ay, yo me siento tan triste.
Ay, la belleza que existe, la belleza que no es solo
suya, y que sueño que quizás me arrulle.
Oh! si ella supiera que cuando ella pasa
el mundo sonriente, se llena de gracia
con su balanceo camino del mar.

Muchas versiones y por diferentes artistas se grabaron, hasta Frank Sinatra tuvo el privilegio de grabarla, pero ciertamente la versión que más me gusta es una realizada por Eva Méndez y que también guardo entre mis tesoros.
Al cumplir sus 50 años, la chica de Ipanema se hace nuevamente popular y es escuchada en todas las radios que repiten una y otra vez alguna de sus historias. ¡¡¡Larga vida a la chica y al bossa!!!

JEAC.