domingo, 29 de abril de 2018

Gotitas de sabiduría 1

Existen palabras y reflexiones que encontramos en el transcurso de nuestra vida por diferentes medios. Si les ponemos atención, tienen mucho de sabiduría y pueden ayudar a nuestro crecimiento personal, aquí van las primeras gotitas de una serie de futuras entregas… 

- Nada te ata excepto tus pensamientos.
- Nada te limita excepto tus miedos.
- Nada te controla excepto tus creencias.

Atrévete a mirar más allá de eso y encontrarás la realidad que siempre has anhelado.
- Cuando seas inmune a las opiniones malintencionadas de los demás; dejarás de ser víctima de un sufrimiento innecesario.   Recuerda que nadie te puede hacer daño con sus palabras, excepto que lo permitas.

- Al final lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.

- Cada fracaso supone un capítulo más en la historia de nuestra vida y una lección que nos ayuda a crecer.   No te dejes desanimar por los fracasos; aprende de ellos y sigue adelante.

- Vive cada instante de tu vida, con intensidad, con amor, sin razón ni medida, solamente vive a plenitud cada momento que la vida te ofrece.

- Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad. (Saint Exupery).


Publicado por JEAC.

lunes, 23 de abril de 2018

Alberto Cortez/La vejez


Bellos versos que dibujan y describen la llegada de otra etapa de nuestras vidas…

La vejez (Alberto Cortez)

Me llegará lentamente, y me hallara distraído
Probablemente dormido, sobre un colchón de laureles
Se instalara en el espejo, inevitable y serena
Y empezara su faena, por los primeros bosquejos

Con unas hebras de plata, me pintara los cabellos
Y alguna línea en el cuello, que tapara la corbata
Aumentara mi codicia, mis mañas y mis antojos
Y me dará un par de anteojos, para sufrir las noticias

La vejez, esta a la vuelta de cualquier esquina,
Ahí donde uno, menos se imagina
Se nos presenta, por primera vez

La vejez, es la más dura de las dictaduras
La grave ceremonia de clausura
De lo que fue la juventud, alguna vez.

Con admirable destrezas, como el mejor artesano,
Le irá quitando a mis manos, toda su antigua firmeza
Y asesorando al galeno, me hará prohibir el cigarro
Porque dirán, que el catarro, viene ganando terreno

Me inventara un par de excusas,
Para menguar la impotencia,
Que vale más la experiencia,
Que pretensiones ilusas
Y llegar la bufanda, las zapatillas de paño
Y el reuma que año tras año, aumentara su demanda

La vejez, es la antesala de lo inevitable
El ultimo camino transitable
Ante la duda, que vendrá después

La vejez, es todo el equipaje de una vida
Dispuesto ante la puerta de salida
Por la que no se puede ya, volver.

A lo mejor más que viejo, seré un anciano honorable
Tranquilo y lo más probable, gran decidor de consejos
Por celosa, me apartará de la gente, y cortara lentamente,
Mis pobres, últimas rosas,

(La vejez, esta a la vuelta de cualquier esquina,
Ahí donde uno, menos se imagina
Se nos presenta, por primera vez)

La vejez, es la más dura de las dictaduras
La grave ceremonia de clausura
De lo que fue la juventud, alguna vez.


Publicado por JEAC.

miércoles, 18 de abril de 2018

Partidas y llegadas


Cuando observamos, desde la playa, a un velero alejarse de la costa, navegando mar adentro, impelido por la brisa matinal, estamos frente a un espectáculo de rara belleza.
El barco, impulsado por la fuerza de los vientos, va ganando el mar azul y nos parece cada vez más pequeño.
No pasa mucho tiempo y solo podemos contemplar un pequeño punto blanco en aquella línea remota e indecisa donde el mar y el cielo se encuentran.
Quien observa al velero hundirse en la línea del horizonte, ciertamente exclamará: "ya se fue". ¿Se habrá hundido? ¿Evaporado? No, ciertamente. Apenas lo perdemos de vista.
El barco continúa del mismo tamaño y con la misma capacidad que tenía cuando estaba próximo a nosotros.
Continúa tan capaz como antes para llevar al puerto de destino las encomiendas recibidas. El velero no se evaporó, tan solo no podemos verlo más.
Sin embargo, él continúa lo mismo. Y tal vez en el preciso instante que alguien dice: "ya se fue", habrá otras voces, más voces del otro lado, que afirman: "¿allá viene el velero!!!"
Así es la muerte.
Cuando el velero parte, llevando la preciosa carga de un amor que nos fue muy querido, y lo vemos hundirse en la línea que separa lo visible de lo invisible, decimos: "ya se fue".
¿Se habrá hundido? ¿evaporado? No, ciertamente. Apenas lo perdemos de vista.
La persona que amamos continúa lo mismo, sus conquistas permanecen dentro del misterio divino de la Vida.
Nada se pierde, tan solo el cuerpo físico, del que ya más no necesita. Y es así que en el preciso instante en que decimos "ya se fue", del otro lado un otro dirá: "ya está llegando". Llegó al destino llevando consigo las conquistas hechas durante la vida.
En la vida, cada uno llevamos nuestro cargamento de cuanto hemos dado y amado y recibido, entre vicios y virtudes, aciertos y desaciertos: son nuestra conquista del Amor hecho Vida.
La vida está hecha de Partida y Llegada. De idas y venidas. Así lo que para unos es la Partida, para otros es la Llegada.
De esta manera, un día, todos nosotros partimos, como veleros hechos para siempre que somos, al encuentro de Aquél que nos creó.

Tomado de la web.


Publicado por JEAC.

miércoles, 11 de abril de 2018

Galletitas


Una chica estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto. Como debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y también un paquete con galletitas.

Se sentó en una sala del aeropuerto para poder descansar y leer en paz. Asiento de por medio, se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó a leer. Entre ellos quedaron las galletitas.

Cuando ella tomó la primera, el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "¡Qué descarado; ¡si yo estuviera más dispuesta, hasta le daría un golpe para que nunca más se le olvide!".

Cada vez que ella tomaba una galletita, el hombre también tomaba una. Aquello la indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar.

Cuando quedaba apenas una galletita, pensó: "Qué hará ahora este abusador?" ¡Entonces, el hombre dividió la última galletita y dejó una mitad Ah! ¡No! ¡Aquello le pareció demasiado! ¡Se puso a bufar de la rabia!

Cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque. Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletitas, intacto, cerradito.
¡Sintió tanta vergüenza! Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletitas estaban guardadas dentro de su bolso!

El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado. Y ya no había más tiempo ni posibilidades para explicar o pedir disculpas. Pero sí para razonar: ¿cuántas veces en nuestra vida sacamos exactamente como pensamos acerca de las personas?

Y recordó que existen cosas en la vida que no se recuperan:

1- Una piedra, después de haber sido lanzada;
2- Una palabra, después de haber sido proferida;
3- Una oportunidad, después de haberla perdido;
4- El tiempo, después de haber pasado.
5- Un amor después de haberlo perdido.

Tomado de la web.

Publicado por JEAC.

jueves, 5 de abril de 2018

Si todos lo hacen


Un grupo de rabinos exaltaba al rabino Josué y todos reconocían que no tenía igual. Él contestó: ‘Sí que hay igual a mí y aun mejor que yo.

Una vez, yendo de viaje por un camino me percaté de un sendero que cruzaba un campo. Estaba cansado, y sabía que iba a ahorrar algo de tiempo y energía si tomaba aquel atajo aunque era propiedad privada. Pero cuando me puse a cruzar el campo, una niña me llamó la atención. “Perdone, señor, pero se ha metido usted en propiedad privada.” Le contesté: “Es verdad, pero no estoy pisando lo sembrado. Mira, hija, estoy pasando por el sendero que cruza el campo. ¿No ves la diferencia?” Ella insistió: “Sí, hay un sendero que es por donde usted va; pero ese sendero lo han hecho las personas que, como usted, cruzan ilegalmente por aquí.” Esa niña era mejor que yo.’

Todos reconocieron la sabiduría de la niña. Justificamos nuestra conducta porque todos lo hacen. Y el mal nunca está bien aunque todos lo hagan.”

Rabí Bradley, Parábolas del Talmud


Publicado por JEAC.