Aparece entonces un interprete joven: Luis Carrión, que se especializa en la difusión del ritmo de la Cullaguada y graba un disco casi completo con temas con el ritmo de Cullaguada. Al influjo de esta verdadera revolución musical y el empuje juvenil dentro de las comparsas del Gran Poder es que nacen o mejor dicho se transforman varias de ellas poniendo incluso nombres rimbombantes a sus agrupaciones como ser: Los Rebeldes. Ellos imponen inclusive una famosa cullaguada de la época que llevaba por título un tema que estaba muy de moda entre la juventud de entonces: El extraño del pelo largo y que entre otras cosas decía:
Ustedes preguntarán
quienes somos los rebeldes...
ustedes preguntarán
quienes somos los rebeldes,
extraños del pelo largo
y bailamos cullaguada...
extraños del pelo largo
y bailamos con Marisma.
Huisca, huisca les daremos
huasca, huasca a los demás...
huisca, huisca les daremos
bailando cullaguada...
Estos “extraños del pelo largo” triunfan definitivamente en la fiesta del Gran Poder y ponen a la danza como la principal danza de esta fiesta, a tal grado que para el próximo año se anotan como cinco o seis cullaguadas más para la entrada.
Es así que la juventud se va imponiendo ante la “vieja guardia” en los cantos, las danzas e inclusive en la vestimenta de las mismas, ya que los pantalones que comienzan a usar los varones de la Cullaguada, llevan el botapie ancho a la usanza de la moda de entonces y las melenas empiezan a aparecer entre sus integrantes. Los colores también son parte del cambio, empiezan a utilizarse colores fuertes como el verde o el naranja y el ritmo de la cullaguada se impone definitivamente entre la juventud.