Un poco de historia para conocer más sobre la fundación de
nuestra querida La Paz:
Por instrucción de Pedro de la Gasca, presidente de la Real
Audiencia de Charcas, el capitán Alonso de Mendoza fundó la ciudad con el
símbolo de paz el 20 de octubre de 1548 en Laja, donde redactó la primera acta
de fundación de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz.
En 1533, los primeros españoles que pisaron las tierras del
valle de Chuquiago fueron Diego de Agüero y Pedro Martínez de Moguer, enviados
por Francisco Pizarro. Ellos comprobaron la existencia de la Isla del Sol y del
valle de Chuquiago con sus minas de oro. De aquí llevaron a Cusco un saco de
tierra extraída de la mina Huayna Kápac, de la que obtuvieron algunas onzas de
oro. Diego de Almagro organizó una nueva expedición, bajo el mando del capitán
Juan de Saavedra Sevilla y del indio Paullo Túpac, que llegaría al valle de
Chuquiago a principios de agosto de 1535, después de haber erigido la iglesia de
Lappara (hoy Laja).
Luego de las llamadas guerras civiles, que enfrentaron a
Pizarristas y Almagristas (ambos por definir quién merecía más riquezas y
poder), el capitán Alonso de Mendoza (quien primero fue Pizarrista y luego pasó
al bando contrario) recibió la instrucción de Pedro de la Gasca, presidente de
la Real Audiencia de Charcas, de fundar una ciudad símbolo de paz, que
posteriormente sería La Paz.
El capitán español Alonso de Mendoza era de origen
extremeño, natural de Garrovillas (municipio del Cáceres de la provincia
Badajoz, España). Tomó parte en la conquista de Perú y combatió en las guerras
civiles al lado de Francisco Pizarro.
La iglesia de Laja construida en 1680. En sus inmediaciones
se redactó la primera acta de fundación de La Paz. En 1555, el emperador Carlos
V envió el escudo de armas con la leyenda que reza: “Los discordes en concordia
en paz y amor se juntaron y pueblo de paz fundaron para perpetua memoria”. La
bandera de La Paz es de rojo punzó y verde esmeralda. Se dice que sus primeros
portadores fueron los hermanos Lanza en las guerrillas de la
independencia.
Cuando Alonso de Mendoza y sus hombres llegaron al valle de
Chuquiago, al divisar este lugar quedaron encantados por el paisaje y al
constatar la presencia de riqueza aurífera en la zona. Por eso, enseguida
plantaron el rollo y la horca, símbolos del poder de la monarquía española,
dando lectura la segunda y definitiva acta de fundación de la ciudad.
La ciudad, trazada alrededor de la plaza mayor (hoy plaza
Murillo), en 1549 estaba constituida por no más de tres manzanas. Más alejados
se crearon los “barrios de indios”, como el de San Pedro, San Sebastián y Santa
Bárbara. Los primeros conventos fundados en la ciudad fueron de franciscanos y
de mercedarios; más tarde llegaron agustinos, jesuitas y dominicos. La mayor
parte de la gente se dedicó al comercio, la agricultura y la
manufactura.
JEAC.
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