Desde la infancia las personas buscan
crear lazos con otros individuos, pero con el paso del tiempo dicho grupo de
amistades se reduce a un círculo íntimo.
El tiempo es un factor fundamental al
momento de poner a prueba y analizar la sinceridad y autenticidad de las
relaciones de amistad y afecto que una persona posee.
Esto se debe a que por naturaleza, el
ser humano es un individuo sociable por lo que busca formar lazos de amistad con
una gran cantidad de personas. Y aunque inicialmente pueda lograr un increíble
número de conocidos, muy pocos permanecen como amigos de
confianza.
Para ello no existe mejor juez que el
paso del tiempo, dado que obliga a las personas a demostrar su verdadera
actitud, personalidad y comportamiento. Especialmente cuando la otra persona
experimenta situaciones de dolor o conflicto, ya que ahí es donde se demuestran
quienes son los verdaderos amigos.
El tiempo te permite reconocer a tus
verdaderos amigos
Esto conlleva a que con el paso de los
años, las personas reduzcan de forma significativa el número de amigos y de
personas cercanas. Debido a que experimentan el rompimiento y separación de
algunos lazos de amistad que antiguamente consideraba irrompibles y para toda la
vida.
Desde la infancia hasta el inicio de la
adultez, muchas personas buscan el confort en contar con un gran grupo de
“amistades”. Con quienes planifican salidas frecuentes y actividades
recreativas, donde la diversión y las risas son los
protagonistas.
Sin embargo, el paso del tiempo es
inevitable y consigo trae el incremento de las responsabilidades, obligaciones y
la necesaria madurez de la adultez. La cual normalmente causa un cambio en el
orden de prioridades de tu vida, al tener otras necesidades individuales y
grupales que no se centran en la diversión únicamente.
Es por ello que con el tiempo, las
personas tienden a separarse de sus antiguos grupos de amistades si estos ya no
comparten su visión de la vida o intereses. De esta forma un individuo se
despide de las relaciones que no aportan ningún beneficio para sí, mientras que
cuida, protege y aprecia a quienes permanecen a su lado.
Esto conlleva a que las personas
desarrollen un vínculo más profundo y más intenso con el pequeño grupo de amigos
que permanecen en su vida con el paso del tiempo. Sin darle mayor importancia al
número restante, sino al valor, aprecio, sinceridad y honestidad que dichos
vínculos poseen.
De esta forma una persona gracias al paso del tiempo, logra descubrir y reconocer a ese pequeño grupo de personas que realmente poseen valor en su vida. Brindándoles su atención, afecto, cariño, compromiso y lealtad, ya que se tratan de amigos reales en los que puedes confiar incluso con los ojos cerrados.
Tomado de la web.
Publicado por JEAC.