El domingo 4 de Octubre de 2009 dejó de existir, o mejor dicho en su caso, dió un salto a la inmortalidad, la gran cantante Argentina Haydee Mercedes Sosa, conocida popular y cariñosamente con el apodo de “la negra”. A los 74 años de existencia se apagó la vida de la Tucumana que durante toda su vida fue un ejemplo de honestidad, compromiso social, y un verdadero símbolo de lucha por la libertad. Dueña de un particular timbre de voz, oscuro y cálido a la vez y una perfecta entonación, esta gran mujer fué siempre lo que todos deberíamos tratar de ser: “un gran ser humano”. Sencilla, honesta y luchadora, jamás se aprovechó de su condición para obtener privilegios ni para ella ni para los suyos.
Lejano está ya aquél inicio en una noche de 1965 en el Festival de Cosquín, cuando el gran Jorge Cafrune durante su actuación, por iniciativa propia, aprovechaba para presentarla al público sin permiso de los organizadores. “Les presento ahora el canto de una mujer purísima…ella no canta por cantar…canta con fundamento” decía Cafrune y sin duda con estas palabras la encasillo para siempre. En aquella oportunidad Mercedes subió al escenario acompañada de su bombo e interpreto la “canción del derrumbe indio” siendo aclamada por el público presente aquella noche en el Festival. A partir de allí se reeditaron sus dos primeros discos que habían pasado inadvertidos hasta entonces: La Voz de la zafra el primero y Canciones con Fundamento el segundo, siempre con canciones sociales como: El indio muerto, El cosechero, La de los humildes, La zafrera, El jangadero y otros; para conseguir años después la consagración total de la mano del gran músico Ariel Ramírez con “Juana Azurduy” aquél canto a la gran guerrillera Altoperuana.
En su juventud fué simpatizante de Juan Domingo Perón y luego apoyó las causas de izquierda durante toda su vida. Durante la dictadura de Videla en 1976 Permaneció en el país a pesar de la represión, las amenazas de la triple A y sus discos estaban prohibidos . No salió a refugiarse a una embajada al primer disparo como hicieron muchos, sino que enfrentó la dictadura con sus canciones. Por fin, el año 1979 fué detenida en un concierto en La Plata en el mismo escenario y tuvo que salir exiliada a París primero y luego a Madrid. A su retorno siguió con el mismo empuje de antes cantando siempre “La nueva canción” o “canción social”.
Yo comencé a conocer su obra indudablemente con dos iconos de sus grabaciones como fueron Juana Azurduy y Alfonsina y el mar, esto en mis años de colegio; y durante mis años de estudiante en la Argentina cuando en la Universidad de Córdoba se daba gran difusión al disco “Homenaje a Violeta Parra grabado el año 1971 y después con su “Cantata Sudamericana” grabada en 1972, disco que me traje clandestinamente de la Argentina, cuando retorné a Bolivia y que luego serviría para fondo musical de varias obras de teatro del Grupo Causa. Con esos discos aprendí a “querer” a Mercedes y ahora siempre que la escucho no me canso de elogiar su gran timbre de voz y el sentimiento que ponía en cada una de sus interpretaciones.
Mercedes…gracias a la vida…por haberte conocido y escuchado……estás viva en cada una de tus interpretaciones, tu voz no se callará jamás, los humildes lloran tu muerte.
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