“En Santa Cruz se comenzó a maquinar la rebelión bajo auspicios de Eustaquio Moldes, delegado por Charcas y la Junta de Buenos Aires para esta zona, que convenció al jefe de la guarnición española, coronel Antonio Suárez, de unirse a la causa, y hacerse con el apoyo del cacique guaraní Birimbay, que puso sus hombres a disposición, del padre José Andrés Salvatierra y su monaguillo, el luego célebre poeta-guerrillero José Vicente Baca, apodado “Cañoto, y se levantaron a la tropa en armas el 10 de septiembre. La lucha en Santa Cruz de la Sierra empezó un 24 de septiembre de 1810, cuando un grupo de patriotas, encabezados por los ya mencionados, entre otros, aprovecharon que toda la ciudadanía estaba en la Plaza Mayor por una fiesta religiosa, para llamarlos a luchar. La respuesta del pueblo fue favorable, y se formaron con el tiempo milicias con componente variopinto: los curtidos militares de Suárez, gente del pueblo (españoles, criollos y mestizos), esclavos flecheros guaraníes, etc.
Comenzó de este modo una larga y encarnizada guerra, tanto de la formal como de la estilo guerrillero, con victorias y derrotas para las milicias cruceñas, con el gobierno y la capital cambiando de manos entre ambos bandos. Así, por ejemplo, en 1810 a mediados de 1811 estaba en manos de los patriotas; de fines de 1811 a 1813 en manos de los realistas, en 1813-1816 de vuelta a los patriotas, y así hasta que 1816, en la Batalla de El Pari, los cruceños mandados por el coronel Ignacio Warnes fueron vencidos por los españoles del brigadier Francisco Javier de Aguilera, que se hizo con el gobierno y la capital, obligando a los revolucionarios a continuar la pelea con tácticas guerrilleras en la zona rural.
No fue hasta febrero de 1825, alentado por las noticias de los triunfos del Mariscal Sucre contra los últimos focos de resistencia española en Sudamérica, el nuevo jefe supremo de los patriotas de la Republiqueta de Santa Cruz, coronel José Manuel Mercado (“El Colorao”), llevó a sus hombres a cercar y tomar la capital oriental, acabar con la prolongada guerra y proclamar libre e independiente a esta región, lo que duró solamente hasta que se formó oficialmente la Republica de Bolívar (primer nombre de Bolivia) en agosto de ese año, y Santa Cruz se halló incluido en el territorio de la nueva nación”.
El saludo y el abrazo fraternal de este “kolla” a los hermanos “cambas” en el bicentenario de su grito libertario. Con la esperanza de que lleguen mejores días para esta porción de tierra de nuestro territorio llamado Bolivia. Santa Cruz es la ciudad más progresista del país y como tal debe desarrollarse especialmente en el ámbito cultural. La soberbia nunca fue buena consejera, amamos la Santa Cruz sin racismo ni separatismo y queremos lo mejor para ella. ¡¡¡Felicidades !!!.
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