“La música debe hacer saltar fuego en el corazón del hombre, y lágrimas en los ojos de la mujer” (L.V. Beethoven).
Mis recuerdos de la música se remontan hacia el año 1961 cuando tenía cinco años y cursaba el kindergarten en el colegio American School de La Paz. Todos sabemos que en el kinder se hace énfasis para la educación en las rondas que educan, alegran y motivan a los alumnos. Así pues en mi kinder cantábamos bastante ya que aparte de las rondas que nos enseñaba nuestra profesora de curso, teníamos sesiones de música con nuestro profesor don Hernán Rivera Unzueta que acompañado de su acordeón nos hacía entonar distintas rondas infantiles.
En casa la única posibilidad de escuchar música en ese entonces, era mediante nuestra querido aparato receptor de radio y mi hermana mayor Sylvia, que me llevaba cuatro años, era la encargada de sintonizar las emisoras que difundían la música que estaba de moda entonces. Así mediante ese medio aprendí a conocer a los artistas de moda como ser: Enrique Guzmán, Los Teen Tops, Leo Dan, Palito Ortega,Elvis Presley, y otros. En cambio, mediante mi papá Emilio empecé a escuchar a: Los Panchos, Los Cinco Latinos, Pedro Infante, Carlos Gardel y muchos otros. Por suerte en el conventillo donde vivía en la calle Chuquisaca había mucha gente joven que gustaba de la música y así me fui nutriendo de todo tipo de ritmos y canciones. La primera canción que recuerdo que cantaba “de corrido y sin tropiezo” era Escríbeme que si mal no recuerdo, lo interpretaba Lucho Gatica. “Son tus cartas mi esperanza,/ mi locura y mi alegría,/ y aunque sean tonterías/ escríbeme…escríbeme/ ….
Sin embargo las que más me gustaban eran las de Enrique Guzmán y las de Leo Dan que empezaba a arrasar en el gusto popular de entonces; canciones como Celia, Fanny, Rubiecita y otras eran las que dominaba y entonaba a la par de lo que tocaban en las radios. De Enrique Guzmán y los Teen Tops, recuerdo bien los temas Rock de la cárcel, Popotitos, Anoche no dormí, Multiplicando, 100 kilos de barro, Uno de tantos y varios más que fueron mi referente en esos años de mi niñez.
Las emisoras Illimani con su programa dominical “El club de la amistad”, la radio Amauta y su “Tee danzante con la hora de las ofertas” y otros programas en las radios Altiplano, El Cóndor y otros eran los preferidos del público oyente de aquellos años y yo los escuchaba siempre y así me aprendía de memoria aquellas canciones… Seguiremos con el tema….
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