El cantautor argentino Facundo Cabral fue asesinado hoy por un grupo de sicarios en la capital guatemalteca, cuando se dirigía con su representante al aeropuerto internacional La Aurora desde el hotel donde se hospedaba. El portavoz de la Presidencia guatemalteca, Ronaldo Robles, dijo a EFE que Cabral, de 74 años y quien se encontraba en Guatemala desde hace una semana, murió como consecuencia de múltiples disparos y que los miembros de su seguridad no pudieron repeler el ataque.
Así recibimos la ingrata noticia de su partida. Se va uno de los grandes trovadores que dio Argentina al mundo, nos deja el legado de sus grandes canciones que entran en la inmortalidad, callaron su voz pero no sus ideas ni sus palabras que seguirán sonando a través de sus muchos discos grabados. En su homenaje les dejo una anécdota narrada por él mismo y el tema más emblemático de su carrera: No soy de aquí, ni soy de allá…..
Facundo Cabral nació en un puerto argentino en mil novecientos treinta y siete, y desde que aprendió a caminar no se detuvo jamás.
Cuando se fue de su casa, niño aún, su madre lo acompañó a la estación y, cuando se subió al tren, le dijo: este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida, el segundo libertad para vivirla, y Facundo cuidó de esa libertad como nadie, por eso es uno de los pocos hombres independientes que anda por este planeta, un lobo estepario que pasa por las ciudades para excitar a la gente.
Con los años, y casi todo el mundo recorrido, su fuego ganó en calidad porque antes quemaba y ahora ilumina, tanto que muchos dejan las drogas o la idea del suicidio después de escucharlo.
Nunca se detuvo en ningún lugar, ni en la fama que, dice, es asunto de los demás, no mío, porque yo vivo no vivo ni con ella ni por ella, la fama es un bullicio que sucede fuera de mi.
“ Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos....“ Cuando me marché de mi casa, niño aún, tenía siete años, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida y, el segundo, la libertad para vivirla.”
No soy de aquí, ni soy de allá (Facundo Cabral)
Me gusta el sol, Alicia y las palomas,
el buen cigarro y la guitarra española,
saltar paredes y abrir las ventanas
y cuando llora una mujer.
No soy de aquí ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.
Me gusta el vino tanto como las flores
y los conejos y los viejos pastores
el pan casero y la voz de Dolores
y el mar mojándome los pies.
No soy de aquí ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.
Me gusta estar tirado siempre en la arena
o en bicicleta perseguir a Manuela
o todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal.
No soy de aquí ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.