"¿Cual es la diferencia entre una disolución y una solución?"
lunes, 30 de abril de 2012
De Políticos
"¿Cual es la diferencia entre una disolución y una solución?"
viernes, 27 de abril de 2012
Hasta siempre "Pep"
lunes, 23 de abril de 2012
Nuevo amanecer
Decidí entonces que a partir del próximo amanecer voy a cambiar algunos detalles para ser cada nuevo día, un poquito más feliz.
Para comenzar, no voy a mirar para atrás. Lo que pasó es pasado, si erré, ahora no voy a poder corregirlo. Entonces, ¿para que remover lo que pasó?
Reflexionaré sobre esos errores para hacer de ellos un aprendizaje para “mi hoy”…
¿Y que pasa?
A partir del próximo amanecer voy a continuar amándolas, pero no voy a tratar
de cambiarlas. Puede ser que fuesen como me gustaría que fuesen y dejasen de ser las
personas que amo. Eso no lo deseo. Cambio yo… Cambio mi modo de verlas. Respeto su modo de ser.
A partir del próximo amanecer, voy a luchar con más fuerza para que ellos se cumplan.
Pero va a ser diferente. No volveré a responsabilizar a nadie por mi felicidad.
¡¡¡Voy a ser feliz!!!
Voy a crear mi momento…
Voy a ser feliz ahora… ¡¡¡Tendré otros días por delante!!!
Nunca más daré mucha importancia a los problemas que aún no conseguí resolver.
Voy a agradecer a Dios por todos los días, por darme fuerza para vivir, a pesar de mis problemas.
Dejaré de sufrir por lo que no consigo tener, por lo que no oigo o no leo. Por el tiempo que no tengo y de sufrir por anticipado, pensando siempre lo peor.
Mis amigos nunca más precisarán darme un hombro para llorar.
Voy a aprovechar la presencia de ellos para sonreír, cantar, para repartir felicidad.
Nunca más voy a sonreír sin voluntad o decir palabras amorosas por que creo que los otros quieren oírlas. A partir del próximo amanecer voy a vivir mi vida sin miedo a ser feliz.
sábado, 21 de abril de 2012
Dos formas de sentir el fútbol
jueves, 19 de abril de 2012
Poema para un día de paro del transporte
Pero volviendo al tema aquí está este hermoso poema que como no quisiéramos todos que se hiciera realidad especialmente en nuestra querida ciudad de La Paz:
LA BICICLETA CON ALAS (José Pedroni)
La bicicleta un día va a volar.
La bicicleta de todos.
Ya lo verán.
Le están saliendo las alas.
Son de verdad.
El niño quiere que vuele,
y volará.
El niño irá por el aire
a comprar el pan;
dará una vuelta al campanario
de paloma y de cal.
El niño y la paloma
sobre la ciudad.
El niño acompañando al ganso blanco
Eso se verá.
Le están saliendo las alas.
Ven a mirar.
Mira como el lirio de los campos.
No pienses mal.
Las alas tienen miedo de algo.
Salen y vuelven a entrar.
Miedo de nosotros,
quizás.
Tan pronto los hombres
ganen la paz,
la bicicleta de todos volará.
La que duerme en la puerta de los cines
volará.
La del cartero
volará.
La de la reina Guillermina,
volará.
La mía y -la tuya-
volará.
Por arriba del humo y los cables
me verás.
La bicicleta tendrá un solo nombre:
Libertad.
El ángel de las aguas
ya no se irá.
Calle ancha del cielo
para mirar.
Flores que nunca vimos
aquí, allá.
Habrá tiempo para mirar.
Cuánto tiempo perdido,
ay!
Tan pronto los hombres
dejen de guerrear,
la bicicleta del mundo
volará.
Todos los pueblos tendrán un velódromo
donde los niños correrán.
De allí alzarán el vuelo.
Darán una vuelta sobre el mar.
Si no lo hubiera
sobre el trigal;
irán donde lo hayan y volverán.
Ir y volver
será como cantar.
Porque la bicicleta tendrá alas de verdad.
La del cartero, la de la reina Guillermina.
Nadie se caerá.
Todo es cuestión que los hombres
ganen la paz.
JEAC.
miércoles, 18 de abril de 2012
Nunca confies en un abogado
Una tarde un famoso y acaudalado abogado viajaba en su limusina cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo pasto.
Preocupado, ordenó a su chofer detenerse y bajó a investigar. Cuando llega le pregunta a uno de ellos:
- ¿Por qué están comiendo pasto, muchacho?
- No tenemos dinero para comida, tenemos que comer pasto - dijo el pobre hombre.
- Bueno, entonces vengan a mi casa y yo los alimentaré, dijo el abogado.
- Gracias, señor, pero tengo esposa y dos hijos que también están comiendo pasto debajo de aquél árbol.
- Que vengan también dijo el abogado y dirigiéndose al otro hombre le dijo:
- Usted también véngase mi amigo.
El hombre con una voz lastimosa dijo:
- Pero señor, yo también tengo esposa y tres hijos.
- Llámelos y entren todos al carro dijo el abogado.
Así lo hicieron y una vez en camino uno de los pobres tipos miró al abogado y le dijo:
- Señor, usted es muy bueno. Gracias por llevarnos a todos con usted.
Y el abogado contesta:
- ¡No hombre, no tenga pena, estoy feliz de hacerlo! Les va a encantar mi casa...¡El pasto esta como de un metro de alto!
Moraleja: Cuando creas que un abogado te está ayudando, piénsalo dos veces...
Autor desconocido.
JEAC.
domingo, 15 de abril de 2012
El jubilado
La gente que todavía trabaja me pregunta a menudo que qué hago diariamente, ahora que estoy retirado...
Pues bien, por ejemplo, el otro día fui al centro y entré a un negocio a recoger un paquete que me había llegado; sin tardar en la gestión ni cinco minutos. Cuando salí, un policía de Tránsito estaba rellenando una infracción por estacionamiento prohibido. Rápidamente me acerqué a él y le dije: “¡Vaya hombre, no he tardado ni cinco minutos...! Dios le recompensaría si hiciera un pequeño gesto para con los jubilados”...
Me ignoró olímpicamente y continuó llenando la infracción. La verdad es que me pasé un poco y le dije que no tenía vergüenza. Me miró fríamente y empezó a llenar otra infracción alegando que, además, el vehículo no traía yo no se que roseta. Entonces levanté la voz para decirle que me había percatado de que estaba tratando con un pendejo, que cómo le habían dejado entrar en el Tránsito...
Él acabó con la segunda infracción, la colocó debajo del limpiaparabrisas, y empezó con una tercera. No me achiqué y estuve así durante unos 10 minutos llamándole de todo, desde pendejo, hasta h. de p...... Él, a cada insulto, respondía con una nueva infracción. Con cada infracción que llenaba, se le dibujaba una sonrisa que reflejaba la satisfacción de la venganza...
Después de la enésima infracción... le dije: “Lo tengo que dejar, porque… ¡Ahí viene mi autobús!”.
Desde mi jubilación, ensayo cada día cómo divertirme un poco. Es importante hacer algo a mi edad, para no aburrirme.
Autor desconocido.
JEAC.
jueves, 12 de abril de 2012
Felices 87 años
El equipo de mis amores cumple hoy 87 años de existencia y no podía quedar indiferente para rendirle el homenaje que merece al club que acompaña mis mejores sentimientos desde niño. Desde que un día de 1964 justo cuando el equipo descendía a la primera “B” de la Asociación de Futbol de La Paz, me hice hincha bolivarista e inicie con ellos el sueño de volver a la primera división, de ser campeones nacionales y de representar a Bolivia en la Libertadores. Tenía ocho años cuando abracé por primera vez los colores celestes en medio del llanto generalizado de los hinchas por aquél descenso y hoy, 47 años después, sigo con el mismo cariño hacia mi club, en las buenas, en las malas y en las peores. Desde el lugar en que me encuentre, sigo siempre su trayectoria, ya sea presenciando los partidos o siguiéndolo por cualquier medio de comunicación disponible.
Tantos recuerdos lindos de jornadas gloriosas se me vienen ahora a la mente que quisiera poder escribir todas las emociones vividas con sus protagonistas; tal vez algún día lo haga, hoy solo quiero recordar a todos los equipos que durante estos 87 años hicieron vivir todo tipo de emociones a sus innumerables hinchas. En el balance queda que siempre fueron más los triunfos que las derrotas.
Levantemos imaginariamente nuestra copa de vino y brindemos por estos 87 gloriosos años. Por muchos más éxitos y por un Bolívar que consolide su posición de ser la más grande institución del país. ¡¡¡Adelante siempre…Bolívar campeón!!!
JEAC.
lunes, 9 de abril de 2012
104 años del Tigre
Me confieso como hincha fanático del Bolívar, la gran Academia Paceña, pero hoy quiero rendir mi más sentido homenaje al gran rival de siempre: el querido club The Strongest. Ayer cumplió su 104 aniversario de una existencia llena de glorias tanto para el futbol Paceño como para el futbol Nacional y desde este humilde medio, hago llegar a dirigentes, jugadores e hinchas un abrazo fraterno por este aniversario.
Alguna vez conté que mi primer contacto con el Tigre fue el año 1964 en ocasión del Torneo Bodas de Oro de la AFLP y confieso que aquél equipo me gustó mucho, claro está que aquella vez estaba reforzado con algunos jugadores del Always Ready y alguno del Municipal de La Paz para hacer un buen papel en aquél torneo. Recuerdo algunos jugadores como Max Ramírez, Rolando Vargas, Pacheco y otros que me impresionaron favorablemente en ese torneo. Después, en posteriores años, supe seguir de cerca las campañas del equipo merced a la bondad de mi querido tío Don Jaime Flores quién supo ser alguna vez dirigente y gran hincha del The Strongest. El nos llevaba a mis primos y a mí todos los fines de semana al estadium para ver jugar a los aurinegros que alternaban buenas y regulares actuaciones en los torneos paceños, pero siempre siendo protagonista de los primeros puestos en los campeonatos. Mis primos Nano, Chaly y Fico, compañeros de aquellos trances, son hoy dignos hinchas aurinegros, yo salí la oveja negra de ese grupo.
Me gustó mucho por ejemplo aquél equipo en el que militaban Di Lorenzo, Bonanno, el arquero Solíz, el zaguero Dueñas y otros que practicaban un gran futbol. Sin embargo el mejor equipo aurinegro que vi, fue aquel que se formó después del trágico accidente de Viloco. Aquél plantel de Bastida, Romerito y Nilton Santos entre otros, practicaba un juego atildado y ofensivo que hizo las delicias de sus seguidores en aquellos años.
Siempre dije que si mi corazón no hubiera sido de mi querida Academia, habría sido “estronguista” y respeto y quiero mucho a esta gran institución, además de que no podría concebir al Bolívar sin el “Strongest”.
Larga vida y muchos éxitos al querido The Strongest y un abrazo para todos sus hinchas en este su 104 aniversario.
JEAC.
domingo, 8 de abril de 2012
Resucitó!!!
Pero además es la fiesta de la Vida. El grito pascual que se escucha en todas las apariciones es: está vivo. Por tanto, ha “resucitado”. No está muerto, no está en el sepulcro sino que vive. En realidad, es el grito de cada uno de nosotros: queremos vivir. Aquí tiene sentido lo que escribía Unamuno, a pesar de su incredulidad creyente: “No quiero morirme, no, no, no quiero ni puedo morirme; quiero vivir siempre, siempre, siempre, y vivir yo, este pobre yo que soy y me siento ser ahora y aquí.”
Tal vez nosotros no lo digamos con ese sentido trágico de Unamuno, pero tenemos que reconocer que todos queremos vivir y que todos tenemos miedo a la muerte. Por eso la Pascua es la gran palabra de Dios a cuantos estamos amenazados de muerte, para decirnos que también estamos amenazados de vida. Sabemos que todos hemos de morir. Pero, como creyentes, también sabemos que tenemos que resucitar.
La muerte no es la interrupción de la vida, algo así como si morimos luego Dios después de un tiempo, nos regalase otra vida. No, sino que la muerte nos ofrece las condiciones para que la verdadera vida siga sin que exista ese vacío entre muerte y vida. Es nuestra vida que se transforma en nueva vida.
Esa fue la experiencia de Jesús y esa es nuestra experiencia. La mañana del Domingo de Pascua, todos acudían al sepulcro a ver al muerto y el sepulcro estaba vacío. Sólo quedaba lo que no puede resucitar, las vendas y el sudario, pero él no estaba. Es posible que nuestros sentimientos humanos acudan también al sepulcro “donde le pusieron” y también nosotros nos encontremos con las vendas, los restos mortales, porque también nuestro ser querido ha resucitado.
La Pascua no es solo el gozo y la alegría de Jesús resucitado, es el gozo y la alegría y la gozosa esperanza de nuestra resurrección, de nuestro paso de la muerte a la muerte a la vida. La Pascua es la fiesta de que todo lo que había de muerte en nosotros ha pasado ahora a la vida. Por eso, en este día no solo podemos decir “ha resucitado, no está aquí”, sino que también tendremos que decir: “Hemos resucitado, no estamos aquí.” No estamos donde estábamos sino que todo en nosotros es vida. No somos lo que éramos, somos iguales que Él, nuevos.
Autor Desconocido.
JEAC.
viernes, 6 de abril de 2012
Mensaje de Viernes Santo
Eran las tres de la tarde en el calvario después de haber sido tratado de la manera mas despiadada y violenta. Víctima de la ingratitud de su pueblo, de la cobardía de la autoridad civil, de la dureza de corazón y del rechazo de autoridades religiosas, del trato brutal de algunos soldados romanos y del abandono de casi todos los suyos, expiró Nuestro Señor Jesucristo. Murió después de encomendar su espíritu al Padre. Nos estremecen y nos conmueven las circunstancias de su muerte.
El profeta Isaías describió al siervo de Yavhé de manera desgarradora: "Desfigurado, no parecía hombre ni tenía aspecto humano, lo vimos despreciado y evitado por los hombres como un varón de dolores acostumbrado a sufrimientos, desprecios. Nosotros lo estimamos herido de Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes, maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca, como un cordero llevado al matadero. Sin defensa, sin justicia se lo llevaron, lo arrancaron de la tierra de los vivos"; hasta aquí el profeta.
Con razón los improperios de este día Viernes Santo ponen una queja desolada en labios de Jesús: "Pueblo mío, ¿que te he hecho? ¿En qué te he ofendido? Respóndeme. Yo te saqué de Egipto, yo abrí el mar delante de ti, yo te guiaba con una columna de nube, yo te di a beber el agua salvadora, yo te di un cetro real; ¿que más pude hacer por ti? Respóndeme". Dolorosa queja en labios de Dios hecho hombre por amor a nosotros.
Los santos al contemplar las llagas y la cruz de Cristo no podían separarse del crucifijo sin decirse sobrecogidos: si sufrió tanto por mí, ¿cuánto me amaba? y ¿cuánto me ama? Aquí reside el secreto del silencio de Jesús y de la renuncia a toda defensa, aquí reside la explicación de su mansedumbre cuando se deja conducir al lugar de la crucifixión. Vino a este mundo a revelarnos el amor del Padre y era necesario este nuevo árbol de la vida y de la ciencia del bien, en el cuál confirmó que nos ama hasta el extremo, hasta el extremo de dar su vida por cada uno de nosotros y por toda la humanidad, por cada uno de ustedes y por mi. Tanto valemos a sus ojos y en su corazón.
Vino a enseñarnos la ciencia del amor, este nuevo Adán que desde el árbol de la cruz nos muestra en su cuerpo llagado la gran revelación, la nueva y eterna alianza de Dios con nosotros mediante un vinculo indestructible: el mismo Señor Jesús que abolió la enemistad y es nuestra paz. Desde la cruz el quiere enseñarnos a amar para que sea nuestra la paz verdadera. Él quiere decirnos que el amor vence a la muerte, a los abusos de poder, a la tortura y a la infidelidad. Desde entonces en cada niño desamparado, en cada mujer que sufre, en cada obrero sin trabajo y en cada uno de nosotros, el Padre de los cielos, y por que no también nosotros, encuentra el rostro de Cristo iluminado por el amor y la obediencia, marcado por el dolor, pero también por la gloria que su Hijo ha merecido para todos.
Qué misterio de sabiduría y de misericordia. No tiene sentido indignarse contra quienes lo hicieron sufrir y maltrataron sino tomamos conciencia de la ingratitud y del mal del cuál nosotros mismos somos capaces. Los hechos no ocurrieron sólo hace dos mil años, ocurren también en nuestros días porque el Señor nos dijo que todo lo que hacemos a uno de nuestros hermanos pequeños a Él lo hacemos. Por eso si no nos acercamos al hambriento para darle de comer, ni al sediento, al desnudo, al enfermo, al encarcelado, al cesante, al angustiado, al ignorante para aliviar su sufrimiento es al mismo Señor a quien desconocemos o rechazamos, a quien despreciamos o marginamos. No le estaríamos prestando el servicio, el gesto de apoyo o de gratitud que con urgencia nos pide. Peor aun es la responsabilidad humana cuando se causa el sufrimiento, calumniando al inocente, infiriendo heridas al adversario dando muerte al indefenso, haciendo limpiezas étnicas, políticas o aun religiosas.
Qué la muerte de nuestro Señor grabe en nuestro ánimo el más profundo rechazo a la mentira y a la injusticia, a la prepotencia y a la violencia. El poder, la autoridad y las fuerzas que Dios nos da no las usemos para destruir sino para construir en el espíritu de Jesús conforme a su verdad, su sabiduría y su amor infinito. Este es el nuevo espíritu que necesitamos para dar forma a nuestra convivencia en el próximo milenio.
Mons. F.J. Errázuriz.
JEAC.
jueves, 5 de abril de 2012
Relato de la última cena
Sin lugar a dudas fue algo mas que una cena memorable. Los discípulos de Jesús no imaginaron que aquella noche, jueves 6 del mes de Nisan del año 30, recibirían la más grande lección de humildad y amor, y que participarían en un rito que adquiriría una nueva dimensión para la vida de los hombres. No sabían que recibirían el poder que les permitiría a través de una comida y de un brindis instaurar el Sacramento más eficaz de la gracia eterna, la Eucaristía, que es un supremo pacto de amistad entre los hombres.
La historia de esta cena memorable comenzó el primer día de los azimos, cuando sus discípulos acudieron a Jesús y le preguntaron: ¿Maestro, donde quieres que dispongamos la cena de la Pascua?.....
Jesús les respondió: en la ciudad encontraran a un hombre cargando un cántaro de agua, síganlo hasta la casa donde entre y le darán al dueño este recado: El Maestro dice: "mi tiempo se acerca; y deseo celebrar en tu casa la Pascua con mis discípulos"
Pedro y Juan fueron los encargados de cumplir los deseos del Señor y caminaron por las calles de Jerusalén buscando al hombre del cántaro. Había un ambiente festivo en la ciudad, era vísperas de la Pascua, los judíos celebraban el día en que salieron de Egipto guiados por Moisés y por supuesto de la mano divina. Ese viaje lo recordaban con la palabra "Pesach" que significa el gran transito o el gran viaje y que se escribe en hebreo "Pascua". Habían pasado varias horas, Pedro y Juan comentaban la extraña pista ofrecida por Jesús para ayudarlos en el hallazgo del sitio adecuado para celebrar la Pascua. Ya que en esa época no era común hallar a un hombre cargando un cántaro, por que esta tarea era generalmente realizada por mujeres. Cuando estaban en plena conversación vieron en la cuesta principal de la ciudad a un hombre joven caminando con un cántaro de agua, tal como lo convenido lo siguieron hasta una mansión en la cumbre del cercano monte Sión, era la casa de la familia Marcos.
Cuando Pedro y Juan anunciaron los deseos del Maestro a Simón Marcos, este expreso su regocijo por recibir el privilegio de preparar en su casa la cena pascual para Jesús y sus doce discípulos. A eso de las seis y media de la tarde, del Jueves 6 de Abril, cuando Jerusalén estaba en plena fiesta, Antonio, el benjamín de los Marcos irrumpió en su casa, ingreso como una exhalación. Jadeante y sudoroso comunico a su padre que el Maestro se acercaba ya a la mansión, la expectativa y la alegría de la familia Marcos por recibir al Galileo para esta cena memorable no tuvieron comparación.
Jahel Marcos se había encargado de atender muy bien hasta él más pequeño de los detalles para este singular acontecimiento. Preparo para la cena, una ensalada con lechugas, perifollos con un suave aroma parecido al anís, un cardo llamado eringe y las imprescindibles yerbas amargas para recordar los días difíciles del éxodo, todos estos ingredientes sin hervir ni cocer, tal como lo marcaba la tradición.
En el jardín, uno de los sirvientes velaba que la candela no se extinguiera, hacia brillar con fuerza unas brasas de madera de pino, perfectamente circunscritas en un hogar a base de redondas piedras de río, mientras que el cordero pascual giraba en un seguro eje y se doraba lentamente, había sido rellenado con brotes de alhova, laurel, sal y pimienta y el vientre cerrado mediante largas y escogidas ramas de romero, que también estaban dispuestas alrededor de la pieza que había sido untada con una fina manteca mezclada con especias para asegurar un meticuloso asado.
El banquete se completaba con puerros, guisantes, pan ácimo sin levadura, de simple preparación, era denominado Matsoth y recordaba lo precipitado del viaje del éxodo de Egipto. También se sirvió nueces, almendras tostadas, higos y una compota llamada Jaroset preparada con fruta machacada, vino y miel que tenia el propósito de aliviar el sabor de las obligadas yerbas amargas. El vino había sido cuidadosamente escogido, procedía del Monte de Simeón, de gran prestigio en todo Israel era sin dudar el mejor de la región. Se bebía mezclado con agua.
Simón Marcos recibió en la puerta de su casa a Jesús y sus discípulos y les dio la bienvenida abrazando a cada uno de ellos e invitándolos a pasar al patio principal donde eran saludados por el resto de la familia. Ya en el patio y cerca donde se asaba el cordero pascual, Simón manifestó su alegría por ser su hogar el que tenia el singular privilegio de recibirlos e indico que les había preparado un aposento especial en el segundo piso donde celebrarían la cena de Pascua. Los apóstoles fueron subiendo ordenadamente al segundo piso, por unas escaleras de piedra que comenzaba en la parte lateral de la casa y conducían a un amplio salón que había sido acondicionado, siguiendo las ordenes del maestro no habría servidumbre.
Saltaba a la vista que el puesto de honor correspondía al diván mas alto, situado al centro, y que tenia otros dos lugares preferentes, uno a su derecha y el otro a la izquierda. A los costados y un peldaño mas abajo, formando un U, habían sido colocadas dos mesas largas con cinco lugares cada uno, con sus respectivos divanes.
En una esquina estaban dispuestos los lavabos, jofainas y toallas, para las obligadas abluciones de pies y manos. La costumbre judía señalaba que, antes de sentarse a la mesa, los comensales debían ser aseados por los sirvientes o por ellos mismos en forma ritual.
Al ingresar al salón, Judas se fue directamente al asiento colocado a la derecha del Maestro, manifestando su intención de acomodarse en él, como invitado preferido, esta actitud por parte de Iscariote subleva al resto de los discípulos, produciéndose una desagradable discusión. Pero Judas ya se había instalado en el diván y Juan en uno de sus arranques, protestando, hizo otro tanto, apoderándose del puesto preferente de la izquierda.
Simón Pedro se sentía herido y defraudado por lo que llamo orgullo indecente de sus compañeros, especialmente de Judas, y visiblemente alterado, dio vuelta a la mesa, eligiendo entonces él ultimo puesto en jerarquía, a partir de ese momento, el resto se fue instalando donde buenamente pudo.
Cuando el Maestro apareció en el marco de la puerta, los doce se hallaban recriminándose mutuamente por lo sucedido, al verlo se hizo un brusco silencio. Mientras Jesús sé dirigía a su asiento al centro de la mesa superior para dar inicio a la Ultima Cena
Tadeo procedió a servir la primera copa, de la bienvenida, el discurso estuvo a cargo del Maestro. La tradición fijaba que después, los huéspedes deberían levantarse y lavar sus manos. Pero, ante la sorpresa general, el rabí se incorporo, y se encamino silenciosamente hacia la esquina donde se encontraban las jarras de agua. Se quito la túnica, y se puso uno de los lienzos alrededor de la cintura. Después, cargando una jofaina y el agua, dio la vuelta completa a la mesa, llegando hasta el puesto menos honorífico; él lugar que ocupaba Simón Pedro y arrodillándose con gran humildad y mansedumbre, se dispuso a lavarle los pies, al verle, los doce se levantaron y del estupor pasaron a la vergüenza. Jesús les había dado una lección de consideración y caridad. Después prosiguió lavando los pies del resto de los discípulos en medio del silencio general, cuando termino, lavo ceremonialmente sus propias manos en la esquina del salón y regreso muy despacio a su sitio de honor.
Estando ya comiendo, dijo: en verdad os digo que uno de vosotros me hará traición. Y ellos afligidos sobremanera, empezaron cada uno de por si a preguntar: Señor !?Acaso Yo?!. El Maestro en respuesta dijo:El que mete conmigo su mano en el plato para mojar el pan, ese es el traidor.
Mientras estaban cenando el cordero pascual. Tomo Jesús el pan y lo bendijo, y partió, y se los dio a sus discípulos, diciendo: tomad y comed; este es mi cuerpo. Luego, tomo el cáliz, dio las gracias a Dios, lo bendijo, y lo ofreció, diciendo: bebed todos de el: por que esta es mi sangre, que será el sello del Nuevo Testamento, la cual será derramada por muchos para la remisión de los pecados.
Según relata Andrés, el Maestro no probo el delicioso asado de cordero, solo pudo degustar algunas verduras y legumbres, incluyendo las yerbas amargas, así como el pan ácimo, vino con agua y un poco del postre Jaroset. A las nueve y cuarto de la noche, poco antes de que fuera servida la tercera copa de vino, la de las bendiciones, Judas se paro y pidió permiso para salir un momento del aposento, pero no regresaría jamás, estaba rumbo a la mayor traición de la historia.
Minutos después, Jesús, prosiguió su discurso manifestando, os declaro que no beberé ya mas, desde ahora, de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con vosotros del nuevo cáliz de delicias en el reino de mi padre. A las diez y cuarto de la noche, la familia Marcos se encontraba expectante en el patio principal de su residencia, cuando inundó el ambiente el sentido himno que acompañaba a la cuarta y ultima copa de vino la de la despedida. Jesús y sus once discípulos estaban a punto de terminar esta cena memorable, luego los apóstoles empezaron a bajar, Jesús fue él ultimo, tenían que dirigirse al huerto de Getsemani a seguir protagonizando la etapa más importante de la historia de la humanidad.
Autor: Jaime Ariansen Céspedes.
JEAC.
martes, 3 de abril de 2012
Recetas para Semana Santa
Recetas al alcance de todos.
1. TENER A LA MANO :
Abrelatas, para abrir el corazón endurecido.
Cuchillo bien afilado, para cortar vicios y malas costumbres.
Destapador, para destapar lo atorado en las relaciones familiares.
Colador, para pasar por alto las ofensas y purificar intenciones.
2. ABSTENERSE:
De comer prójimo (chismes, murmuraciones y calumnias).
Evitar condimentar el día con venganzas.
Evitar consumir altas dosis de egoísmo.
No tomar rencor, que pone de mal genio.
Evitar el consumo excesivo de picantes, para no enchilarse y decir malas
palabras.
No tomar postres helados, que congelen el afecto..
Lavar bien el corazón, para que no se infecte de la cólera.
3. MENÚ RECOMENDADO:
Exquisita caridad para con el prójimo.
Caldo de atención a los desamparados y enfermos.
Ensalada de detalles de afecto para los suyos.
Tortillas abundantes para compartir con el hambriento.
Refresco de alegría para convidar a los tristes y desanimados.
Sopa de letras para escribir más seguido a familiares y amigos.
Puré de zanahoria para ver con buenos ojos a los demás.
Pan bendito para los afligidos, ya que "las penas con pan son menos”.
4. DE POSTRE SE RECOMIENDA:
Perita en dulce, para ser buena persona y caerle bien a todos.
Torrejas con miel para endulzar los defectos de los otros.
Yogur de guayaba para repetir... gestos de perdón.
Naranja dulce y limón partido "dame un abrazo que yo te pido".
Y no olvides:
"Donde come uno, comen dos" y "échale siempre más agua a los frijoles".
O sea: Comparte tu vida con los otros.
Finalmente, el Chef Celestial recomienda sobre todo el alimento
Bendiciones del cielo.......un abrazo Angelical.
Autor Desconocido.
JEAC.
domingo, 1 de abril de 2012
Domingo de Ramos
En el inicio de la Semana Santa encontré un artículo muy especial sobre la fecha, distinto a lo que siempre se escribe y lee, aquí lo tienen:
La entrada en Jerusalén quiere ser como la entronización del Mesías. Hoy es el momento de la participación popular, un acto enteramente democrático, llamado el pueblo a las urnas de la libertad y del Espíritu para aclamar a su Rey.
No ha habido campañas especiales. No pudo haber manipulación del voto. Todo fue un movimiento espontáneo que se encargó de conjuntar el mismo Espíritu de Dios. Aquí sí podemos decir con verdad que «la voz del pueblo era la voz de Dios». Respondieron, naturalmente, los sencillos y los pequeños, lo que siempre ha sido el corazón del pueblo.
No faltaron voces discordantes, personas ciegas o interesadas o endurecidas, más duras que las mismas piedras, que estuvieron a punto de unirse al coro de los niños y los pobres.
Era el día de la alegría y de la alabanza, el día del triunfo y la acción de gracias. «Escuchad: hay cantos de victoria en la tienda de los justos... Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Bendito el que viene en nombre del Señor». En otras ocasiones quisieron hacer rey a Jesús, y él lo rehusó. Pero hoy es el día que hizo el Señor.
Pues este día todos, casi todos, sienten una vibración de gracia. Los discípulos, llenos de fe y entusiasmo, no podían callar. Se contagió una gran muchedumbre de gente sencilla, y se forma una procesión espontánea aclamando al Señor, que entra como rey en su ciudad.
Una procesión curiosa, por la gente y por el estilo. Hay más niños que soldados, hay más pueblerinos que príncipes. Las espadas se han cambiado por los ramos de olivo, las marchas triunfales por cantos populares, las carrozas por alfombras naturales y los caballos por un burro.
Ahora Jesús necesita un burrito. No pide un mulo o un caballo. El burro se adapta mejor, porque es paciente, es manso, es laborioso, es sencillo, es pequeño, es humilde. El burro carga con todo, como Jesús. Hay pinturas que simbolizan a Jesús como un elefante que lleva sobre sus lomos el peso del mundo. El burro vale para todos los trabajos, especialmente los humildes. Jesús se entrega a todo lo que el Padre le encomiende. El burro se deja conducir fácilmente. También Jesús se deja llevar enteramente de la mano del Padre. El burro no es violento, y aguanta muchos palos. Es lo que hizo Jesús en su pasión. El burro no se presenta a concursos, ni se jacta de su trabajo, ni exige recompensas. Tampoco Jesús se manifestó gloriosamente, sino que se ocultó en el más grande anonimato y se rebajó hasta la muerte de cruz. El burro tiene dos grandes orejas, porque está más dispuesto a escuchar que a rebuznar. Algo que va siempre muy bien con todo discípulo de Cristo.
Extractado de “Un amor así de grande” de Rafael Prieto Ramiro.
JEAC.