A mi paso por la vida, he tenido la necesidad de decir adiós a
una serie de personas y situaciones que en su momento tenían que apartarse de
mí. Es una palabra difícil de pronunciar pero necesaria. Mueren las costumbres,
las rutinas, dejando un vacío en nuestra existencia, cabeza y corazón, pero ese
vacío es el que me permite seguir viviendo, aprendiendo y madurando.
Cada día de mi existencia me gusta releer mi historia y asumir
los adioses que han cerrado capítulos y abierto espacios en mí vida. En
ocasiones es necesario e indispensable aprender a decir adiós
JEAC.
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