No hay bosque más semejante a un desierto que aquel en donde no
cantan los pájaros.
El tiempo es demasiado escaso como para desperdiciarlo en lamentos y en preocupaciones.
Hay océanos de lágrimas donde apenas navegan las tristezas.
El tiempo es demasiado escaso como para desperdiciarlo en lamentos y en preocupaciones.
Hay océanos de lágrimas donde apenas navegan las tristezas.
Llorad conmigo y la mitad de vuestra carga aliviaré.
No hay que lamentar aquello que se ha perdido, sino
congratularse de que ha existido y de que tuvimos la oportunidad de vivirlo. No
te aflijas por lo que dejó de ser. Regocíjate por lo que una vez fue y te hizo
feliz.
No te ancles en la melancolía, en la tristeza, en la
nostalgia... Añoras grandes episodios del pasado que nunca se repetirán. Pero lo
mejor de la vida está por llegar, esperando a que rompas esas ataduras.
Vacía tu mochila de cosas inútiles, de recuerdos tristes, de pesares, de rencores e infortunios. No cargues con ese lastre ni te detengas. El camino de la vida sigue, y tú, como caminante, has de seguir andando. El camino no se ha acabado aunque no lo veas. Crea el sendero hacia tu futuro.
Tomado de la web.
Publicado por JEAC.
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