miércoles, 31 de agosto de 2016

La raíz del éxito


Qué hace la diferencia? ¿Por qué a algunas personas les va tan bien? ¿Será por …

• El trasfondo familiar? Crecer en una buena familia es algo por lo que cualquiera debería sentirse agradecido, pero no es un indicador confiable de ser la razón para el éxito. Un alto porcentaje de las personas exitosas viene de hogares destruídos.

• La riqueza? No, algunos de los hombres y mujeres de mayor éxito vienen de la clase media y de la clase media baja. La riqueza no es un índice de éxito ni la pobreza es garantía de logros insignificantes.

• La oportunidad? Bueno, la oportunidad es algo muy especial. Dos personas con dones, talentos y recursos similares pueden observar una situación dada, y una de ellas verá tremendas oportunidades en tanto que la otra no verá nada. La oportunidad está en el ojo del observador.

• Una alta moralidad? Me gustaría que esta fuera la clave, pero no lo es. He conocido personas absolutamente íntegras que han logrado muy poco. Y he conocido sinvergüenzas de un tremendo éxito. Usted también los conoce.

• La ausencia de dificultades? Por cada persona exitosa que ha esquivado a la adversidad, hay una Helen Keller que venció incapacidades extremas o un Víctor Frankl que sobrevivió a horrores absolutos. Así es que tampoco es la ausencia de dificultades.

No, ninguna de estas cosas es la clave. Para decirlo en forma franca, yo sé sólo de un factor que separa a los que se distinguen en forma consistente de los que no: La diferencia entre la gente mediocre y la gente de éxito es su percepción de y su reacción al fracaso.

Ninguna otra cosa tiene la clase de impacto en la capacidad de las personas de alcanzar y llevar a cabo cualquier cosa que se propongan y deseen.

Efectivamente, esto es cierto. El fracaso no es el acabose de todo, podría ser el comienzo de todo. Lo importante en la vida es sacar provecho de cada experiencia dolorosa. Jesús estará a nuestro lado para enseñarnos.

Keisy Polanco.


Publicado por JEAC.

viernes, 26 de agosto de 2016

Hermosas palabras


Estas son hermosas palabras: Debemos leerlas y tratar de entender su profundo significado. Son como mandamientos para seguir en la vida.

1) Orar no es como una rueda de auxilio que sólo usas cuando estás en problemas, más bien es como el volante que te dirige al camino correcto sobre el sendero de la vida.
2) ¿Sabes por qué el parabrisas del auto es tan grande y el espejo retrovisor tan pequeño? Porque nuestro pasado no es tan importante como nuestro futuro. Mira hacia adelante y sigue en movimiento.
3) La amistad es como un libro, toma unos pocos segundos en quemarse pero tomó varios años en escribirse.
4) Todas las cosas en la vida son temporales. Si van bien, disfrútalas, porque no son para siempre. Si van mal, no te preocupes, no pueden durar demasiado tampoco.
5) Los viejos amigos son como el oro. Los nuevos amigos como los diamantes.
Si tienes diamantes no te olvides del oro, porque para sostener un diamante siempre necesitas una base de oro.
6) A menudo cuando pierdes las esperanzas y piensas éste es el final, Dios sonríe desde arriba y dice: "Relájate, hijo mío, esto es sólo una curva, no el final del camino."
7) Cuando Dios resuelve tus problemas tú tienes fe en Él. Cuando Dios no resuelve tus problemas Él tiene fe en tus habilidades para resolverlos.
8) Un ciego preguntó: ¿Qué puede ser peor que perder la vista? Dios le respondió: "Que pierdas tu visión de las cosas."
9) Cuando tú oras por otros, Dios te escucha y los bendice. Algunas veces cuando tú estás seguro y feliz, recuerda que alguien ha orado por ti.
10) El preocuparse no se lleva lejos los problemas de mañana, se lleva la paz de hoy.

Si realmente has disfrutado esto, pásalo a otros, puede que les cambies el día.

Shirley Dobin Rosenthal


Publicado por JEAC.

domingo, 21 de agosto de 2016

La meta


La meta (Hamlet Lima Quintana)
Hay que llegar a la cima,
arribar a la luz,
darle un sentido a cada paso,
glorificar la sencillez de cada cosa,
anunciar cada día con un himno.

Hay que subir por esa calle ancha,
dejar atrás el horror y los fracasos,
y cuando entremos cantando por la cumbre,
estirar las manos hacia abajo
para ayudar a los que quedaron rezagados.


Publicado por JEAC.

miércoles, 17 de agosto de 2016

21 frases para mejorar...

Estas son algunas sugerencias practicas que te servirán para mejorar cada día tu calidad de vida.

1- Dale a las quienes te rodean mas de lo que esperan de ti y hazlo con gentileza.

2- Cásate con alguien con quien disfrutes hablar, cuando envejezcas disfrutar una buena conversación será más y más importante.

3-  No creas todo lo que escuches, no gastes todo lo que tengas, ni duermas todo lo que quieras.
 
4- Cuando digas TE AMO, siéntelo desde el fondo de tu corazón.

5- Cuando digas "lo siento" , mira a la persona a lo ojos.

6- Por lo menos espera 6 meses desde que te comprometas hasta que te cases.
 
7- Cree en el amor a primera vista.
 
8- Nunca te burles de los sueños de otros. Quienes no tienen sueños no tienen mucho.

9- Ama profunda y apasionadamente, tal vez te hieran, pero es la única forma de vivir tu vida plenamente.

10-Cuando tengas desacuerdos , pelea con altura, recuerda que las opiniones cambian y que las relaciones pueden durar y servirte tu vida entera, cuídalas.

11- No juzgues a las personas por sus familiares.

12- Habla despacio pero piensa rápido.

13-Cuando alguien te haga una pregunta que no quieras responder , sonríe y respóndele ¿Por que quieres saber eso ?

14-Recuerda un gran amor implica un gran riesgo !!

15-Di Salud ¡!, cuando alguien estornude cerca de ti.

16- Cuando pierdas; no pierdas la lección que aprendiste. 

17- Recuerda las tres R Respeto por ti ,Respeto por los demás y Responsabilidad por todas tus acciones.

18- No dejes que pequeñas disputas o diferencias, maltraten tus relaciones.

19-Cuando te des cuenta que  cometiste un error, de inmediato toma los pasos necesarios para corregir tus errores.

20-Cuando respondas el teléfono , SONRIE , quien llama , va a "escuchar" tu sonrisa. 

21- Disfruta del tiempo que pases contigo si aprendes a disfrutar tu compañía otros disfrutaran de ti
.
Lee varias veces estas sugerencias, si ya las aplicas en tu vida, sabes lo valiosas que son, si no, úsalas y reconoce como pequeños cambios podrán verse en grandes resultados.

Tomado de la web.


Publicado por JEAC.

viernes, 12 de agosto de 2016

Aire


Hace ya muchos ayeres un joven muchacho se dio cuenta que lograr sus sueños no siempre era fácil, que había algunos que se hacían realidad con poco esfuerzo casi por casualidad, pero había otros que se convertían en una batalla, que eran como ir cuesta arriba, que los obstáculos y sus propias dudas se multiplicaban. Esos eran los sueños que lo hacían titubear, se cuestionaba si era posible hacer que esos preciosos objetivos se volvieran realidad, desconfiaba de su propia capacidad para lograrlos.
Incluso llegaba a pensar – por lo bajito – que tal vez no los merecía.
Así que se decidió a visitar al sabio del pueblo, al anciano famoso por su sabiduría y por qué no decirlo, también por su falta de prudencia. Al llegar lo encontró meditando y le preguntó - Hombre sabio, ¿Qué debo hacer para conseguir lo que quiero?
El anciano inmerso en su propia mente no respondió, por más que el joven repitió la pregunta.
No se podía dar por vencido tan fácilmente, así que al día siguiente regresó y se encontró al maestro cantando y bailando frente a su casa. Sin temer interrumpirlo le hizo la pregunta - Respetado anciano, ¿Qué es lo que debo hacer para que mis sueños se conviertan en realidades?
Pero el hombre siguió bailando y cantando como si nada pasara.
Por tercer día el muchacho regresó, esta vez el anciano estaba tomando té. El muchacho se sentó en silencio y no dijo nada. Finalmente cuando el maestro terminó el último sorbo y parsimoniosamente dejó su taza en la mesa, el joven preguntó una vez más - Honrado maestro. ¿Qué puedo hacer para lograr lo que anhelo?
El hombre sonrió y le dijo – Sígueme. Lo llevó hasta el río, ahí se metió en sus aguas y conduciendo al joven de la mano caminaron hasta que el caudal les llegó a los hombros. El anciano se apoyó sobre los hombros del muchacho y con una fuerza que desmentía su edad lo sumergió sorpresivamente en el agua. Por más que el joven ponía todo su esfuerzo tratando de desasirse, el anciano maestro allí lo mantuvo por largos instantes, no importaba cuanta fuerza usara el muchacho para salir, el maestro era más fuerte y lo mantenía bajo el agua. Hasta que finalmente lo soltó, dejándolo salir y respirar.
El muchacho con el rostro enrojecido tomó una gran bocanada de aire fresco y poco a poco fue recobrando el aliento. Fue entonces cuando el sabio preguntó – Al estar bajo del agua, ¿Cuál era tu mayor deseo?
El muchacho aún agitado pero sin dudarlo contestó - Aire, lo único que quería era aire
- ¿No pensaste en viajes, joyas, mujeres ni sabiduría?
- No maestro quería aire, buscaba aire y solamente aire – fue su respuesta.
- ¿Nunca lo dudaste? ¿No pensaste que tal vez sería imposible? ¿Qué quizás no poseías la capacidad de obtenerlo? ¿Qué probablemente no eras merecedor de él?
- Maestro, todo mi cuerpo, mi energía y mi mente sólo gritaban por aire.
El anciano guardó un silencio casi meditativo y cuando cualquiera hubiera pensado que ya no diría nada más se puso a bailar, ahí dentro del río y sencillamente dijo
- Muy bien muchacho ¿tienes alguna otra pregunta?
Y tú… ¿Tienes alguna otra pregunta?

Sergio Hernández Ledward
(Escuché decir al viento)

Publicado por JEAC.

lunes, 8 de agosto de 2016

Somos autores

La insatisfacción de un ser humano se evidencia de muchas maneras: con la ira a flor de piel, con la queja constante, con la culpabilización y la autoculpabilización, con los “sí, pero…”, con la idea de que algo o alguien cambie…  en definitiva, la expectativa puesta total y exclusivamente afuera de uno mismo. Sabiendo que estos comportamientos no nos otorgan resultado ninguno, seguimos haciendo lo mismo prefiriendo la comodidad al verdadero y honesto cambio.
Nada ni nadie puede transformar algo en su vida si no comienza por aceptar y reconocer que es el responsable o el generador de eso que vive.  No querer asumir la responsabilidad es la manera de perpetuar actuando la insatisfacción con los mismos comportamientos dolorosos y repetitivos.
No aprendimos a tener metas claras. Más bien sabemos tener objetivos socio-culturales impuestos, que no llegan a la raíz profunda de la plenitud porque no son elecciones propias. Hacer una carrera, encontrar trabajo, tener una relación de pareja, los hijos, una casa y un auto e independencia económica…son viejos paradigmas de felicidad que no siempre “funcionan”. simplemente porque no era lo que queríamos hacer, sino que lo hicimos por imposición automática.
Y cuando la vida no resulta a tu manera, te es más fácil reaccionar, criticar, enojarte, deprimirte quizás o esperar… Decidir que Todo es nuestra responsabilidad es dar un paso hacia la Libertad. Somos totalmente libres de vivir la vida que queremos vivir.
Seguir creyendo que “algo o alguien” nos da o nos quita amor, dinero, trabajo, salud, etc…es continuar apostando al sufrimiento y a la esclavitud de creer que carecemos del Poder de Crear.
La vida es interesante, para Quien la hace interesante.
…es alegre para Quien le pone alegría.
…es amable para Quien ama.
…es profunda e intensa para Quien decide aprender con cada circunstancia que uno mismo se presenta.
La vida es plena para Quien se otorga la Autoría de sus experiencias. E inmediatamente la queja desaparece, la ira se diluye, la esperanza cae rotundamente y lo más determinante: ya no hay nadie más a quien culpar.
La disconformidad es tu Autoría. La plenitud, también.

Alicia Orfila.

Publicado por JEAC.

miércoles, 3 de agosto de 2016

El arte de saber hacerse el bruto


Mi mamá me decía con frecuencia que yo iba salir adelante no por inteligente, sino por bruto.  Esta afirmación que entonces me ofendía, con el tiempo me ha llegado a parecer sabia y útil. Ahora me doy cuenta de lo importante que es saber hacerse el bruto.

Por ejemplo:

- Si un pariente cercano me dice un indirectazo para ofenderme, me hago el bruto que no entiende y así no   le doy el gusto de amargarme la vida.

- Si quiero aprender algo que me cuesta trabajo, me hago el bruto, no sucumbo a la impaciencia de los demás y sigo intentando hasta lograrlo.

- Si mi compañero de trabajo o mi superior permanecen irritados la mayor parte del tiempo, no pienso que es conmigo o por mí, sino que me hago el bruto y me digo: "Debe ser que  le duele una muela" y de esa manera me hago inmune al contagio de ese dolor.

- Cuando dicen "no" a mi objetivo, me hago el bruto y entiendo "todavía no" y así me permito seguir buscando formas de conseguirlo.

- Si algo que intento cien veces no me resulta como quiero, no me tildo de bruto por no haberlo logrado, sino   que pienso en lo bruto que sería si desistiera después de tanto esfuerzo.

- Cuando estoy hablando por teléfono con alguien de quien necesito un servicio o información y la persona sube el tono de voz más de lo necesario y vocaliza cada palabra exageradamente,   tal como si dijera: "No sea bruto, ¿acaso no entiende lo que le estoy diciendo?"  Decido entonces respirar profundamente, contestarle pausadamente   y con calidez, dándole las gracias por su paciencia con mi falta de entendimiento...

Esto funciona como magia la mayoría de las veces para cambiar las mareas a mi favor.

Les confieso que me gustaría poner en práctica estos consejos más frecuentemente, porque en realidad no hay nada que me parezca más tonto que tratar de parecer correcto e inteligente todo el tiempo y con todos.

Autor desconocido.


Publicado por JEAC.