El MAESTRO TABÁREZ: gane o pierda, siempre un
ejemplo.
Uruguay se fue en cuartos de final del Mundial de Rusia. Pero dejó la imagen del equipo aguerrido de siempre. Fruto de un país con apenas tres millones de habitantes (la población de La Matanza, Lomas de Zamora y Quilmes sumadas), su entrenador logró la increíble cifra de 184 encuentros al frente de su selección.
Uruguay se fue en cuartos de final del Mundial de Rusia. Pero dejó la imagen del equipo aguerrido de siempre. Fruto de un país con apenas tres millones de habitantes (la población de La Matanza, Lomas de Zamora y Quilmes sumadas), su entrenador logró la increíble cifra de 184 encuentros al frente de su selección.
A los 71 años, a Oscar Washington Tabárez Sclavo,
el Maestro, lo acompaña un bastón adonde vaya. El sindrome de Guillain Barré que
padece lo obliga a apoyarse en él. Así se lo vio en Rusia, donde el director
técnico llevó a la selección uruguaya hasta los cuartos de final. Dio un paso
más que la Argentina, y cayó frente al mismo rival, Francia, hoy clasificado a
la final.
Pero no son los logros conseguidos –aunque pudo
gritar campeón de América en nuestro país, en el año 2011–, sino el camino que
ha sabido recorrer para alcanzar un reconocimiento unánime.
Debe ser porque más que un entrenador, Tabárez
sigue siendo aquel docente que enseñaba en los barrios de Cerro, Paso de la
Arena (donde vive otro uruguayo admirable, Pepe Mujica) y La Teja. Sólo así se
explica el respeto reverencial que le profesan sus dirigidos, muchos figuras
estelares en los grandes equipos europeos; galardones como el de Campeón del
Deporte de la Unesco; y el récord que ostenta: es el técnico con más partidos al
frente de un equipo nacional, 184, dejando en franca evidencia que la
continuidad en la tarea es clave para alcanzar objetivos.
Tras la derrota frente a los galos, declaró: "Nos
faltó lo que a cualquier equipo cuando pierde. El rival nos superó y nos ganó
bien, hay que felicitarle". Estuvo lejos de cualquier excusa, como
lamentablemente se escuchó luego de la eliminación de nuestro equipo.
Sobre su continuidad, no presionó: "HOY SE ME
TERMINA EL CONTRATO Y NO VOY A HABLAR DEL TEMA. NUNCA ME GUSTÓ HACER LOBBY NI
NADA POR EL ESTILO, IRÍA EN SENTIDO CONTRARIO A TODO LO QUE HEMOS HECHO HASTA
AHORA".
Quizás hoy el bastón lo sostenga a él. Pero el
Maestro sigue –ya en el final de su carrera–, sosteniendo un mensaje de
dignidad.
Por Ricardo A. Barceló.
Publicado por JEAC.
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