martes, 5 de enero de 2021

Un e-mail para ti


Uno de los mejores ejercicios, al comienzo del año, es la evaluación de nuestros comportamientos en el que ya ha pasado. Sin reproches, pero con honestidad y claridad mental.

Cosas mejorables, acciones disonantes, comportamientos dolientes, intenciones no cumplidas, promesas rotas, intenciones remediables, sueños por realizar… innumerables formas de haber encarado la vida acertada o desafortunadamente.

En cualquier caso, la mejor terapia es escribir. Escríbete una carta a ti mismo. Estate feliz de recibirla como cuando las recibes de otras personas. Se tu mejor amigo dialogando contigo. Obsérvate desde fuera. Ríndete a la evidencia. Congratúlate con tus demonios y expulsa a tus fantasmas. Dale la mano a la esperanza y siéntate con las posibilidades inmensas del año que comenzamos y está por desplegarse ante nosotros.

Cada noche, en la intimidad oscura de tu silencio interior, pregúntate qué tres cosas podrías haber mejorado en tu día. Qué otras tres cosas has aprendido en él. Qué tres cosas te propones para el siguiente.

No podemos vivir yendo siempre hacia delante sin mirar el rastro que dejamos atrás. Es necesario conocerlo, para mejorarlo aún más o para no volverlo a repetir nunca.

Recibe ese e-mail de ti para ti. Hazlo mentalmente si no te gusta o te da pereza escribir. Vete diciéndote cada palabra que tú dirías a tu mejor amigo en tus circunstancias y hazle caso a tu voz interior.

Es una buena forma de comenzar el año con otra disposición. Una que evite tu ego y te conecte con tu mejor ser. Y entonces comenzará a cambiar lo de afuera.

Entonces, habrás dispuesto en torno a ti, las  mejores circunstancias para que todo suceda como te gustaría.

Tomado de: Mirar lo que no se ve

Publicado por JEAC. 

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