El mundo es muy grande pero lo
olvidamos con frecuencia. En ocasiones, estamos demasiado pegados a nuestro
cuadrado. No queremos salir de esta zona, a veces, mal llamada de confort”, en
la cual más que placer buscamos seguridad.
Al mal expresado refrán “Más vale
lo malo conocido que lo bueno por conocer”, habría muchos matices que añadir.
Nunca lo que ha de venir podemos estigmatizarlo como “peor”. Lo que conocemos es
como es, pero debemos abrir la mente a las diferentes posibilidades quela vida
puede ofrecernos. Si tenemos algo “malo”, ya contamos con ello, sabemos el dolor
que produce y dejamos que, en la falsa comodidad, nos siga dañando.
Si podemos salir de ese bucle
interminable promovido por el miedo, estamos abriendo caminos alternativos dónde
algo mejor puede suceder.
Nos engañamos al pensar que las siguientes casillas
estarán repletas de laberintos, trampas y despropósitos que nos colocarán en una
situación peor. El juego de la vida exige movimiento y si nos empeñamos en no
movernos de la cárcel en la que nos hemos encerrado, muchas veces de forma
voluntaria, la propia existencia te sacará de ahí con peores maneras.
Hay que
tener “un segundo de valentía” suficiente para cambiar la vida. Decir “No”
cuando sea conveniente. Poner límites cuando sea necesario, protegernos y
proteger nuestras múltiples vías de progreso, casi siempre fuera del marco que
determina nuestra existencia.
Decide, antes de que otros lo hagan por ti.
Actúa, antes de que la vida te obligue. Crea, antes de que lo que ya está creado
te determine. Avanza, antes de que no puedas dar un paso por ti mismo y te
paralices para siempre.
La vida siempre te espera.
Hay esperanza; siempre
la hay.
Tomado de la web.
Publicado por JEAC.