Un hermosísimo poema de la inmortal poetisa Argentina Alfonsina
Storni que nos habla de lo que todos tenemos alguna vez…el cansancio… Huelgan
los comentarios.
Cansancio (Alfonsina Storni – La inquietud del
rosal)
Todos, todos tenemos una hora cobarde,
una hora de hastío cuando muere la tarde.
una hora de hastío cuando muere la tarde.
Cuando se va el amigo que nos trae calor,
el amigo de oro, el mago gestador.
el amigo de oro, el mago gestador.
Cuando se juntan todas las impresiones malas
y el alma es un tejido de finísimas alas.
y el alma es un tejido de finísimas alas.
Cuando puede decirse: lo que fue no será;
lo que no hice hoy no lo haré nunca ya.
lo que no hice hoy no lo haré nunca ya.
Es entonces, cobarde, que me acosa el deseo
de no ser y ni pienso, ni trabajo, ni creo.
de no ser y ni pienso, ni trabajo, ni creo.
Es una nulidad completa de mí misma
que me asusta y me hiere, me subyuga y abisma.
que me asusta y me hiere, me subyuga y abisma.
Es entonces que yo quisiera ser así
como una cosa nimia, futil, baladí.
como una cosa nimia, futil, baladí.
Un chiche que se lleva guardado en el bolsillo.
una prenda cualquiera, un reloj, un anillo...
una prenda cualquiera, un reloj, un anillo...
Ser una cosa muerta que la llevan cargada
y que no sabe nada y que no piensa nada.
y que no sabe nada y que no piensa nada.
Todos, todos tenemos una hora cobarde,
una hora de hastío cuando muere la tarde.
una hora de hastío cuando muere la tarde.
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