Ayer Sábado se decreto el descenso del club Independiente de
Argentina a la Primera División “B” del futbol. Una verdadera pena para una
institución que supo ser una de las más grandes de su país y de América. Se fue,
pero se fue con dignidad, con esa dignidad que solo la poseen los grandes, sin
hacer berrinche y sin que sus hinchas hicieran desmanes. Todos sabemos que
pronto regresará a renovar su idilio con la gloria que siempre lo acompañó.
Volverá renovado y fuerte tal como debe ser para uno de los más grandes de
Argentina.
Mi primer contacto o conocimiento con este club fue en el año
1967 cuando comencé a leer las revistas Argentinas “El Gráfico y Goles”.
Recuerdo que encontrar esas revistas de años pasados fue para mi como descubrir
un tesoro escondido y las revisaba una y otra vez de punta a cabo pues me
deleitaba las cosas que contaban de sus equipos. Así fue que me topé con una
revista del año 1963, en el que fue campeón del futbol Argentino precisamente
Independiente. A partir de aquello seguí a aquélla institución que siempre
estuvo unida a los grandes logros.
El equipo que más me gustó fue aquél campeón de 1967 que tenía
una delantera realmente demoledora conformada por Bernao, Savoy, Artime y
Tarabini, todo un equipazo. Y entre otras figuras contaban con Pavoni, el
legendario Santoro en el arco y Pastoriza en el mediocampo. De ese equipo sí que
me hice hincha y en cada revista que conseguía buscaba primero los comentarios
de los partidos de Independiente.
Ahora, en su hora amarga todos esperamos su pronto retorno a la
Primera División y que vuelva a ser aquélla institución que se cansó de ganar
copas Libertadores e Intercontinentales. ¡¡¡Hasta pronto diablos rojos!!!.
JEAC.
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