Nuestros sueños como seres humanos son
sólo sueños.
Algunos sueños son posibles en la realidad que percibimos y están condicionados a los atributos y a la mentalidad de quienes los soñamos -también a nuestros méritos, nuestra misión en la vida y nuestras relaciones-.
Algunos sueños son posibles en la realidad que percibimos y están condicionados a los atributos y a la mentalidad de quienes los soñamos -también a nuestros méritos, nuestra misión en la vida y nuestras relaciones-.
Cada uno de nosotros sueña su sueño y
conforma su propia ilusión sobre la vida y sobre los demás.Sin embargo, el
cumplimiento de muchos de nuestros sueños puede convertirse en un yugo para
otros o en una sumisión que los lleve a sacrificarse para
complacernos.
Muchos sueños son proyectados con una
idealidad tan minuciosa que se vuelven sueños excluyentes y exclusivos que
aíslan al soñador en un reducto inaccesible y brumoso.
Cada uno de nosotros sueña su sueño con las condiciones y disposiciones de su mente y cada uno sigue su jornada ajustada a ese sueño.
Cada uno de nosotros sueña su sueño con las condiciones y disposiciones de su mente y cada uno sigue su jornada ajustada a ese sueño.
Muchos sueños se convierten en
pesadillas porque unos soñadores se empeñan en acomodar a otros a las exigencias
de sus planes y de sus ambiciones o deseos con una persistencia
enfermiza.
Pero algunos de aquellos a quienes les son asignadas las funciones de dar felicidad no están dispuestos a dejarse subyugar y los soñadores entran en pugna.
Pero algunos de aquellos a quienes les son asignadas las funciones de dar felicidad no están dispuestos a dejarse subyugar y los soñadores entran en pugna.
Nuestros sueños sobre acciones de vida
o sobre proyectos que trazamos podemos cumplirlos muchas veces más no los sueños
sobre otras personas o sobre su permanencia junto a nosotros porque
suprimiríamos su libre albedrío y las experiencias por cumplir que cada alma ha
trazado como su destino particular desde la dimensión creativa del Ser
Uno.
Los únicos sueños posibles y con algún
matiz de felicidad son los que permiten que las mentes entren en armonía no
sucumbiendo a la necesidad, ni a los yugos, ni a la percepción de carencia o
desvalidez.
Entonces los soñadores pueden sonreír y mostrar un rostro alegre y optimista, fruto de una visión de acercamiento y prodigalidad que expande su sueño hacía una creativa y transitoria realidad.
Entonces los soñadores pueden sonreír y mostrar un rostro alegre y optimista, fruto de una visión de acercamiento y prodigalidad que expande su sueño hacía una creativa y transitoria realidad.
Sin embargo, el sueño más grandioso que
podemos crear es aquel que nos lleve a despertar: observadores y actores atentos
en cada acto y en cada relación de nuestras vidas, dándonos cuenta sobre todo
lo que sucede y viendo los rasgos de los seres vivos y de la naturaleza en el
ahora, el instante efímero en que nuestro ser manifiesta las circunstancias
cambiantes de nuestra experiencia humana y de nuestra
particularidad.
Hugo Betancur (Colombia)
Publicado por JEAC.
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