La espiritualidad es mirar a tu vecino,
a tu hermano o a tu jefe y comprender que su mal humor es causa de su dolor, y
no sentirte ofendido con ello. No es con vos su enojo, sino con la vida que
lleva.
Espiritualidad es que las cosas no salgan como vos lo deseas todo el
tiempo y aceptar que así ha de ser para tu aprendizaje. Como vas a valorar lo
que viene de arriba, si todo lo deseas es en el tiempo tuyo y no en el tiempo de
Dios.
Espiritualidad es hacerte responsable de tus circunstancias, es no
creerte la víctima, es no culpar a nadie de lo que te sucede. Vivir a la
defensiva es no aceptar que fallas, que no todo lo puedes saber y que hay que
aceptar tus equivocaciones y hacerlo mejor cada día.
Espiritualidad es vivir
en la alegría, o en el silencio, o en el bullicio, o en la tormenta, o en la
luz, o en la oscuridad. Vivir aceptando, vivir lo que la vida te propone, sin
pretender que sea otra cosa.
Espiritualidad es comprender que, si te
enfermas, no solo hay que atender los síntomas físicos, sino también ver que
emociones no estás gestionando, y atender que lo que hace tu cuerpo es mandarte
un mensaje. Y si contraes el virus del Covid, no es casualidad que estés pasando
por esa prueba. No te sientas mal. Todo, absolutamente todo tiene un propósito
divino.
Espiritualidad es caminar disfrutando de cada paso y cada detalle del
Camino, independientemente de lo que te suceda. Es atender a tus Estados de
Ánimo para mantenerlos equilibrados.
Es cuidar tus pensamientos y tus
palabras. Es ser coherente con tu cuerpo, tus emociones, tu lenguaje y tu
intuición, y mantener la autenticidad en todos los ambientes y en todas las
circunstancias.
Espiritualidad es abrazarlo todo, afrontarlo todo y
enfrentarlo con fuerza y buena energía. Es amar el mundo tal y como es, con todo
lo que contiene. Sin juzgarlo, sin quejarte, sin poseer ni
maldecir.
Espiritual es aquel que se conecta con todo lo que el mundo le
ofrece y lo comparte, lo bendice, lo hace servir, agradecer y, declarar que está
en paz.
Es vivir como te sientas, siempre que no dañes a otros. Es
comprender que las dificultades no son problemas para amargarte, sino lecciones
para formarte.
Tomado de la web.
Publicado por JEAC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario