Luis... (puede ser cualquiera de
nosotros)...
Se graduó hace un par de años y tiene un trabajo en el área de
computación en una compañía internacional que lo lleva a viajar con frecuencia
por diversos países. Cuando le pregunté por su trabajo, me
respondió:
"Tranquilo, pero muy bien".
¿Por qué tranquilo?, le
pregunté.
Me dio una respuesta muy interesante:
*Porque allá se entra muy
puntualmente, pero se debe salir también a la hora precisa.
*Si te quedas a
trabajar más tiempo, tu jefe empieza a dudar de tu capacidad y ofrece quitarte
el trabajo.
Las exigencias laborales -explicó- se han vuelto muy
demandantes.
El trabajo que se asigna es para realizarse dentro de las horas
que debes permanecer en la oficina y a la empresa le interesa que quienes
trabajan ahí tengan una vida personal. Esa vida personal empieza a las 6:00 de
la tarde."
Esto coincide con un programa de televisión que me tocó ver por
cable en días pasados.
Era una reunión de expertos en relaciones laborales y
la gran discusión eran los horarios de trabajo que se han alterado en muchos
países. Uno de los expertos en relaciones humanas dijo que el trabajo NO debería
sustituir jamás a la vida personal del trabajador.
Y explicó porque: "La
única posibilidad de encontrar el equilibrio necesario para que una persona sea
sana en lo psicológico, emocional e intelectual es que le dedique tanto tiempo a
sus relaciones personales como a sus relaciones laborales.
Algunas empresas
han obligado a sus empleados a posponer su vida personal para un futuro que
nunca llega y lo que es peor, a renunciar a ella para sustituirla con la vida
laboral, lo cual es absurdo".
Entre muchas otras cosas, uno de los expertos
señaló algunas de situaciones que deberían encender la alarma en cualquier
institución o empresa, porque son síntomas de que algo anda mal:
1) Exceso de
juntas, particularmente de aquellas en las cuales se discute mucho pero no se
llega a nada concreto.
2) Planes y proyectos muy bien elaborados que rara vez
toman forma.
3) El que todos los ejecutivos o directivos deban estar siempre
(a cualquier hora de cualquier día) disponibles, para lo cual se les obliga a
cargar con un rastreador a donde vayan: celular, beeper, etc.
4) El que se
reciban mensajes, electrónicos oficiales escritos a altas horas de la noche o en
la madrugada y/o durante fines de semana (que deben estar dedicados a la vida
familiar) y/o desde sitios vacacionales o de descanso.
5) El que entre los
empleados o directivos de los niveles superiores haya un índice muy alto de
divorcios, o peor aún: de infartos y crisis nerviosas.
6) El que los
familiares (principalmente esposa e hijos) de los trabajadores se quejen del
tiempo excesivo que éstos le dedican a la empresa.
7) El que el único tema de
discusión o plática en las reuniones donde coinciden varias personas de la misma
empresa sea relacionado con el trabajo.
8) El que los trabajadores descubran
que ir al cine, teatro, ópera, conciertos, museos o centros de diversión se ha
vuelto una actividad excepcional en su vida.
9) El que el trabajo se
convierta en algo agobiante y genere más estrés que satisfacción en quien lo
realiza.
10) El premiar a quien permanece trabajando dos, tres horas o más
después de la hora de salida. Según el experto, eso sólo puede suceder por estas
razones:
a. Porque no le alcanza el tiempo (síntoma de ineficiencia o
incapacidad por parte del trabajador).
b. Porque se le ha asignado más
trabajo del que debe tener ese puesto (síntoma de ineficiencia de la empresa o
de quien asigna el trabajo).
c. Porque hizo cosas ajenas al trabajo durante
el tiempo de éste (deshonestidad del trabajador) y, por lo tanto, debe reponer
tiempo perdido.
d. Efecto dominó (cualquiera de las tres opciones antes
mencionadas sucede con alguien y afecta el trabajo de otros que, como
consecuencia, también se tendrán que quedar a completar su
responsabilidad).
¿Te reconoces en alguna o en varias de
ellas?;
¿Reconoces a tu esposo(a), a tu jefe(a), amigo(a), tus
colegas?;
¿Crees que el experto está equivocado?
¿Las consideras
exageraciones?
Una pregunta más:
¿Cuándo fue la última vez que saliste de
tu trabajo a la "hora de salida" sin sentirte culpable?
Recuerda:
Uno
trabaja para vivir (desde el punto de vista material) y no vive para trabajar.
Por eso pienso que uno debe compartir con su familia.
El trabajo se queda y
otra persona toma tu lugar, nadie es indispensable en una Compañía.
En tu
HOGAR nadie toma tu LUGAR y TU si eres INDISPENSABLE en ella.
¡Piénsalo, este
es un mensaje institucional!
Autor desconocido
Publicado por JEAC.