Hagas lo que hagas, hazlo de la forma más
total que te sea posible. Si disfrutas caminando, ¡bien! Si de pronto te das
cuenta de que ya no tienes el impulso o el deseo de moverte, entonces siéntate
de inmediato; no deberías dar ni un solo paso en contra de tu
voluntad.
Pase lo que pase, acéptalo y disfrútalo, y no
fuerces nada. Si tienes ganas de hablar, habla. Si sientes que te apetece el
silencio, guarda silencio... simplemente avanza con la sensación. No fuerces
nada de ninguna manera, ni siquiera por un momento, porque en cuanto lo haces,
quedas dividido en dos, y eso crea un problema, ya que entonces toda tu vida se
escinde.
Toda la humanidad se ha vuelto casi esquizofrénica, porque se nos ha enseñado a forzar las cosas. La parte que quiere reír y la parte que no permite reír se separan, y entonces quedas dividido en dos. Creas un jefe y un subordinado, y por ello hay conflicto. El abismo que crea ese conflicto puede ir haciéndose cada vez más y más grande. De modo que el problema radica en cómo unir esa grieta y no volver a crearla.
En zen hay un dicho muy hermoso: Sentado, simplemente siéntate. Caminando, simplemente camina. Por encima de todo, no tiembles. Hagas lo que hagas, hazlo de la forma más total que te sea posible. Si disfrutas caminando, ¡bien! Si de pronto te das cuenta de que ya no tienes el impulso o el deseo de moverte, entonces siéntate de inmediato; no debes dar ni un solo paso en contra de tu voluntad. No deberías arrastrarte. Ese mecanismo pertenece al ego, el manipulador.
Toda la humanidad se ha vuelto casi esquizofrénica, porque se nos ha enseñado a forzar las cosas. La parte que quiere reír y la parte que no permite reír se separan, y entonces quedas dividido en dos. Creas un jefe y un subordinado, y por ello hay conflicto. El abismo que crea ese conflicto puede ir haciéndose cada vez más y más grande. De modo que el problema radica en cómo unir esa grieta y no volver a crearla.
En zen hay un dicho muy hermoso: Sentado, simplemente siéntate. Caminando, simplemente camina. Por encima de todo, no tiembles. Hagas lo que hagas, hazlo de la forma más total que te sea posible. Si disfrutas caminando, ¡bien! Si de pronto te das cuenta de que ya no tienes el impulso o el deseo de moverte, entonces siéntate de inmediato; no debes dar ni un solo paso en contra de tu voluntad. No deberías arrastrarte. Ese mecanismo pertenece al ego, el manipulador.
Osho.
Publicado por JEAC.
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