Querido tío, al cumplirse en este mes el segundo aniversario de
tu partida, quise dedicarte unas cuantas sencillas líneas pero que salen de lo
más profundo del corazón.
Quienes tuvimos la suerte de conocerte y convivir contigo
sabemos de tu inmenso valor como hombre querendón de su familia y de sus
costumbres. Aprendimos a quererte y respetarte hasta nombrarte por aclamación
como el “Padre de la Familia Avendaño” y este no fue un título más que se otorga
en momentos de efervescencia. Tu fuiste el verdadero impulsor de la unión de la
familia y desde que te marchaste nunca más pudimos hacer aquellas lindas
reuniones donde recordábamos entre otras cosas a nuestra querida Isla de
Taquiri. Estás permanentemente en el recuerdo de toda tu familia con cariño y
gran respeto, ese fue el legado que dejaste y por eso precisamente sigues entre
nosotros.
En la prensa del domingo se publicó un recordatorio de tu
partida publicada por tus hijos y nietos y me gustó tanto que la transcribo a
continuación como un sentido homenaje a un gran hombre que supo hacerse querer
por toda su familia:
Donde estás?
En ese paraíso en el que sales a pasear desde la altura de
Kachata,
pasas por Tuntinuyo y antes de llegar a Isicachi
asustas a tus colonos tocando el campanario de la Iglesia.
Te embarcas en el botecito rumbo a Chipi
buscando algunas chokas o panas para el almuerzo
y luego de pasar el totoral.
Mecido por el vaivén de las olas,
mirando la pampa del lago ondeante,
tratas de encontrar tu mirada con las nuestras,
quizas recordando aquél primer momento
hace ya varios años que seguramente en tus brazos,
encontramos nuestras miradas y quedó sellado nuestro amor eterno.
pasas por Tuntinuyo y antes de llegar a Isicachi
asustas a tus colonos tocando el campanario de la Iglesia.
Te embarcas en el botecito rumbo a Chipi
buscando algunas chokas o panas para el almuerzo
y luego de pasar el totoral.
Mecido por el vaivén de las olas,
mirando la pampa del lago ondeante,
tratas de encontrar tu mirada con las nuestras,
quizas recordando aquél primer momento
hace ya varios años que seguramente en tus brazos,
encontramos nuestras miradas y quedó sellado nuestro amor eterno.
Donde estás?
Que quiero agradecerte por haber sido parte de mi vida,
por haber compartido mis alegrías y consolado mis tristezas.
Por haber apoyado mis planes, aplaudido mis éxitos y perdonado mis fracasos.
Que quiero agradecerte por haber sido parte de mi vida,
por haber compartido mis alegrías y consolado mis tristezas.
Por haber apoyado mis planes, aplaudido mis éxitos y perdonado mis fracasos.
Te amamos por siempre...TU FAMILIA.
JEAC.
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