Leí esto en un periódico hace unos días y me parece interesante
compartirlo con ustedes... ya que esta actitud de los jóvenes -y también de los
no tan jóvenes- de estar constantemente distraídos, me resulta ya una epidemia.
Es la carta-contrato de una periodista con su hijo, tras regalarle un iPhone en
Navidad .
Querido Gregory:
¡Feliz Navidad! Ya eres el orgulloso propietario de un
iPhone. ¡Impresionante! Eres un chico de 13 años bueno y responsable y te
mereces este regalo. Pero aceptarlo significa aceptar una serie de normas y
obligaciones. Por favor, lee con detalle el siguiente contrato. Espero que
comprendas que es mi deber educarte para que seas un joven sano y maduro, capaz
de funcionar en el mundo y de coexistir con la tecnología, no de vivir
controlado por ella. El incumplimiento de esta lista significará que dejarás de
ser dueño del iPhone. Te quiero con locura y estoy deseando compartir
varios millones de mensajes de texto contigo en el futuro.
1. El teléfono es mío. Yo lo he comprado. Yo lo he
pagado. Te lo estoy prestando. ¿A que soy estupenda?
2. Siempre sabré la contraseña.
3. Si suena el teléfono, contéstalo. Es un teléfono.
Di hola, sé educado. No ignores nunca una llamada si la pantalla dice "Mamá" o
"Papá". Nunca.
4. Entrega el teléfono a tu padre o tu madre sin
falta a las 19.30 en días de colegio y a las 21 en fin de semana. Permanecerá
apagado durante la noche y lo volveremos a encender a las 7.30 de la mañana. Si
es un momento en el que no llamarías a nadie al teléfono fijo -que pueden
descolgar los padres-, no llames ni envíes un mensaje. Haz caso a tu instinto y
respeta a otras familias como nos gusta que nos respeten a nosotros.
5. El teléfono no va al colegio contigo. Habla en
persona con la gente a la que envías mensajes. Aprender a hacerlo te vendrá bien
en la vida. Lo de las medias jornadas, las excursiones y las actividades
extraescolares tendremos que estudiarlo especialmente.
6. Si se cae al váter, se cae al suelo y se destroza
o desaparece, tú serás responsable de lo que cueste arreglarlo o sustituirlo.
Corta el césped de algún jardín, cuida niños, ahorra dinero de cumpleaños. Algo
pasará, así que debes estar preparado.
7. No emplees esta tecnología para mentir, burlarte
de otro ser humano ni engañarle. No participes en conversaciones que hieran a
otros. Sé un buen amigo antes que nada, o si no, mantente al margen de las
disputas.
8. No digas nada, ni por mensaje, ni por correo
electrónico, ni por teléfono, que no dirías en persona.
9. No digas nada, ni por mensaje, ni por correo
electrónico, ni por teléfono, que no dirías en voz alta con sus padres
presentes. Censúrate.
10. Nada de porno. Busca en internet información que no
te importe compartir conmigo. Si tienes alguna pregunta sobre algo, házsela a
una persona; preferiblemente a tu padre o a mí.
11. Apágalo, siléncialo o guárdalo en público. Sobre
todo en un restaurante, en el cine o mientras estés hablando con otra persona.
No eres un maleducado; no permitas que el iPhone te cambie.
12. No envíes ni recibas fotos de tus partes íntimas ni
de las de otra persona. No te rías. Algún día tendrás la tentación de hacerlo, a
pesar de tu gran inteligencia. Es peligroso y podría arruinar tu vida de
adolescente, universitario o adulto. Es una mala idea, siempre. El ciberespacio
es vasto y más poderoso que tú. Y es difícil conseguir que desaparezca algo de
semejante magnitud, incluida una mala reputación.
13. No hagas millones de fotos y vídeos. No es necesario
documentarlo todo. Vive tus experiencias. Quedarán almacenadas en tu memoria
para toda la eternidad.
14. Deja el teléfono en casa a veces y quédate tranquilo
con la decisión. No está vivo ni es una prolongación tuya. Aprende a vivir sin
él. Tienes que vencer el miedo a perderte algo.
15. Descárgate música que sea nueva, o clásica, o
distinta a la de los millones de chicos como tú que escuchan exactamente las
mismas cosas. Tu generación tiene la mayor facilidad de acceso a la música que
ha existido jamás. Aprovecha ese don. Amplía tus horizontes.
16. Juega a un juego de palabras o de preguntas de vez
en cuando.
17. Mantén los ojos abiertos. Mira el mundo a tu
alrededor. Asómate a una ventana. Escucha a los pájaros. Sal a pasear. Habla con
un desconocido. Pregúntate cosas sin necesidad de buscarlas en Google.
18. Meterás la pata. Te confiscaré el teléfono. Nos
sentaremos a hablar sobre ello. Volveremos a empezar. Tú y yo estamos
aprendiendo sin cesar. Estoy de tu parte. Estamos juntos en esto.
Espero que te parezcan bien estas condiciones. La mayoría
de las enseñanzas que enumero aquí no sirven solo para el iPhone, sino para la
vida. Estás creciendo en un mundo rápido y cambiante. Es emocionante y seductor.
Procura no complicarte las cosas siempre que puedas. Confía en tu inteligencia y
en tu enorme corazón por encima de cualquier máquina. Te quiero. Espero que
disfrutes de tu increíble iPhone.
Besitos
Mamá.
Mamá.
JEAC.
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