jueves, 20 de mayo de 2010

Leonardo Favio/Quiero aprender de memoria

El año 1968 entraba en escena en el mundo de la discografía Fuad Jorge Jury, más conocido como Leonardo Favio, con su disco “Fuiste mía un verano” que causó una verdadera conmoción tanto en ventas como en críticas en el mundo artístico. El disco fue un total éxito ya que batió todos los records de ventas registrados hasta entonces pero lo que marcó la diferencia fueron el cantante y la letra de los temas. Un cantante que inicia su trabajo a los 30 años y con temas dirigidos al público joven era algo muy raro y más con el tipo de canto que entonaba; su voz sin ser mala era algo desentonada, fuera de lo establecido y las letras de sus temas eran tan especiales que engancharon inmediatamente en el público. Ya nadie se acordaba que unos meses antes su primer disco simple con los temas Quiero la libertad y Me siento libre, fue sencillamente un fiasco tal como lo expresa el mismo: “ Y, por supuesto, lo primero que grabé fue “Quiero la libertad”, que logró el mismo éxito como fracaso que mis anteriores presentaciones personales, porque el disco no lo compró nadie. Uno me lo llevé yo, otro se lo quedó Vico Verti y el otro se lo regalé a mi mamá”. Pero Vico Verti su representante en aquellos inicios no se dio por vencido y decidió presentar un nuevo simple, esta vez con temas de autoría de Leonardo: “Pero Vico no se resignó, porque era muy obstinado. A él lo emocionaba mucho la canción que me había escuchado en La Botica del Angel, “Fuiste mía un verano”, así que insistió frente a la compañía para que yo volviera a grabar, pero ya canciones mías. Así es que grabo “Fuiste mía un verano” y del otro lado “Mi tristeza es mía nada más. Decidí que firmáramos juntos, Vico y yo, “Fuiste mía un verano”, porque en realidad él había puesto todo: la fe, las ganas, el entusiasmo. Yo lo único que había hecho era cantar. Y ahí nos tocó Dios, porque eso fue, que yo sepa, un éxito fuera de lo común. En aquella época, éste fue el disco, en proporción, de mayor éxito en el mundo de habla hispana”.

Yo escuché el tema por primera vez hacia fines de 1968 y me llamó la atención el tono de aquella voz y la personalidad que parecía tener el interprete, pero el tema en sí no me llegaba. Como el éxito era rotundo, las radioemisoras empezaron a difundir todo el material de Favio y de allí conocí “"Quiero aprender de memoria” que para mi gusto era mejor que “Fuiste mía un verano”, la sentía más, pero veamos que dice Leonardo sobre este tema: “Con Quiero aprender de memoria no hay secreto, sino que en esa época de tremenda censura, el narrar en metáforas sensaciones como “y recorrer tus entrañas en busca del niño que no ha de venir”, causaba asombro. Lo que pegó de esa canción fue el erotismo. En esa época no se le ocurría a nadie hacer un tema que dijera “quiero aprender de memoria, con mi boca tu cuerpo, muchacha de abril”. Hubo un cantante que hizo una denuncia preguntando cómo se podía decir semejante cosa a través de un disco que les llegaba a los niños”.

Esta es la primera canción de Favio que gusté y a partir de allí empecé a seguir su carrera con gran expectativa, y siempre me sorprendía con algo nuevo y hermoso. Ya pondré posteriormente todos los temas que me impactaron, por ahora aquí está:

Quiero aprender de memoria (Leonardo Favio)

Quiero aprender de memoria
con mi boca a tu cuerpo,
muchacha de abril
y recorrer tus entrañas
en busca del hijo
que no ha de venir.

Quiero partir con mi canto
tu cuerpo de niña
y hundirme a vivir,
nada me importa la gente
que opina y se mete
no me han de entender.

Como explicar que te quiero
que me sonrío y muero
al verte pasar,
como explicar que te amo
si no fuiste mía ni lo serás jamás.

Como explicar que me duele
hasta el aire que juega
en tu pelo y tu andar
piba, si escuchás mi canto
sabrás que es el llanto
que lloro por vos…,
poco me importa la gente
que opina y se mete
no comprenderán.

Ay, si pudiera en tu pecho
tener el sosiego
y encontrara paz
y acariciando tu pelo
encontrar el sueño
que no puedo hallar.
Ay, si tu boca me diera
callada, la forma del amor, de amar
encontraría un motivo
de seguir viviendo,
de poder luchar.

Quiero aprender de memoria
con mi boca tu cuerpo,
muchacha de abril
y recorrer tus entrañas
en busca del hijo
que no ha de venir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario