jueves, 9 de diciembre de 2010

Mensaje de Navidad


La Navidad es la época más alegre y esperada del calendario, por su maravilloso significado de la reunión en familia de padres e hijos, de hermanos, amistades y amigos; época de reflexión sobre nuestros aciertos y desaciertos.
Momentos para reflexionar y ocasión para perdonar a todos aquellos que nos ofendieron de palabra y de obra. Empecemos esta Navidad con el corazón lleno de felicidad e infinita alegría y alimentado con lo más grande de nuestra vida: el amor.
La Navidad hace de Diciembre un mes especial y es que en medio de situaciones difíciles, esta ocasión brinda la oportunidad perfecta para escapar por un instante de las tensiones, para las reconciliaciones, de la unión solidaria y sin ninguna duda apreciar un poco de paz espiritual en donde nos animamos a soñar, compartir y reír; olvidamos por un instante los problemas, siendo el momento propicio para las bellas reflexiones.
Nuestro Dios... creador del universo, que haga de nuestra vida una constante Navidad, donde reine la paz, la esperanza, el amor y la convicción de un futuro seguro, que llene nuestra mente y corazón de felicidad por siempre, e invitando a Jesús que dijo: "Yo soy la Luz del mundo" para que sea el Señor y Salvador que alegre nuestro ser, no solo por un mes, sino por el resto de tus días.
La Navidad nos permite expresar a nuestros seres queridos y amigos, todo el cariño y gratitud que sentimos por ellos. Es tiempo de convivir en armonía, diálogo, amor y sobre todas las cosas disfrutar con mucha solidaridad lo más hermoso que Dios nos ha dado: la familia.
Encendamos la luz de Diciembre y celebremos el nacimiento del hijo de Dios hecho hombre que vino al mundo para el perdón de los pecados. Que su mensaje siempre lo mantengamos presente, lleno de espiritualidad, en donde haya odio sembremos amor y donde haya incomprensión sea la ocasión ideal para la integración y tolerancia.

Carlos Castillo.

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