martes, 4 de septiembre de 2018

El auge del idioma Aymara (Parte 1)

El idioma de las palabras alucinantes como “Aruskipt’asiñanakasakipunirakispawa”

Un grupo de estudiantes pasa al frente a dar una lección sobre hierbas medicinales y remedios naturales en un aula donde se dictan clases de lengua aymara. Llevan consigo ramitas de ruda, de chachacoma y de lampaya, y las muestran hablando en ese idioma, que fue de los collas y de otros pueblos andinos que habitaron las tierras de Bolivia y Perú. Pero como el idioma aymara es mucho más que palabras y sonidos, la clase termina con una degustación de papas y ajíes. “La lengua sin la cultura no es lengua, y la cultura sin la lengua no es cultura”, dice Sonia Siñani, la profesora, que viste una amplia pollera, una mantilla clara y un sombrero al estilo tradicional de las cholas paceñas.
En El Alto, una populosa ciudad satélite de La Paz, Siñani se toma tres autobuses y taxis compartidos para venir todos los días a dar clases en tres turnos: mañana, tarde y noche. El aula está adentro de la radio San Gabriel, que fue fundada por un sacerdote en 1955 para evangelizar y alfabetizar a la población originaria, y que desde 1986 da clases de aymara a distancia y también en presencia. “Aquí en Bolivia, las 36 lenguas originarias han recuperado su importancia”, dice Siñani. “Se trata de revalorizar nuestra cultura y de comunicarnos con los hablantes aymaras de las provincias”.
El renacimiento de la lengua aymara viene desde 2012, cuando Bolivia, reconvertido en un Estado Plurinacional, dictó su Ley General de Derechos y Políticas Lingüísticas. Allí, entre otras cosas, se ordena “recuperar, vitalizar, revitalizar y desarrollar los idiomas oficiales en riesgo de extinción, estableciendo acciones para su uso en todas las instancias del Estado Plurinacional de Bolivia”.

El aymara había sido declarado como un idioma oficial de este país ya en 1977, pero en la actualidad los 360.000 funcionarios públicos deben aprenderlo (o alguna otra lengua originaria), son traducidas las leyes y las disposiciones, y las escuelas enseñan esos idiomas nativos junto al castellano y a los extranjeros (por eso, desde 2013 el gobierno ha capacitado a unos 138.000 profesores de lenguas originarias). Pero todavía no hay una academia de la lengua aymara y su escritura no ha sido homologada. “Nos hace falta”, dice Siñani.

Todo esto ocurre en tiempos de conglomeración lingüística, cuando idiomas colosales como el inglés, el chino mandarín y el español avanzan por sobre los idiomas locales u originarios. Según el Atlas UNESCO de las lenguas del mundo en peligro, unos 3.000 idiomas están en riesgo de desaparecer, de un total de 7.000 existentes en el mundo. El 4% de los idiomas son hablados por el 96% de la población mundial y, por otro lado, el 96% de las lenguas son utilizadas por el 4% de los habitantes. Hay más de 200 idiomas que tienen apenas 10 hablantes. (Continuará)

Javier Sinay.

Publicado por JEAC.

No hay comentarios:

Publicar un comentario