miércoles, 17 de octubre de 2018

Etiquetas


¿Te han etiquetado alguna vez?
Estamos en un mundo de etiquetas. Llenos de marcas, de slogans, de prototipos y modelos.
Hemos llegado a un punto tal que apenas no nos importan las razones, las causas, los motivos y las justificaciones.
Hacemos caso solamente a lo que recubre el envoltorio y a  aquello que colectivamente se tipifica como bueno o malo, blanco o negro, de adentro o de fuera.
No se sabe lo que pueden llegar a doler las etiquetas hasta que no te ponen una. Eres gorda/o, eres fea/o, eres extranjera/o, eres del sur, eres… y cada vez que te estigmatizan con una, has quedado marcado para siempre.
Lo peor es que la marca no es solamente social. Lo más grave es que la impronta queda en el corazón de la persona y nunca vuelve a ser la misma o tendrá que luchar mucho por no verse, escucharse o mirarse como “otros” le han dicho que es.
Cada día hay más casos de exclusión. Las escuelas, las verjas, los muros, la propia casa. Lugares de dolor y muerte. Espacios que deberían estar llenos de amor se convierten en plataforma de horrores impensables que acampan a sus anchas por un siglo XXI que todos pensábamos diferente.
Percibo que hay una especie de involución. Es una época de esas que retornan a la oscuridad y en la que las esperanzas alcanzadas por los logros de atrás quedan silenciadas por las regresiones del presente
Hay que poner luz donde empieza a haber tinieblas. Hay  que empezar por volver los ojos al interior y extraer la esencia.
Lo importante; lo único importante, somos las personas. Nuestra bondad. Nuestra capacidad para recuperar la humanidad que nos constituye.
Ojala lo consigamos así.

Tomado de la web.


Publicado por JEAC.

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