martes, 31 de octubre de 2023

Un S.O.S.

 

El día estaba soleado y brillante, sin ninguna nube en el cielo azul.

Un avión jumbo de pasajeros cruzaba el Atlántico en viaje hacia América. Volaba de forma constante a 800 km/h a una altitud de 9,000 metros, cuando de forma repentina se le acercaron dos aviones de combate a una velocidad del doble del sonido (Mach 2).

Los pilotos de los aviones de combate disminuyeron la velocidad, volaron unos minutos a un lado del avión de pasajeros y uno de ellos saludó al piloto del avión por la radio: “Hola jumbo, ¿cómo que tu vuelo es aburrido, no? En cambio, ¡mira el nuestro¡”

Los dos aviones de combate se elevaron, hicieron un semicírculo hacia atrás del jet, aceleraron, rompieron de nuevo la barrera del sonido, subieron a una mayor altitud en un tiempo increíble, luego bajaron en espiral casi al nivel del mar, como para detener la respiración. Se acercaron de nuevo al avión de pasajeros y le preguntaron al piloto: “¿Qué tal, cómo lo viste?”

El piloto les contestó: “!Muy impresionante!, pero ahora vean esto.”

Los pilotos de los aviones de combate se quedaron buen rato viendo al jet, pero no sucedía nada. El avión continuaba volando en línea recta a la misma velocidad. Después de 15 minutos, el piloto del jet les habló por la radio: “Hola, que les pareció esto?” Los pilotos de combate le preguntaron confundidos, “No vimos nada, que fue lo que hiciste?"

El piloto del avión de pasajeros se rio y les dijo: “Me levanté del asiento, estiré las piernas, caminé hasta la parte posterior del avión, usé el sanitario, me serví una taza de café y me comí un pedazo de pastel de chocolate.”

Moraleja: Cuando eres joven, la velocidad y la adrenalina parecen ser lo máximo. Pero cuando te haces viejo y más sabio aprendes que la comodidad y la tranquilidad son lo más importante.

Por ello la narración se llama S.O.S: Sabiduría, Ocurrencia, Sensatez

Tomado de Internet,

Publicado por JEAC.


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