sábado, 10 de octubre de 2009

Sucedió hace 42 años

Cursaba yo el sexto de Primaria de aquellos tiempos en el Colegio American School de la ciudad de La Paz; como de costumbre aquél día llegué temprano al colegio y esperé la llegada de mis amigos para entrar. Cuando entramos notamos algo raro en el ambiente: los chicos y chicas de cursos superiores, estaban reunidos en las respectivas puertas de sus aulas como si estuviesen deliberando algo. Nuestra curiosidad pudo más que la prudencia y nos acercamos cautelosamente hacia el curso superior que por ese entonces era el sexto de Secundaria, ya que allá teníamos algunos conocidos que nos conocían bien. Cuando llegamos vi que algunos de los muchachos portaban sendos periódicos de la fecha y entre todos comentaban alguna noticia con gran tristeza. Pude ver llanto en varias de las muchachas y lo primero que pensé es que alguién del curso había fallecido. A uno de mis amigos se le ocurrió preguntar tímidamente que pasaba y al reconocernos una de las chicas con llanto en los ojos nos contestó:
–No lo saben? Han matado al Ché….-
La respuesta por lo menos a mí me dejó en las mismas, es cierto que en días pasados había escuchado algo sobre las famosas guerrillas que eran la comidilla de todos los días, pero mucho de ese personaje que nombraban, no sabía.
-Déjalos, estos changos no deben saber ni quién es el Ché – dijo uno de los chicos, mirándonos con cierto desprecio.
La misma muchacha que nos había contestado antes, nos mostró entonces el periódico del día, recuerdo que era el matutino católico “Presencia” hoy desaparecido.


La foto que vimos y que estaba casi en toda la extensión de la primera plana, es esta que ahora publico y que personalmente me conmocionó de pies a cabeza. Mire detenidamente y a mi sinceramente me parecía que no estaba muerto, había tanta paz y luz en su mirada que podía decirse que nos miraba. A grandes letras el encabezado de la noticia indicaba que había sido muerto en combate, cosa totalmente falsa tal como se pudo saber después. La imagen no coincidía de ninguna manera con los titulares que hablaban de un mercenario asesino. Escuchamos algunos comentarios, particularmente de los muchachos que hablaban con rabia contra el gobierno del general Barrientos que era el presidente por entonces. “Tenemos que salir a las calles” pedían algunos, “preguntemos si la Universidad prepara manifestaciones” decía otro; “algo tenemos que hacer” pedían las chicas con llanto en los ojos.
Así y pocos minutos antes que tocará el timbre de ingreso a clases, los dos últimos cursos de secundaria., decidieron no asistir a clases ese día y esperar los acontecimientos. Nosotros salimos corriendo apenas tocó el timbre y después nos enteramos que hubo un altercado entre los muchachos de estos cursos y el director del colegio, con amenazas de expulsión colectiva incluida.
A mí se me quedó grabada aquella imágen del periódico y a partir de aquél día, cada noticia que daban sobre las guerrillas y sobre el Ché, era escuchada o leída vorazmente por mi persona; me preguntaba como una persona tan odiada en ese momento por los medios de comunicación y tan atacada en su vida personal, podía causar tanto impacto entre la juventud, hasta el punto de hacer derramar lágrimas a personas que ni siquiera lo habían conocido. Me intereso tanto el tema que casi sin darme cuenta me convertí en un estudioso de lo que fué su vida. Pude encontrar mucho material en revistas “Selecciones” que mi padre guardaba como colección desde el año 1950. Claro que “Selecciones” hasta que se instauró el gobierno de Fidel Castro hablaba del Ché de una manera, y a partir de 1961 cambió totalmente el discurso. Ya les comentaré sobre ese tema.
Por ahora mi recuerdo de aquél día que cambió la vida de miles de personas en el continente, en nuestro país y en mi vida personal…..también…..

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