sábado, 26 de noviembre de 2011

Días de futbol 2

Luego de vivir el fervor popular con la consagración de nuestra selección en el Sudamericano del 63 y de participar como espectador del Pentagonal Bodas de Oro de la AFLP el año 1964, aún no tenía inclinación por ningún equipo de mi ciudad en particular. Había calado hondo en mí la participación de Bolivia en el Sudamericano y me sentía hincha de aquél equipo. Vanos eran los intentos de mi padre y mis tíos para que adoptara al club The Strongest como mi preferido, aunque para aquellos años, este club, era sin duda uno de los mejores, si no el mejor del país.

Eso sí el futbol era ya para mi una gran pasión, no me perdía un solo partido de las transmisiones radiales de aquellos años que sucedían los días Sábados para el futbol de Primera B y los Domingos para el campeonato profesional de Primera A. Aquellas sí que eran verdaderas transmisiones, con periodistas amateurs dedicados íntegramente al deporte y que hacían vivir el futbol con toda pasión. Cada vez que escuchaba una transmisión, en mi mente se dibujaba el estadium Hernando Siles y vivía cada uno de los partidos.

Aquél año de 1964 sucedió que uno de los equipos más grandes del futbol de La Paz, se iba al descenso, recuerdo muy bien aquél último partido frente al equipo de Universitario, que decidía la permanencia o no del club Bolívar en la Primera A del futbol. Contaba yo en aquél entonces con solamente ocho años de edad y ya había conocido lo que era la euforia de la victoria y la desazón de la derrota. Según la transmisión, aquella tarde los hinchas del Bolívar, cuando terminó el partido, con la victoria de Universitario por dos a uno, se quedaron como petrificados en las tribunas hasta media hora después de terminado el partido y muchos de ellos lloraban. No podían creer que el club de sus amores hubiese descendido de categoría.

Esa tarde algo pasó en mi corazón futbolero, me sentí como uno más de esos hinchas y mi tristeza era infinita, ese momento supe que sería bolivarista por toda mi vida, a pesar de aquella tragedia que significaba el descenso.

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