jueves, 16 de abril de 2009

Los famosos ponchos del 71

Corría el año de 1971 en Ciudad Satélite en El Alto de La Paz, cursaba yo el segundo de medio en el colegio Héroes de Boquerón y éramos compañeros inseparables con William Chavarria. Todas las noches pasaba él por mi casa o yo por la suya para hacer nuestro recorrido nocturno por las calles de Ciudad Satélite. Habían noches sobre todo en invierno que el frío era evidentemente fuerte y teníamos que salir bien abrigados para no resfriarnos.

En aquél tiempo estaba de moda entre las chicas usar ponchos como el que muestro en la foto, que aparte de calentar muy bien eran muy cómodos y era normal que en las tardes y noches se convertía en la prenda infaltable en las mujeres. No estoy muy seguro de quién empezó a usarlo: si Antonio Arrieta o Juan Carlos Gamarra que eran mis compañeros de curso, lo cierto es que una de esas noches en nuestro recorrido habitual vimos a uno de ellos enfundado en su poncho y como estaba de moda el cabello largo, lo confundimos con una chica. Aparte de lo jocoso de la anécdota al volver a casa y conversando con William nos pusimos a pensar que podríamos utilizar ponchos para hacer nuestro recorrido en las noches y así combatir el frío que algunas noches era realmente fuerte. Ambos teníamos hermanas en nuestras familias, así que podíamos disponer de la prenda en cualquier momento. Dicho y echo a los dos días salimos con los ponchos de nuestras hermanas al recorrido habitual y causamos sensación al pasar donde nuestros conocidos. Aparte de calentito, el poncho nos era muy útil para esconder el cigarrillo que siempre nos acompañaba en nuestros recorridos y que obviamente estaba prohibido para nosotros por nuestra edad.

Así pues, poco a poco se puso de moda el poncho entre los varones y de un puñado que lo usábamos pasó a ser prenda imprescindible para las frías noches “alteñas”. Claro que hubieron problemas, particularmente con quienes nos prestábamos la prenda de nuestras hermanas, ya que al devolver la prenda ellas sentían el peculiar aroma de tabaco que se impregnaba en la prenda. Llegamos al punto de que ya no podíamos prestarnos más el poncho de nuestras hermanas, pero estábamos ya tan acostumbrados a usarlo, que con un poco de esfuerzo, hicimos adquirir nuestro propio poncho a nuestros padres. El poncho prácticamente se convirtió en el uniforme oficial de la Promoción 73 del colegio Héroes de Boquerón, hombres y mujeres lo usamos indistintamente y pasó a ser una de las primeras prendas “unisex”. Los había de variados colores, aunque los más utilizados eran el café, el plomo y el blanco. Era muy lindo ver a la juventud de Ciudad Satélite vistiendo una prenda venida de sus ancestros .

La época de furor de la prenda fue entre 1971 y 1975 para ir desapareciendo paulatinamente, primero entre el sexo femenino que lo reemplazo por la también famosa “ruana” y luego por los varones que lo fueron utilizando cada vez menos. Hoy el poncho es una prenda que solo se vende a los turistas para que lo luzcan en otros países. ¡Cuanta nostalgia siento de mi querido poncho de juventud!

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