domingo, 10 de enero de 2010

Los de Siempre/Saldré muy lentamente

El año 1973 tres músicos de la Argentina: Julio Saenz, César Martos y Daniel Altamirano, confluían en la creación de un grupo musical nuevo que se llamaría “Los De Siempre”; con el objetivo de hacer “algo distinto” a lo que el público folklorista Argentino estaba habituado. Con fuerte influencia de la “Nueva Canción Latinoamericana” que al influjo de artistas como César Isella, Armando Tejada Gomez y Mercedes Sosa crecía con fortaleza, este nuevo grupo buscaba también la “canción social”, pero sin olvidarse de lo cotidiano, del amor, de las vivencias diarias. Sus temas serían portadores de un fuerte lenguaje poético que llegaría a todos los estamentos, pero principalmente a la juventud. Daniel Altamirano había dejado a su grupo y a sus hermanos “Los Altamirano”, para embarcarse en esta aventura de nuevos horizontes que respondieran a sus ansias contestatarias, el fue uno de los integrantes más comprometidos con el nuevo grupo.

Yo tuve la oportunidad de escucharlos y verlos personalmente el año 1974 en la provincia de Córdoba; estaban todavía dando difusión a su primer disco que titulaba “Eterna Amada”; todavía no había sido difundido su segundo trabajo “Dios a la Una” que sería el que más difusión y éxito obtuvo. Personalmente yo me quedó con su primer trabajo, que contiene temas realmente hermosos y que poco a poco iré difundiendo en el blog. Fue también este disco uno de los “clandestinos” que logré traerme el año 1975 a Bolivia. De este primer disco, les presento un tema que es todo un poema y que ellos lo pusieron como tal en su album, recitado en forma de poesía: “Saldré muy lentamente”.

SALDRE MUY LENTAMENTE

Saldré muy lentamente...
hacia el origen del origen,
hacia donde renazca la flor desde su muerte;
hacia donde sea la piel un sol naciente.

Saldré como lo dije...lentamente
con una mano repleta de esperanzas
y con la otra armado hasta los dientes,
con el eterno cañón de la verdad
con la estrategia de siglos de ternura.

Será la lentitud de mi partida
una manera de no caerme nunca,
porque “se hará el camino con mis pasos”
como dijera en España algún poeta.

Y no puedo equivocarme hermano mío,
no puedo porque es tarde y hace frío
y es tan antigua la trampa de la vida,
que no voy a permitir que tú te mueras,
llorando para atrás...sin alegría...
sin conocer la fiesta de tu sangre,
sin amarte con la vida: noche a noche.

Saldré como lo dije...lentamente
con la explosión de un cielo de conciencias
a lo largo y a lo ancho del silencio,
hacia el fondo de la noche fabricada
para ensayar un grito que se expanda,
que derribe la memoria fabricada
que no tenga piedad con la mentira,
que explique la importancia de la mesa
que ensaye la igualdad...de cuatro patas
pues sobre ella se ha parado la ignorancia
aliada inmemoriable del que mata.

Saldré como lo dije...lentamente...

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