miércoles, 6 de octubre de 2010

Bicentenario de Oruro



“Después de los acontecimientos de La Paz, Sucre, Cochabamba y Santa Cruz, se llego a la tarde del 6 de octubre en Oruro. El Cabildo estaba reunido y consideraba a las ordenes de Nieto. Al anochecer, de pronto la campana grande de la matriz tocó a rebato en convocatoria a la población. La gente empezó a reunirse en frente al Ayuntamiento. Se escuchaban gritos de “¡Viva la Patria!”, en claro pronunciamiento por la libertad. Todo se había organizado por Tomas Barrón, subdelegado de hacienda y guerra; José Mariano del Castillo, regidor y alcalde mayor provincial; y José Antonio Ramallo, alcalde ordinario de primer voto.
La sesión del Cabildo fue suspendida momentáneamente, mientras se indagaba el porque del tumulto en la Plaza. El regidor del Castillo informó a los cabildantes que el pueblo se había amotinado: “Oruro pertenece al Virreinato de Buenos Aires con quien debe estar y obedecerle, rebelándose contra las disposiciones del Virrey Abascal del Perú, sumiéndolos en la confusión.
La reunión fue levantada mientras el gentío, mas tumultuado, se empeñaba en la deposición de las autoridades.
La única como débil reacción provino del ministro contador Sanchez Chavez. Trato de restablecer el orden al mando de pocos guardias que le obedecían, terminando por encerrarse en el edificio de las Cajas Reales. Barrón asumió públicamente la dirección de la revolución. El pueblo insurreccionado era dueño de la Villa, pero no había depuesto al gobierno.
Se amaneció al 7 de octubre. La situación continuaba sin definir pero con el pueblo mas rebelde. Esa noche, el contador Sanchez huyo de la Villa. Los regidores Soriano, Unanue y Contreras Loayza, optaron también por irse eludiendo responsabilidades.
El 8 de octubre, la Villa de Oruro no tenia completo su gobierno, facilitando la definición del pronunciamiento. El alcalde ordinario de primer voto José Antonio Ramallo y el regidor alcalde mayor provincial José Mariano del Castillo, convocaron a Cabildo Abierto para designar a nuevos corregidores. Tomás Barrón era gobernador de hecho.
Consecuentemente, el “Cabildo Revolucionario” fue constituido por Ramallo, Del Castillo, José Manuel Santander, Francisco Guerra, Tadeo Tovar y José Arzabe ante la aprobación del vecindario.
Fueron las primeras providencias:
1.- Reconocer obediencia a la Junta Gubernativa de Buenos Aires;
2.- Reconocer y apoyar a la Revolución de Cochabamba y su gobierno (Del Rivero);
3.- Preservar los dineros de las Cajas Reales para la causa; y
4.- Organizar milicias con voluntarios.
Consolidada así la revolución orureña del 6 de octubre de 1810 decididamente libertaria, el día 22 se recibió al gobernador de Cochabamba, Tcnel. Francisco del Rivero al mando de tropas entre cuya oficialidad superior contaban Esteban Arze y Melchor Guzmán Quitón.
Barrón, Del Castillo y Ramallo sostuvieron conversaciones con Rivero, Arze y Guzmán, sin duda en torno al proceso insurreccional.
Los levantamientos libertarios de Cochabamba y Oruro, aseguraron en el Alto Perú, el desplazamiento de las tropas del Primer Ejercito Auxiliar argentino, que por la región sur se dirigía hacia Potosí. Allí, Paula Sanz y Vicente Nieto, concentraban tropas realistas para restablecer el orden colonial”.

Un homenaje cariñoso y fraterno al departamento de Oruro que hoy celebra el bicentenario de su grito libertario. Quizas el departamento más olvidado de todo el país, pero siempre el más presto para defender la soberanía y unidad de la nación. Como dice en el himno “Salve Patria”: “El poder de tus brazos ORURO”. Hubo épocas en que ellos solos mantuvieron la economía de toda la nación y jamás hubo poses de reclamo por su progreso. Salud Oruro, tierra de gente hermosa y abnegada, somos hermanos por nuestra descendencia colla. Prosperidad y progreso para tí.

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