domingo, 20 de febrero de 2011

Dinero y medios de comunicación-Parte 1

“NO ES SUFICIENTE TENER DINERO PARA POSEER MEDIOS DE COMUNICACIÓN”

Encontré en un periódico del año 2005 un interesante artículo sobre los medios de comunicación y que hoy mantiene toda su vigencia. Por eso transcribo las partes más importantes del texto, que analiza y cuestiona el manejo de los medios de comunicación por parte de empresarios. Por su extensión e importancia lo divido en dos entregas. Esta es la primera parte. Vale la pena leerlo.

Todos tenemos algo que ver en la situación actual de Bolivia. Decirlo de otro modo, saliendo del ámbito de ese lugar común, quizá sea una forma directa e inevitable de provocar la reacción correspondiente frente a lo que hacemos o dejamos de hacer. Bolivia es lo que somos nosotros los bolivianos. La crisis que observamos como algo ajeno y distante, no es ni más ni menos que la manifestación activa del nivel de evolución de las universidades, de la empresa privada, de los colegios de profesionales, de las organizaciones sindicales, de los medios de comunicación, es decir, de todos los que formamos parte de esta atormentada situación humana."

“Si todos nosotros tenemos algo que ver en el drama nacional quizá la solución consista en revisar nuestra participación en los asuntos del país. En esa línea, debemos realizar el esfuerzo necesario para pensar correctamente, lo que comentamos en nuestras casas, en los lugares de trabajo, en reuniones sociales, tiene tanta importancia o más que el mejor discurso o la propaganda eficiente de las organizaciones políticas. En su discurrir generalizado y permanente, se convierte en el pensamiento nacional que sirve de medida y algunas veces de cobertura para los activistas.”

“En esta corriente decisiva, la influencia de lo que piensan y dicen los que trabajan en los medios de comunicación tiene efectos sociales mucho más intensos y decisivos que la literatura política mejor elaborada. La crisis que es no solo de este momento, sino de carácter estructural y que debilita los pilares fundamentales de la cultura, en su expresión más significativa que es la moral, en gran medida, está ocasionada por las imágenes y las palabras que se repiten y difunden a través de millones de aparatos de televisión en los hogares ricos y pobres. La imagen tiene la ventaja de hacer pensar en lo real y consecuentemente en la verdad. Quienes vean una calle bloqueada o veinte mil personas concentradas en una plaza pública suponen que el resto de la ciudad o del país están en las mismas condiciones, no tienen tiempo ni medios culturales para imaginar las otras dimensiones regionales y nacionales. Así, los medios de comunicación, unidimensionalizan la imagen de de los pueblos e inducen a un comportamiento acomodado a la supuesta generalidad dominante. “Si eso es lo que sucede, no hay otra alternativa que seguir la corriente”, suena como un mandato en la conciencia de un pueblo inocente. En ámbito de lo ilegal, semejante parcelación legitima la delincuencia.”

Edwin Tapia Frontanilla

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