domingo, 15 de diciembre de 2013

El nacimiento de Jesús (Parte 1 de 2)

La Navidad o nacimiento de Jesús Cristo

El 25 de diciembre (solsticio de invierno en el hemisferio norte) se festeja la Navidad en toda la cristiandad (excepto en la iglesia ortodoxa). La Navidad, es el nacimiento de Cristo. Veamos porque y desde cuando se festeja el nacimiento de Jesús en el 25 de diciembre.

Actualmente, la Navidad es una fiesta más profana que religiosa. Es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares. En Occidente se celebra la Misa del gallo en iglesias y catedrales. En los países de América Latina, de arraigada tradición católica, se celebra especialmente la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena familiar para la que se elaboran una diversidad de platos, postres y bebidas tradicionales. También se acostumbra asistir a la Misa del gallo y celebrar con cohetes y fuegos artificiales. En México, la Nochebuena constituye la culminación de una celebración que dura nueve días a la que se llama "las posadas". Éstas empiezan el 16 de diciembre y conmemoran el viaje de María y José en su búsqueda de alojamiento antes del nacimiento de Jesús.

En el siglo II de nuestra era (100 años después del nacimiento de Cristo), los cristianos sólo conmemoraban la Pascua de Resurrección, ya que consideraban irrelevante el momento del nacimiento de Jesús y, además, desconocían absolutamente cuándo pudo haber acontecido.

Durante los siglos siguientes, al comenzar a aflorar el deseo de celebrar el natalicio de Jesús de una forma clara y diferenciada, algunos teólogos, basándose en los textos de los Evangelios, propusieron datarlo en fechas tan dispares como el 6 y 10 de enero, el 25 de marzo, el 15 y 20 de abril, el 20 y 25 de mayo y algunas otras. Pero el papa Fabián (236-250) decidió cortar por lo sano tanta especulación y calificó de sacrílegos a quienes intentaron determinar la fecha del nacimiento del nazareno. La Iglesia armenia fijo el nacimiento de Cristo el 6 de enero, mientras otras iglesias orientales, egipcios, griegos y etíopes propusieron fijar el natalicio en el día 8 de enero.

Finalmente, dado que en el concilio de Nicea (año 325) se declara oficialmente que Jesús es una divinidad, ya que el padre y el hijo son el mismo, se decidió fijar el natalicio de Cristo durante el solsticio de invierno (en el hemisferio norte) o sea, el 25 de diciembre, fecha en que se festejaba el nacimiento de variadas deidades romanas y germanas. Se tomo por fecha inmutable, durante el pontificado de Liberio (352-366), la noche del 24 al 25 de diciembre, día en que los romanos celebraban el Natalis Solis Invicti, el nacimiento del Sol Invicto (un culto muy popular y extendido al que los cristianos no habían podido vencer o prescribir hasta entonces) y, claro está, la misma fecha en que todos los pueblos contemporáneos festejaban la llegada del solsticio de invierno. Las iglesias orientales siguieron y siguen festejando la Navidad el 6 de enero.

Con la instauración de la Navidad también se recuperó en Occidente la celebración de los cumpleaños, aunque las parroquias europeas no comenzaron a registrar las fechas de nacimiento de sus feligreses hasta el siglo XII.

En un principio la Navidad tuvo un carácter humilde y campesino, pero a partir del siglo VIII comenzó a celebrarse con la pompa litúrgica que ha llegado hasta hoy, creando progresivamente la iluminación y decoración de los templos, los cantos, lecturas y escenas piadosas que dieron lugar a representaciones al aire libre del nacimiento en portal de Belén, el famoso Pesebre.

Recopilado de la web.

JEAC.

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