lunes, 2 de noviembre de 2015

El retorno de las almas (2)


El armar los altares de los difuntos o mesas, es todo un ritual y cada uno de los elementos que las componen tienen un importante significado en la festividad de Todos Santos. Algunos antropólogos consideran que el propio altar representa a la montaña de los achachilas de donde llegan los ajayus. Entonces el mantel de la mesa puede tener diferentes colores: blanco si el difunto es un niño, o negro si el fallecido es una persona mayor. Otras familias suelen usar el aguayo colorido si el difunto es mujer.
Es importante delimitar el espacio donde se recibirá y se tendrá el reencuentro, por eso se suele usar cuatro cañas largas de azúcar que adornan cada una de las esquinas de la mesa, otros creen que estas cañas se las colocan dobladas porque sirven como bastones para que los ajayus se apoyen y alivien su cansancio en su largo retorno.
En la parte central del altar se coloca la fotografía del ser querido, del difunto que retornará del Wiñay Marka junto a abundante comida, flores, alcohol y hojas de coca. Otros familiares suelen incluir elementos católicos como cruces y rosarios. La tradición cuenta que los ajayus vienen a comer la comida que más les gusta; por eso la costumbre de colocar en las mesas las comidas y bebidas de preferencia del difunto.
La música tiene un papel fundamental en la despedida de los ajayus, al día siguiente del retorno de ellos se los despide con música y cantos en una celebración por su grata visita y para que se vayan alegres. Pero el primer día  es más solemne y se suele evitar cualquier clase de sonidos y ruidos en la espera atenta de alguna clase de manifestación durante su visita.
En la mesa ytambién se destacan las vistosas tantawawas, panes con forma humana y un colorido rostro que es modelado en estuco y que representan al fallecido. Las familias también esperan a los ajayus de sus seres queridos con dulces, bizcochuelos, kispiñas (galletas de quinua), maicillos, suspiros y un sinfín de masitas o dulces de diferentes formas como escaleras para ayudar a los ajayus en su camino de retorno y otros elementos ceremoniales con los que se adorna la mesa. El servirse los dulces bizcochuelos también es una tradición que tiene el significado de endulzar la vida como un presagio de que vendrán días mejores pese a la pérdida de un familiar.
Los caballitos de pan, son como una distracción del ajayu, porque se suele decir que ellos tienen forma de niños. Además el caballo y la llama, son útiles para que el ajayu pueda transitar por los caminos más difíciles en el mundo de los espíritus.
Las flores también tienen sus significados como las retamas en los floreros que sirven para ahuyentar a los espíritus enemigos. Un vaso de agua bendita para rociar la ropa del ser querido. Hojas de coca, cigarros, vino y refrescos para que el espíritu se sienta satisfecho.

Edwin Conde Villarreal.


Publicado por JEAC.

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