domingo, 28 de junio de 2009

Serrat/Cantares



“….Y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar”.


Por el año 1969 Serrat cuando su trayectoria en castellano era aún muy incipiente (era su segundo trabajo en este idioma), grabó un disco clave en su carrera: “Dedicado a Antonio Machado”, del cuál extraemos la hermosa canción Cantares. Serrat se empeñó en musicalizar a Antonio Machado arriesgándose en una época en la que su nombre estaba en la lista negra del régimen Franquista. Sin duda acertó, su disco se convirtió entonces en el disco más vendido de la historia de la música española.
Cantares es una de las canciones más emblemáticas de Serrat. Imprescindible en sus recitales y con un estribillo multitudinariamente coreado por todos sus públicos. La parte final de la canción es letra del propio Joan Manuel, al incorporar sus tres últimas estrofas que preludian el “golpe a golpe, verso a verso” como un homenaje a la biografía de Antonio Machado. La música que acompaña, proporciona a los versos la perfecta demostración de su riqueza poética y una fuerza y energía indiscutibles.


Al leer las estrofas se darán cuenta que estas son una demostración palpable de como en Machado conviven la filosofía y la poesía de un modo cotidiano y sumamente hermoso.
En nuestro país el tema y el disco en general, recién comenzó a difundirse después del éxito de Mediterráneo y aún así se escuchó muy poco en las radios. Es que lo verdaderamente bueno, jamás es comercial.
Cantares
(Textos de Antonio Machado y J.M. Serrat)
(Música de J.M. Serrat)

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»

golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»

golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»

golpe a golpe, verso a verso.




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