domingo, 19 de julio de 2009

Mis recuerdos de La Paz 11

DIAS DE FUTBOL 1




Tenía siete años cuando ocurrió el gran acontecimiento del campeonato Sudamericano de 1963, recuerdo que la efervescencia popular era tremenda, nunca después ví a la gente en su totalidad (hombres, mujeres y niños) tan entregados y pendientes de lo que hacía su querido equipo boliviano en ese campeonato. Lamentablemente por mi corta edad, solo pude seguir ese campeonato mediante las transmisiones radiales, en este caso la espectacular transmisión de “La Verdad desde La Cancha” que conducía el popularísimo “Cucho Vargas” con un equipo de gente realmente sensacional: Lorenzo Carri, los hermanos Echeverria, Mendel Urbach y otros. Era realmente conmovedor ver como la gente seguía las transmisiones radiales del campeonato, especialmente recuerdo los partidos contra Argentina y Brasil, los cuales escuchamos todos los del conventillo de la Chuquisaca donde vivíamos con mi familia entonces. Eramos cerca de 20 personas, reunidas alrededor de un aparato de radio escuchando atentamente los relatos de “Cucho” y el certero comentario de “Lorenzo”. No nos movíamos ni para los comentarios del entretiempo, los mayores acompañados de sus botellas de cerveza y los menores consumiendo una “Salvietti” que donó alguno de los vecinos. Recuerdo que en el partido con Argentina, y estando el partido empatado uno a uno en los últimos minutos, se produce un penal favorable a Bolivia. Todos nos pusimos de pie como si fuésemos los que íbamos a patear el penal y en un silencio absoluto; solo se escuchaba el relato de Cucho Vargas y no volaba ni una mosca. “Está Max Ramírez frente a la pelota, en el arco Argentino el “gato Andrada”; Se adelanta Ramírez remaaaaataaa y desvía Andrada al corner….tapó Andrada….tapó Andrada y Bolivia pierde la mejor oportunidad”. Todos nos quedamos como congelados….no hubo reacción alguna ni de protesta , ni de rabia…¡nada! todos habíamos quedado pálidos y sin reacción. En la radio decían que los argentinos se alegraban y abrazaban a su arquero por la sensacional tapada. De pronto entre el barullo de la radio y el silencio absoluto nuestro, surge en la gloriosa voz del relator: “Cabecea Camacho y goooooolllll….gooooool boliviano” Hubo reacciones diversas: algunos saltaron, otros no sabían que pasaba…..yo no entendía nada y otros pensaban en un gol argentino. Mientras la radio era un torbellino, se seguía gritando el gol y el comentarista trataba de explicar lo que había pasado: “Mientras los argentinos se abrazaban, Fortunato Castillo reaccionó y se fué a patear rápidamente el tiro de esquina y con una defensa desarmada se elevó el gran capitán Wilfredo Camacho y con un frentazo mandó el balón adentro….Bolivia dos, Argentina uno”. Allí si vino la gran celebración, todos estallamos en un solo grito….Gooooool….. y nos abrazamos y nos besamos, los chicos más efusivos se revolcaron en el suelo, hubo lágrimas en otros….en fin…..A los pocos momentos terminó el partido con la victoria de nuestro equipo y ese fué el motivo de la posterior celebración…..loa mayores se pusieron una “cuotita” para comprar más cervezas….los chicos todavía escuchábamos con atención los pormenores de como fué el gol. Después los chicos saltamos como con un resorte al llamado de “a jugar” y nos fuimos a la calle a patear la “thejeta” trando de emular a nuestros héroes. Los mayores armaron la fiesta y a l son de unas cuecas y huayños libaron sus cervezas.

El siguiente partido y final del campeonato se llevó a cabo en Cochabamba y como en el anterior, desde temprano seguimos la transmisión radial. Esta vez habían más nervios que en el anterior partido, se jugaba el campeonato, el que ganara se coronaría campeón y al frente estaba nada menos que la potencia mundial: Brasil. Todos apretábamos por Bolivia y éramos un mar de nervios. recuerdo a una de mis tías agarrar su pañuelo y hacerle un sinfín de nudos diciendo “que se amarren así las piernas de los negros y no puedan meter goles”. Otra vez la misma coreografía del anterior partido: todos reunidos en el patio y a la espera de la gloria o del infierno. Y fué la gloria…..Bolivia ganó el partido y se coronó campeón del Sudamericano…..otra vez los abrazos, el llanto, las revolcadas, los gritos. Bolivia campeón, nadie podía creerlo y se abrazaban una y otra vez, y volvíamos a rememorar los goles, era la locura absoluta. Supongo que así también debió suceder en todos y cada uno de los hogares, porque el clima que se respiraba durante los últimos días era futbol. No se hablaba de otra cosa y nosotros los pequeños habíamos archivado nuestros juguetes para jugar solamente al futbol con nuestra “thejeta”. Emulábamos a nuestros héroes y yo soñaba que era como el “maestro Ugarte”. Esta vez los mayores se fueron a celebrar a las calles y los pequeños nos quedamos convirtiendo mil goles a Argentinos y Brasileros allí en la calle con arcos formados por piedras….

Así fué mi primer acercamiento a este deporte que luego se convertiría en una pasión…..

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